Foto: Rubén Espinosa

Laura Cordero | Diario de México 

El 31 de julio de 2015 Nadia Vera, activista; Yesenia Quiroz, maquillista; Alejandra, empleada doméstica, Mile Virginia, modelo y Rubén Espinosa, fotoperiodista fueron torturados y asesinados en menos de 45 minutos en el departamento 401 del 1909 de la calle Luz Saviñon en la colonia Narvarte. Seis meses después sólo tres personas han sido detenidas y el móvil por el que apuestan las autoridades es también el más débil: narcotráfico y sexoservicio.

Leopoldo Maldonado, abogado de la organización Artículo 19 y defensor de la familia del fotoperiodista, asegura que desde la detención del tercer presunto responsable, César Omar Martínez Zendejas, el caso está estancado y todo apunta a que será llevado al olvido.

Al inicio de la investigación medios nacionales y locales divulgaron distintas versiones, las primeras de ellas con un solo fin, señala Maldonado: denostar a las víctimas y generar un estigma: consumo de drogas y sexoservicio. “Trataron de justificar el crimen”, dice.

Esas filtraciones, asegura el abogado, fueron muy cuidadas. “Por lo menos de mandos medios para arriba utilizaron mecanismos ilegales de provisión de información a ciertos medios, muy seleccionados y de manera muy discrecional para construir una idea y arraigar en el imaginario el tema de sexoservicio y drogas”.

La Procuraduría capitalina informó que uno de sus funcionarios es investigado por esta causa; sin embargo, no hay detalles del cargo ni el área en la que laboraba esta persona.

Los defensores de las víctimas recurrieron a un amparo para detener estas filtraciones y se logró parar la fuga de información; desde entonces las autoridades se refugian en este recurso para evitar hablar del tema.

A pesar de esto, Leopoldo Maldonado asegura que hay muchos temas de los que aún puede hablar la Procuraduría y entre ellos, el más importante: el móvil del multihomicidio.

La teoría más fuerte que ha manejado la dependencia es, hasta ahora, que los presuntos homicidas iban a robar un paquete de cocaína que Mile había recogido días antes en el Aeropuerto.

“No hay ningún dato que confirme que ella estaba implicada en redes de narcomenudeo y en caso de que ése sea el móvil parece irrisorio que la cantidad de droga por la que supuestamente iban los hoy implicados pueda llevar al asesinato de cinco personas de esa manera tan brutal”, dijo Maldonado.

La Procuraduría nunca lo ha hecho oficial; sin embargo, poco a poco desliza la idea de que el crimen se enfoca en Mile; pero si la Procuraduría algún día declara que éste fue el móvil, “hoy por hoy no tiene ningún sustento en el expediente”.

“NO LO SABREMOS NUNCA”

El abogado de Artículo 19 dice que las autoridades hasta ahora no han podido explicar cómo sucedió el multihomicidio.

¿Cómo sucedieron los hechos?, ¿Qué secuencia?, ¿En qué orden mataron a las personas?, ¿Cuál es la lógica de los criminales de tener en dos cuartos separados a dos personas?, ¿Porqué el uso de arma punzocortante en la mayoría de las víctimas, pero una mayor cantidad de heridas con Rubén?. Nada de esto han querido decir las autoridades.

Los funcionarios han calificado como una “exquisitez” que los defensores soliciten esa información. “Nosotros solo estamos exigiendo que garanticen un derecho básico de las víctimas, que es saber la verdad”, dijo.

En la última reunión que hubo con el Fiscal Central de Homicidios, Marco Enrique Reyes Peña, el funcionario dijo que eso sólo se sabría hasta que acabe el juicio.

En esa junta se les preguntó a los funcionarios públicos “¿Y qué pasa si los implicados no quieren declarar nunca qué pasó adentro?”, levantaron los hombros y solo respondieron “pues no lo sabremos nunca”.

Foto: Rubén Espinosa

INVESTIGACIÓN PROFUNDA

Los representantes de las víctimas solicitaron a la Procuraduría a través de un amparo profundizar en ciertas investigaciones que hasta el momento no están claros dentro del expediente; sin embargo, sigue el trámite y podría llevar varios meses más para que se resuelva.

“La autoridad señala que no tienen la obligación de realizar todas las diligencias y de admitir todas las pruebas que soliciten las víctimas como parte de la coadyuvancia pero no nos refiere por qué no las integra y por qué no está realizando o agotando ciertas líneas de investigación”, dice el abogado de la familia de Rubén Espinosa.

