Lado B
Goodnight Mommy, la The Shining de nuestro siglo
Mientras el Cine Gore empezaba a introducir sus polémicos lineamientos en los sesentas por parte de Herschell Gordon Lewis con “Blood Feast” o George A. Romero con su pionera “Night of the Living Dead”, el género de terror se encasillaba en ser meramente violento, visceral y explícito. Haciéndole creer al mundo que lo sangriento y descarnado era, posiblemente, el único método efectivo para aterrar a la audiencia.
Por Héctor Jesús Cristino Lucas @
11 de diciembre, 2015
Comparte

goodnight-mommy

Héctor Jesús Cristino Lucas

[dropcap type=»1″]M[/dropcap]ientras el Cine Gore empezaba a introducir sus polémicos lineamientos en los sesentas por parte de Herschell Gordon Lewis con “Blood Feast” o George A. Romero con su pionera “Night of the Living Dead”, el género de terror se encasillaba en ser meramente violento, visceral y explícito. Haciéndole creer al mundo que lo sangriento y descarnado era, posiblemente, el único método efectivo para aterrar a la audiencia. Audiencia que tanto se había acostumbrado a lo psicológico como con el “Pyscho” de Hitchcock, ya que posterior a la década sesentera le siguieron filmes de calidad truculenta como “Evil Dead”, “Bad Taste” o “The Last House on the Left”.

Sin embargo había un puñado de directores que optaron por modificar la estética de lo grotesco para volverla sublime y hasta poética. Uno de ellos, sin lugar a dudas fue Roman Polansky con su inquietante adaptación del libro de Ira Levin: “Rosemary’s Baby”. Un thriller psicológico cuya vuelta de tuerca le dio un importante giro al género de terror allá por 1968, donde lo monstruoso no se exhibe y lo visceral se queda a un lado. Obteniendo, por si fuera poco, excelentes resultados sin usar litros y litros de sangre falsa para aterrar a la audiencia. Polansky lo logró, y Kubrick, el mismísimo Kubrick que tanto ha dado de qué hablar en toda la Historia del cine, también lo haría.

A inicios de los 80s y adaptado del libro de Stephen King, nos traería una pieza que hasta el día de hoy es referente inmediato para el género de terror. La aclamada “The Shinning”. Pese a que al propio King no le agradó nada el resultado final (así como pasó con Anthony Burguess al ver la adaptación de “A Clockwork Orange”) cambió el género en dimensiones apoteósicas. Nuevamente, el director logró que el horror se inclinara más a lo psicológico y a lo estético, otorgándonos resultados sorprendentes. Y lo que era más importante, nos haría tomar enserio al género. Al género y a los fantasmas atrapados en el Hotel Overlook.

Kubrick se inmortalizó de inmediato, diversos directores tomaron influencia para crear sus propias películas. Uno de los más evidentes, hay que decir, fue el austriaco Michael Haneke en los 90s con su popular “Funny Games”, que de hecho, es muestra clara también de ese horror estético y sublime. Haneke hizo una aterradora película sin usar recursos viscerales. De hecho, lo que hace efectiva su formula son todos y cada uno de los diálogos del film, que bueno, eso equivale al 95% de la película. Con un puñado de escenarios y personajes, y tan sólo con un guión magistralmente construido, el austriaco logró crear una joya de culto.

¿Y qué me dirías si te dijera que existe una película estrenada este año cuya crítica la ha bautizado como la “The Shining” de nuestro siglo? ¿Sería fácil de creer? No nos adelantemos a conjeturas de semejante tamaño, pero lo cierto es que no sería la primera vez que una obra se llegase a comprar con la talla Stanley Kubrick. El año pasado, por ejemplo, el director Jonathan Glazer presentaría una excelente película de horror y ciencia ficción con nada más y nada menos que la diva de Hollywood, Scarlett Johanson: “Under The Skin” (siendo ésta la primer película con el desnudo completo de la actriz) que le valió al director el título de “El nuevo Kubrick”.

Y ahora, los austriacos Severin Fiala y Veronika Franz han recibido las ovaciones de diversos críticos por su más reciente película: “Goodnight Mommy”, y créanme, no es para menos. Estamos frente a una obra que pudiera considerarse de culto más temprano que tarde. Y efectivamente, los elementos que maneja nos harán recordar ese fantástico horror europeo, muy de Kubrick, muy de Haneke, que se deslindaron de la violencia cuando estaba en su mayor auge. El productor Ulrich Seidl, mismo que nos trajo la fantástica “Trilogía del Paraíso”, ha puesto los ojos en un trabajo sublime y poéticamente aterrador, diferente de todo lo que había producido antes.

¿Y qué nos depara el dúo Franz / Fiala? ¿Qué es aquello que tanto ha hecho enloquecer a los más expertos y que le ha valido el presuntuoso apelativo de “la nueva The Shining”? Horror a una categoría superior.

lead_960Como se mencionó antes, y usando recursos a lo Haneke, tenemos un puñado de personajes y escenarios cuyo poder reside mera y exclusivamente en el guión. Los diálogos son la base maestra de toda la película que, lento pero seguro, nos sumergirá a todos en una pesadilla protagonizada, hay que decir, por un par de niños al perderle la confianza a su madre. Es decir, en una pesadilla infantil que nos pone en sus zapatos. Argumento que la vuelve absorbente, pero también inquietante. El recurso de los niños en esta clase de films siempre da en el clavo. Y esto, Stephen King como Guillermo Del Toro lo saben de antemano.

