Lado B
Moléculas transportadoras para curar dentro y fuera del cuerpo
Los doctores Efraín Rubio y José Albino Moreno trabajan con una nueva forma de consumo y aplicación de fármacos que se van liberando de manera controlada, paulatina y eficaz
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
20 de enero, 2016
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Imagen tomada de cobusiness.es

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Los fármacos o medicinas llegan al cuerpo humano y atacan todos los lugares, como si fuera un bombardeo tratando de destruir toda una ciudad, pero lo que se necesita para una mayor eficiencia, explica el doctor Efraín Rubio de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), es que los fármacos lleguen como misiles, focalizados y directos.

El doctor Efraín Rubio y el doctor José Albino Moreno Rodríguez trabajan con materiales invisibles para el ojo humano que contienen moléculas de fármacos que se van liberando de manera controlada y paulatina, que además van a un lugar específico del cuerpo humano y así se incrementa la eficacia de los medicamentos.

En el Centro Universitario de Vinculación y Transferencia de Tecnología (CUVyTT) de la Buap, los investigadores trabajan con materiales biocompatibles que puedan tener en su interior fármacos que ataquen de manera más puntual los puntos específicos de alguna enfermedad.

Efraín Rubio explica que los materiales cerámicos, contenedores de fármacos con los que trabajan –óxido de titanio, óxido de silicio y óxido de zinc– se obtienen mediante un proceso llamado sol–gel. El sol–gel es una técnica mediante la cual las partículas se hacen como una especie de gelatina, muy porosa, y aceptada sin problemas por el cuerpo del humano.

Los materiales tienen microporos, como las zeolitas, que son materiales cerámicos que se encuentran de forma natural, o macroporos, que tienen una superficie más amplia. En este tipo de materiales caben muchas moléculas que pueden ser liberadas de manera controlada, para que no salgan todas al mismo tiempo.

nano-medicina1Aunque ya han hecho varias pruebas de laboratorio, en ambientes que simulan el plasma humano, todavía el camino es largo para que se pueda probar la efectividad en humanos; el doctor Efraín calcula que eso podría suceder en un par de años más. Actualmente la investigación se encuentra en fase de afinar la liberación de medicamento. El doctor del CUVyTT explica que están intentando poner una suerte de compuertas en el material, tapando el poro para que los fármacos no salgan al mismo tiempo y que con un estímulo como cambio de temperatura esta compuerta se abra paulatinamente y entonces regule con mayor control las moléculas que van saliendo para atacar enfermedades especificas dentro del cuerpo humano.

El doctor José Albino Moreno, de la facultad de Ciencias Químicas, trabaja con estos mismos materiales cerámicos biocompatibles pero con una aplicación más fácil de probar, de manera tópica sobre la piel y no dentro del cuerpo, utilizada para heridas, cortadas y quemaduras de tercer grado, entre otras aplicaciones.

Lo que han hecho es utilizar elementos de la herbolaria mexicana (como la corteza del árbol de tepezcohuite, originario de Chiapas) y principios activos de plantas (como la estevia, utilizada como sustituto de azúcar).

Hasta el momento han hecho ungüentos de ajo, baba de caracol y también de belladona, encapsulando sus principios activos útiles para quemaduras, heridas y dolores musculares, en el material cerámico biocompatible de dióxido de titanio.

Albino cuenta un caso de éxito, de las primeras pruebas que han hecho: se trata de un señor diabético con una herida en la piel que durante 12 años fue a tratarse al Sector Salud sin resultados favorables. Pero después de probar uno de los ungüentos hechos por los investigadores de la Buap durante 30 días la herida empezó a cerrar, mejorando considerablemente.

La eficacia de este tipo de aplicación de los principios activos es muchísimo más elevada que la convencional: el doctor Albino explica con el ejemplo del tepezcohuite, utilizado en heridas abiertas sobre la piel. Cuando se utiliza de manera tradicional, además de ser menos limpio por la posible presencia de microorganismos, tiene una efectividad del 50%, pero cuando se pone encapsulado en estos nano-reservorios tiene resultados favorables del 85%.

Para este tipo de aplicación del material cerámico se han hecho ungüentos de aplicación tópica, que es muy probable, según el doctor Albino, se comercialicen en alrededor de medio año en las farmacias universitarias.

Esta nueva forma de consumo y aplicación de fármacos ha mostrado tener resultados muy efectivos aunque el camino, como dicen los investigadores, todavía es largo. Tanto el doctor Efraín como el doctor Albino coinciden en que lo más importante es poder ayudar a que las personas que padecen alguna enfermedad tengan una mejor calidad de vida.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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