Lado B
2016, el año de la operación política para RMV: Juan Luis Hernández
"Lo que podría esperarse es que el último año sea un año muy pródigo en obras, en mayores obras y al mismo tiempo también de asegurar por todos los medios de que su candidato gane la contienda".
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
12 de enero, 2016
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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

El sexto año de todo gobernante es por definición política el más débil, no sólo es el último año de mandato con un desgaste importante por el ejercicio de poder, además se cruza con el proceso electoral y hay que dar paso y hacer arropar al candidato, el propio o el del partido, pero con Moreno Valle no hay, hasta el momento, señales de que pudiera cambia la tónica autoritaria. Aunque desde la perspectiva de Juan Luis Hernández tendría que ser un año para suavizar la relación con la ciudadanía.

Y aunque la llegada de Diódoro Carrasco, un funcionario de un perfil mucho más político que el último encargado de la política interna en el estado, podría pensarse como un primer paso en ese sentido, todavía se queda en el terreno de la especulación y los buenos deseos.

Pero también será el año en el que Moreno Valle tendrá que lanzar toda la carne al asador, en donde el nombre del juego será la operación política, si quiere cerrar bien su sexenio, llevar a su candidato a la silla de gobierno y mantener un pie puesto en su carrera a la candidatura presidencial.

En una charla con Lado B, Juan Luis Hernández habló de lo que será el cierre de la administración morenovallista, de y la posibilidad de que el panorama de represión cambie y sea favorable para los poblanos, en el marco del año electoral y la búsqueda de Moreno Valle de una candidatura presidencial.

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Lado B (LB): ¿Cuál es el panorama para la recta final del gobierno de (Rafael) Moreno Valle?

Juan Luis Hernández (JL): Los últimos años de los gobernadores suelen ser años en el que se puede apreciar la mayor debilidad política. De los seis años el último es el más difícil para ellos porque naturalmente está por un lado la campaña para la sucesión está también al mismo tiempo creciendo las expectativas con respecto a los escenarios de los procesos electorales y al mismo tiempo también los propios escenarios que tenga el gobernador para adelante. Entonces eso hace que el último año no sea tan fuerte como fueron los primeros cinco.

Ahora, ¿qué hemos visto en este gobernador? Lo que hemos visto es que está en plena construcción de campaña presidencial y como faltan todavía un par de años para el 2018 lo que podría esperarse es que el último año sea un año muy pródigo en obras, en mayores obras y al mismo tiempo también de asegurar por todos los medios de que su candidato gane la contienda. Eso quiere decir que se esperaría un año de mucha operación política. Eso es lo que la racionalidad apunta: un año de mucha operación política tanto para que gane su candidato como para que él termine en el mayor prestigio posible a partir, particularmente por lo que se ve, a partir de obras públicas, no a partir de ninguna otra cosa.

Foto: Ibero Puebla

Foto: Ibero Puebla

Parece ser que él ha decidido que las obras públicas sean la marca de su gobierno, no políticas sociales, no los Derechos Humanos, no una propuesta muy concreta para el campo, nada de eso: pura obra pública. Lo cual me parece a mi que es una decisión desde mi punto de vista de demasiado oropel y poca sustancia, para presumir ante una candidatura presidencial, ante una posible candidatura presidencial.

El también director del Departamento de Ciencias Sociales de la Ibero Puebla consideró que en la recta final de la administración estatal de Moreno Valle se afianzarán otros actores tanto sociales como políticos cuyas luchas contra las acciones del actual gobernador resonarán más por el empuje mediático de los procesos electorales. 

JL: Será un año en el que van a aparecer muchos otros actores, es decir hasta ahora él ha estado prácticamente solo, dominando la opinión pública, pero en un año electoral que va a haber más dinero, o más inversiones, particularmente, del PRI, que es quien desde mi punto de vista va a hacer una campaña más competitiva, y lejana pero no tan lejana estará Morena (Movimiento Regeneración Nacional).

Entonces veo que otros actores políticos en la entidad van a autoafirmarse en el último año, y eventualmente algunos candidatos independientes, como bien pudiera ser Ana Teresa Aranda. Entonces, eso qué significa, que en el último año el gobernador va a tener que compartir opinión pública con otros actores, eso habla que evidentemente va a ser un año digamos atípico dentro de los seis que ha tenido él.

Y buscará, supongo por todos los medios, hegemonizar la opinión pública, pero creo que no lo va a poder lograr porque va a haber dineros de otros lados para medios, y para lo que va a implicar un proceso electoral. Primero pre-electoral y luego electoral. Y por último, en este contexto, yo desearía, porque aquí sería más bien un deseo y una petición, que el nuevo secretario General de Gobierno ponga en marcha su experiencia para que tengamos por lo menos un año de un clima democrático, eso es lo que yo creería que debería hacer Diódoro Carrasco: construir un clima democrático y así al menos cerrar un sexenio que ha sido de autoritarismo.