No por nada la película posee cierto parecido con clásicos de género tipo “¿Quién puede matar a un niño?” de Ibáñez Serrador o hasta la moderna “Eden Lake” de James Watkins. Un horror que hasta el propio Carlos Enrique Taboada ha usado para darle un trasfondo psicológico a sus producciones del tipo “El Libro De Piedra” o “Veneno para las Hadas”. Y hago principal hincapié en esta última porque Goodnight Mommy” tiene un parecido impresionante con la película del mexicano. Una historia cuyo horror radica en la psique de los pequeños, mostrándonos las horribles fantasías que habitan en sus cabezas para luego entremezclarse con la realidad.

De momentos, el film logra moverse entre el thriller psicológico dentro de un micro mundo lleno de situaciones extrañas y surrealistas. Tanto que podría caer un poco a lo Kynódontas” porque el argumento planteado se llena inmediatamente de miles de preguntas: ¿qué es real, qué no lo es? O más bien, ¿qué situación de las planteadas aquí es palpable y qué otra, es meramente sobrenatural? La película sin duda va a engañarte en muchos aspectos, y uno de ellos es la fantasía. Caeremos en el juego de este par de niños que muchas veces nos harán dudar si la imaginación tiene algo que ver aquí. Encontrar héroes y antagonistas, incluso, será un trabajo complicado.

No cabe duda, Goodnight Mommy” es una obra digna de ser comparada con “The Shining” de Kubrick, ya sea por su apacible pero aterradora agilidad o en su inconstante juego de realidad y fantasía. Incluso en los fantasmas de una locura, o de un pasado, o de alguien que ya no está. Incluso en una casa que estéticamente nos recordará al Hotel Overlook.

Más allá de ser una película de horror psicológico, pareciera ofrecernos un retrato de la maldad infantil armada en un increíble rompecabezas. La rivalidad entre ambos niños, por ejemplo, nos recordará al libro de William Golding “El Señor De Las Moscas”. Recordemos que el escritor usó éste título para referirse a la maldad humana representada por la imagen de Belcebú, una deidad filistea y que posteriormente adoptaría la iconografía cristiana, conocido también por el sobrenombre de “señor de las moscas”. De ahí que armara este escenario ficticio en una isla gobernada por niños donde la maldad humana, a fin de cuentas, saldría a flote.

Ciertamente, Goodnight Mommy” también es una especie de “El Señor de las Moscas” que toma recursos efectivos del horror europeo, muy a lo Kubrick, muy a lo Haneke, en esta maliciosa fábula magistralmente filmada de horrores extraños e inquietantes. Si te gusta el cine de éste par de cineastas, o quizás, la literatura de Golding, la nueva película de los austriacos Severin Fiala y Veronika Franz va a encantarte. Pareciera ser una obra que muestra un poco de todo, pero créeme, es el film indicado para decirte que lo que importa no es lo que se cuenta sino cómo se cuenta. Definitivamente no debe pasar por alto, pues es de esas obras que quedarán en la historia.

Goodnight Mommy”, damas y caballeros, la The Shining de nuestro siglo.

[quote_box_center]Sinopsis:

“Es pleno verano, y dos hermanos gemelos esperan pacientemente a que su madre regrese a casa tras una operación de cirugía plástica. Cuando llega con la cara completamente vendada se muestra fría, distante y obsesiva. El cambio en su personalidad hará que los niños se pregunten si la mujer es realmente su madre o se trata de una impostora.”[/quote_box_center]

Comparte
Autor Lado B
Héctor Jesús Cristino Lucas
Héctor Jesús Cristino Lucas resulta un individuo poco sofisticado que atreve a llamarse “escritor” de cuentos torcidos y poemas absurdos. Amante de la literatura fantástica y de horror, cuyos maestros imprescindibles siempre han sido para él: Stephen King, Allan Poe, Clive Barker y Lovecraft. Desequilibrado en sus haberes existenciales quien no puede dejar (tras constantes rehabilitaciones) el amor casi parafílico que le tiene al séptimo arte. Alabando principalmente el rocambolesco género del terror en toda su enferma diversidad: gore, zombies, caníbales, vampiros, snuff, slashers y todo lo que falte. A su corta edad ha ido acumulando logros insignificantes como: Primer lugar en el noveno concurso de expresión literaria El joven y la mar, auspiciado por la Secretaría De Marina en el 2009, con su cuento: “Ojos ahogados, las estrellas brillan sobre el mar”. Y autor de los libros: Antología de un loco, tomo I y II publicados el 1° de Julio del 2011 en Acapulco Guerrero. Aún en venta en dicho Estado. Todas sus insanias pueden ser vistas en su sitio web oficial. http://www.lecturaoscura.jimdo.com
Suscripcion