Líneas que no ha investigado la Procuraduría:

– El dueño de la camioneta que abordaron los presuntos culpables es una persona que no ha sido investigada

– Las constantes llamadas de celular que recibió y realizó el segundo detenido, Abraham Torres Tranquilino, antes, durante y después del crimen. Muchas de ellas fueron realizadas desde Chihuahua.

– El dictamen de genética forense arroja grupos genéticos de cromosomas XY, es decir masculinos que no coinciden con el ADN ni de Rubén Espinosa ni de ninguno de los tres detenidos.

– Las huellas de pisadas con sangre en el departamento no coinciden con el número de ninguno de los calzados de los detenidos.

– El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) descartó que Milé Virginia haya acudido a sus instalaciones constantemente para recoger droga

– Los presuntos asesinos se llevaron sólo los celulares de Rubén y Nadia

– No les ha llegado las sábanas de llamadas de los celulares de las víctimas porque “las compañías no se los han entregado”

El caso Narvarte es de alto impacto, refiere el defensor, por las personas que fueron víctimas y porque también marcó un parteagüas en la Ciudad de México. La capital del país dejó de ser, por lo menos, en el imaginario, ese refugio y santuario de periodistas y activistas perseguidos en otros estados de la República y por eso, nos debe interesar a a la sociedad en general.

“Estamos impulsando nuevos mecanismos porque sabemos que el sistema de procuración e justicia a nivel federal y local está colapsado y no tiene la capacidad de garantizar el acceso a la justicia y la verdad”.

Actualmente los abogados también solicitaron la intervención de peritos independientes para que esclarezcan los hechos. “Nacionales, internaciones de donde sean, pero que tengan experiencia probada en las materias correspondientes. Así tendría que ser si hay un genuino interés por conocer la verdad por parte del Gobierno de la Ciudad de México, pero ellos apuntan a que haya olvido, opacidad y no llegue la justicia a las víctimas”.

Foto: Rubén Espinosa

¿INVESTIGACIÓN POR EJERCER PERIODISMO?

El 19 de marzo de 2010 la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) cr la Agencia Especializada para la Atención de Delitos Cometidos en agravio de las y los Periodistas en Ejercicio de esta Actividad, adscrita a la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Asuntos Especiales y Electorales. Hoy en día, esa agencia no figura en la investigación.

El abogado de Artículo 19 refiere que se han aplicado otros protocolos y modelos de investigación, pero hasta ahora el de delitos cometidos en razón del ejercicio periodístico no se ha aplicado “absolutamente en nada”.

Leopoldo Maldonado resalta que esta acción toma importancia porque requiere investigaciones que la Procuraduría no ha tocado siquiera.

¿Qué tipo de cobertura hacía Rubén? ¿Qué tipo de activismo tenía Nadia? Son algunas de las preguntas que no ha trabajado la Procuraduría. Por el contrario, son los representantes de las víctimas quienes han hecho llegar material de ésta índole a la Procuraduría: videos de Nadia y Rubén haciendo denuncias de porqué se trasladaron a la Ciudad de México y testimonios de amigos de Veracruz que viajaron a la capital a declarar.

Hasta ahora no se ha investigado tampoco quiénes son los sujetos que seguían a Rubén Espinosa y que lo amedrentaron días antes que decidiera mudarse a la Ciudad de México, tampoco se sabe quiénes detuvieron a Nadia el 20 de noviembre de 2014 que finalmente provocaron que también se trasladara a la capital del país.

“Muchas cosas no se han querido agotar y no se van a agotar, nos lo ha dejado muy claro la Procuraduría en las reuniones y también lo podemos inferir a partir de una lectura del expediente. No les interesa agotar la línea de investigación que apunta al hostigamiento y amenazas que sufrieron Nadia y Rubén previamente”.

Muchos de estos elementos están en el expediente, pero ninguna de ellas ha desprendido una línea de investigación.

“Independientemente de que se trate de un tema de libertad de expresión, cuando cualquier persona que es víctima de homicidio, que es ultimada y que tiene antecedentes de amenazas y hostigamiento, pues ésta debería ser tu línea de investigación más fuerte, por lógica elemental. Sin embargo se han ido por otro lado, con un móvil que va perdiendo solidez probatoria que incluso tiene contradicciones de los implicados y que se va diluyendo día a día conforme agregan datos al expediente”, asegura Maldonado.

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Este texto fue tomado de Diario de México y reproducido con autorización de la autora.