LB: ¿Es probable que sí lo haga, que sí cambie este clima de autoritarismo?

JL– Mira, estoy pensando lo que ocurrió, lo que le tocó vivir en los últimos dos años a nivel federal con Zedillo. Finalmente como secretario de gobernación le tocó entregar el poder a la oposición. Y de alguna manera desde gobernación crear las condiciones para que así fuera. Es decir, no se aferran, digamos, al poder. Él ya tiene esa experiencia de un proceso de transición en el que se sabe por qué no se puede cerrar un año con autoritarismo, además en pleno proceso electoral. Entonces por eso le apuesta quizás a esa experiencia que él tuvo con Zedillo. Sí es una exigencia que el último año de este sexenio sea un año con clima democrático. Es una exigencia.

Existe la posibilidad de que el gobernador, en busca de una candidatura presidencial, tenga un cambio radical en sus políticas y actuación, principalmente con los opositores y movimientos sociales, para dejar durante su último año un estado pacificado y con mayor tranquilidad.

[quote_box_left]Será un año en el que van a aparecer muchos otros actores, es decir hasta ahora él ha estado prácticamente solo, dominando la opinión pública, pero en un año electoral que va a haber más dinero, o más inversiones, particularmente, del PRI, que es quien desde mi punto de vista va a hacer una campaña más competitiva[/quote_box_left]

LB: ¿Y esta jugada o movida de Moreno Valle habrá sido para, precisamente, quitar esta marca de autoritarismo?

JL: Es una hipótesis. El perfil de Diódoro evidentemente es un perfil mucho más alto que los anteriores secretarios de gobierno, y al menos eso alienta la posibilidad de que ese nivel de experiencia se ponga en juego, pues los signos de ingobernabilidad se concentraron el último año no sólo con las protestas, los movimientos sociales, los robos de combustible con crimen organizado, los linchamientos, la violación sistemática de DDHH, todos son elementos de ingobernabilidad. Y se acumulan el último año. Entonces yo creería con toda claridad que se requiere a alguien que sepa que no se puede ocultar todo eso en un estado, si es que se quiere un estado razonablemente gobernable. Ahí está el ejemplo de nuestros vecinos, de Morelos. Un estado se puede volver ingobernable.

LB: ¿En Puebla podría pasar eso también?

JL– Yo creo que si se insiste en radicalizar las medidas de autoritarismo, si se sigue violentando sistemáticamente los DDHH y al mismo tiempo se dejan crecer las variables de crimen organizado que ahí están, y al mismo tiempo se persigue la protesta y la organización social, sí son condiciones que van acercándonos a un estado que pierde gobernabilidad. Y por eso no me pareció poca cosa lo que dijo Diódoro Carrasco en sus primeras palabras, que a él le interesa la gobernabilidad democrática. Pues ojalá, ojalá, yo aspiro a que sí sea pero en todo caso insisto, creo que es una exigencia, o debiera ser una exigencia.

***

En la opinión de Hernández Avendaño, el escenario que más convendría a Moreno Valle será el de conciliar, cesar la represión y tratar de dar una imagen distinta durante su último año de gobierno.

LB: ¿Y qué se puede esperar del gobernador en cuanto a movimientos sociales, activistas, defensores de Derechos Humanos?

JL: Se tiene que imponer la racionalidad por su propio proyecto presidencial. No le conviene irse, no le conviene a Moreno Valle que viva un año como el último de Carlos Salinas, en donde todo lo que construyó se le vino al suelo, justo por no cuidar las variables sociales. Por eso, insisto, en términos de racionalidad, que el último año tendría que ser un año en que el gobernador tendría que sacar todas sus capacidades de diálogo, de tolerancia y de respeto a los DDHH, porque creo que es la mejor manera de despedirse de un sexenio cuya marca ha sido el autoritarismo y la represión.

LB: ¿Y qué podría pasar en caso de que su candidato no resulte ganador?

JL:  No me atrevería a decir qué va a pasar, pero yo creo que, probablemente se destape la caja de Pandora. Así lo diría, en esos términos.

LB: ¿Y hasta este momento cómo está el escenario político para él?

Foto: Ibero Puebla

Foto: Ibero Puebla

JL: Pareciera que el escenario político va señalando que tiene altas posibilidades su candidato Antonio Gali de ganar la gubernatura. Algunas encuestas parece, algunas encuestas creíbles, presentarían que es un candidato bastante competitivo, y además si tomamos en cuenta que las elecciones se ganan con muchos recursos y el gobernador los tiene, pues evidentemente ahí hay una fase de competencia muy alta.

