Foto: Marlene Martínez

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

De marzo a septiembre de este año la Plaza de la Democracia (frente al Carolino) estuvo ocupada sin descanso por una veintena (y a veces hasta más de 50) de puestos ambulantes semifijos, en la mitad de los casos, y a pesar de que se le dio un uso comercial, el ayuntamiento no recibió  pago por el uso de los espacios, según reconoció el gobierno que encabeza Antonio Gali Fayad a una solicitud de información.

Y es la administración municipal, a través de la Secretaría de Gobernación, quien otorga los permisos temporales para el uso de estos espacios y fija cuotas, de manera no muy clara, por metro cuadrado cuando se hace uso comercial del espacio según el reglamento vigente.

[pull_quote_right]“él (el actual secretario de gobernación) ya heredó el problema, no estoy acusándolo ni mucho menos. El trienio pasado ese tema estaba perfectamente controlado. Entró el secretario (Guillermo) Aréchiga y se vino todo abajo. Hicieron acuerdos que vete a saber qué sean, y que ahorita está siendo muy complicado quitar”[/pull_quote_right]

El uso de esta plaza pública (así como de otras) se hace de manera discrecional y poco clara. La regidora Myriam Arabián, presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano dijo en entrevista para Lado B que aunque no podía asegurar nada sobre este caso en específico, sí tiene conocimiento de algunos casos de corrupción en la Secretaría de Gobernación que han sido puestos sobre la mesa por el regidor Miguel Méndez.

En la Plaza de la Democracia –como se comprobó en una entrega anterior– hay una mafia de organizaciones fantasma e individuos que han pedido el espacio más de dos veces pagando entre 5 a 21 mil pesos, y que llegan a ganar cerca de medio millón de pesos por evento, engañando a los vendedores que participan, a quienes les dicen que pagan cientos de miles de pesos por uso del espacio por lo que les cobran de 300 a 600 pesos al día.

¿Cuánto dinero le cuesta a esas mafias rentar el espacio?

Es incalculable el monto de dinero que ganan pues aunque actualmente ya no se han realizado más eventos en la Plaza de la Democracia, a esas mismas mafias se les da espacio también en el callejón John Lennon (a un costado del Carolino, entre la 4 y 6 sur), el Paseo Bravo o el Jardín de El Carmen, por ejemplo.

La Ley de Ingresos establece en su artículo 25 que la cuota por puesto para la ocupación de un espacio como la Plaza de la Democracia es de 36.36 pesos por metro cuadrado, por día.

En respuesta a la solicitud 00068415 donde se pide el monto que pagaron todas las organizaciones y personas a las que se les otorgó la anuencia para el uso de la Plaza de la Democracia este año, la Dirección de Desarrollo Político otorgó la siguiente información:

Como puede observarse, son numerosos los grupos o personas de los que no se tiene registrado un pago por el uso del espacio. En la misma respuesta a la solicitud de información se especifica que quienes no pagaron se debe a que o finalmente no hicieron uso del espacio, o porque el uso que hicieron del espacio no era comercial.

Sin embargo, en todos los casos donde se dice que no hubo pago, Lado B constató que el espacio sí fue usado y sí se realizó actividad comercial.

Lado B solicitó una entrevista con el actual secretario de gobernación, Mario Rincón, para aclarar el caso pero no hubo respuesta.

Otras irregularidades con estas cifras

Los vendedores creen que el uso de la Plaza de la Democracia le cuesta a los organizadores 200 mil pesos o más. Como se ve, eso es mentira. La cantidad máxima que han pagado son 21 mil 816 pesos y en el peor de los casos, les ha salido gratis lucrar con el espacio y las rentas que le cobran a los vendedores.

Foto: Marlene Martínez

A mediados de julio, Lado B realizó un conteo aproximado de los puestos que se encontraban, dando como resultado 57 puestos y/o stands de vendedores. Según la información oficial, en esa fecha el espacio lo ocupaba Edgar Quintero Sánchez quien pagó en tesorería $4,981.32 por 14 días.

Haciendo cuentas y de acuerdo a la cuota de 36.36 pesos por metro cuadrado y por día establecidos por la ley, Quintero debía estar usando 9.1 metros cuadrados del espacio, algo que resulta imposible pues como ya se señaló se contabilizaron 57 vendedores ocupando como mínimo un metro cuadrado cada uno.

Viéndolo de otra manera, Quintero estaba pagando poco más de 350 pesos por día por usar el espacio, mientras diario le cobraba a cada vendedor entre 200 a 600 pesos por estar en “su evento”.

Las leyes son más lentas que el dinero de la corrupción

La regidora Myriam Arabián, presidenta de la comisión de Desarrollo Urbano y encargada sobre todo del espacio de la plancha del zócalo, dijo a Lado B que en julio se consideró que se había llegado a un punto inconcebible de caos en el zócalo por el exceso de carpas, inflables y otras cosas que saturaban el espacio, haciéndolo casi intransitable.

Ella aseguró que desde su comisión y en conjunto a la Gerencia del Centro Histórico ya se ha desarrollado una serie de lineamientos que regularán de manera muy puntual el uso del zócalo. Esta propuesta se encuentra ahora en revisión por parte del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) y se tiene previsto que el Cabildo lo discuta de diciembre, para que en dado caso comience a aplicarse en 2016.

“Sería el inicio, porque lo que hemos platicado con Sergio Vergara (Gerente del Centro Histórico) es que hagamos algo similar para todos los espacios y plazas públicas, incluso también para todas las áreas verdes de la ciudad”, explicó.

La regidora también menciona que hay una propuesta del regidor Adán Domínguez, presidente de la comisión de Movilidad Urbana, sobre crear una autoridad del espacio público. Dicha propuesta se retomaría por el Cabildo hasta el siguiente año: “Esto sería no sólo para el uso del espacio sino también para regular los anuncios y publicidad en la vía pública, que vemos está siendo atacada, invadida o saturada”.

Arabián también dijo que hay una reunión pendiente con Gobernación para hablar del tema del cómo se han usado y abusado de las plazas públicas, pues “él (Mario Rincón, actual secretario de gobernación) ya heredó el problema, no estoy acusándolo ni mucho menos. El trienio pasado ese tema estaba perfectamente controlado. Entró el secretario (Guillermo) Aréchiga y se vino todo abajo. Hicieron acuerdos que vete a saber qué sean, y que ahorita está siendo muy complicado quitar”.