Ahora, no sabemos el grado de negociación política que tiene, en la que han entrado el gobernador y Peña Nieto para el estado. Prácticamente cada elección es sujeta de negociación entre el presidente y un gobernador, se negocian. Y hay buen diálogo de negociación hasta donde se entiende, hasta donde se sabe, entre el gobernador y Peña Nieto, pero no así con el presidente del PRI, entonces yo creo que eso le da una suerte de escenario abierto.

LB: ¿Y ahora, en estas cuestiones como el nombramiento del nuevo fiscal, estas situaciones qué implican?

JL: Yo pienso, creo, que es una de las decisiones desde mi punto de vista más poco cuidadas porque creo que poner un puesto como el de la fiscalía transexenalmente a mí me parece muy poco democrático, y al mismo tiempo pareciera ser que sólo para cuidar los intereses del gobernador que se va. A mí me parece de las decisiones más desaseadas que ha tenido y yo espero que, gane quien gane, tiene que echarse para atrás esa decisión, es una decisión que no se sustenta. No se sostiene ni democrática ni jurídicamente, desde mi punto de vista.

La administración de Moreno Valle se ha caracterizado por numerosos conflictos sociales que han derivado en represión y decenas de presos políticos. Algunos de los más sonados han sido la reforma a la ley orgánica municipal, que limita las facultades de las juntas auxiliares, y la construcción del Parque Intermunicipal en la zona arqueológica de Cholula, protegida a nivel federal por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

LB: Temas por ejemplo que han sido muy polémicos como el de Cholula, que estos últimos días se ha hablado de que los activistas van a ir al INAH a nivel federal, ¿esto también qué podría implicar en este último año?

JL: Lo que creo es que muchos actores sociales y políticos van a tratar de al mismo tiempo de capitalizar el año pre-electoral y el año electoral para colocar la agenda crítica frente a lo que ha sido el sexenio de Moreno Valle. Por eso afirmaba que finalmente va a ser un año en el que el gobernador va a tener que compartir la opinión pública con otros actores, incluidos los actores sociales que querrán de alguna manera también incidir con su agenda del último año.

LB: Y en estos temas por ejemplo de las juntas auxiliares, de la reforma a la ley orgánica municipal, ¿es probable que haya alguna modificación? Son temas que generaron muchos conflictos pero finalmente siguen en el aire.

JL: Yo creería que no, pero sí creo que puede ser un buen punto de agenda para la contienda electoral. A mí me gustaría ver cómo se posicionan los diferentes candidatos, incluido el candidato de Moreno Valle, frente a estos temas que han sido los que más polémicos y abiertamente disruptivos de la democracia, y lo que ha implicado también digamos el poco respeto que ha habido a la libertad de expresión y a la libertad de asociación, entre otros muchos.

***

También la inseguridad y la descomposición paulatina del tejido social han sido cada vez más evidentes, pese a los esfuerzos del gobierno de Moreno Valle por ocultarlo. El politólogo mencionó situaciones como el linchamiento en Ajalpan, a finales de 2015, como focos rojos que evidencian una situación que puede empeorar.

LB: ¿Este escenario de linchamientos, de descomposición social, en municipios abandonados, puede revertirse en contra de la figura de Moreno Valle, como una especie de abandono a los municipios que no son la capital?

Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

JL: Sí, yo creo que cualquier linchamiento, el que sea, desnuda al gobierno en turno, porque plantea muy claramente la ausencia de gobierno, así de simple. Cualquier linchamiento. Entonces, lo que vivimos en Puebla fue simplemente un agregado más de lo que vivíamos por otro lado y por otras circunstancias, entonces no hemos vivido otro acontecimiento pero en los últimos años en el centro de la República Mexicana –en el Estado de México, en Puebla, en Morelos– hemos tenido muchos acontecimientos de linchamientos que muestran efectivamente no solamente el predominio de la venganza privada sobre las instituciones sino también la ausencia de gobierno. 

LB: Esta situación que se está dando en últimas fechas en el estado de Morelos, ¿de qué manera podría pegar a Puebla y a la figura del gobernador?

JL: Yo creo que es un aviso. Para mí es un aviso. Y es un aviso de que el Estado tiene que cuidar el tejido social, tiene que cuidar los síntomas de crimen organizado, y no solamente bajarlos sino que no se dejen crecer, y es un aviso de que sí importa una relación estrecha, una relación fluida entre quienes gobiernan y quienes son gobernados en términos de participación social. Cuando eso no ocurre hay problemas de gobernabilidad.

LB: Y si este año efectivamente el gobernador tuviera este cambio de actitud y gana su candidato, ¿qué se podría esperar?

JL: Se podría esperar que ganara puntos para su candidatura presidencial.

LB: ¿Le beneficiaría sólo a él?

JL: Sólo a él. Y yo creo que en buena medida nos hace bien a todos, o nos haría bien a todos que el gobernador rectificara su tendencia autoritaria de gobernar, a todos nos vendría bien.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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