Lado B
Los nuevos cholultecas
Se trata de una nueva generación que se ha apropiado del lugar desde nuevas prácticas y sólo se involucra con los habitantes originales desde la observación
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
22 de noviembre, 2015
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Trabajo de AEC · Iterezni Kazki ·. Tomada de pijamasurf.com

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Ámbar Barrera

@Dra_Caos

Se ha dicho que en Choula (San Pedro y San Andrés) confluyen dos mundos distintos: el de las personas que son originarios del lugar desde hace muchas generaciones y los que llegaron hace algunas décadas para establecerse ahí.

Buscando una explicación a tal fenómeno Claudián Cortés, quien es antropóloga social y ha vivido en Cholula durante muchos años, dice pertenecer a ese sector de familias que se instaló en Cholula a raíz de la oferta educativa en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).

Desde su formación y sobre todo desde su vivencia, Cortés dice que Cholula es un lugar que se ha prestado para proyectos experimentales de personas de otros lugares, por contar un gran número de estudiantes universitarios. Y algunos de ellos se llaman a sí mismos cholultecas porque se han apropiado del lugar desde nuevas prácticas.

–Al llegar una comunidad joven, creativa y en desarrollo, encontró un lugar muy prolifero por sus condiciones: porque está cercano a Puebla, al DF, porque tiene mucho territorio para crecer, porque tiene mucha agua, porque sus condiciones territoriales son muy atractivas. Además es una ciudad históricamente importante.

Dice Cortés que esas condiciones logran que se haga otra comunidad y se regenere aunque se marquen las diferencias y las identidades: los cholultecas originarios lo marcan a través de la religión, de sus fiestas tradicionales y otros rituales.

–Es como si varias ciudades habitaran en una misma y cada una generara su misma comunidad. Puede pasar una al lado de la otra pero no establecer un contacto. Los conflictos también suceden para definir identidades, yo me defino a partir de lo que no soy, a partir de la oposición.

[quote_box_right](…) la comunidad formada a partir de esas nuevas familias y/o la reciente oferta cultural y gastronómica en Cholula también va regenerando su propia identidad, por lo que puede decirse que no se trata sólo de quienes llegan de fuera a vivir ahí y los cholultecas originarios, sino que hay una tercera comunidad que lleva tal vez viviendo ahí unos 40 años o menos y que ha hecho su vida mezclando las costumbres del lugar de donde provienen y la tradición de Cholula[/quote_box_right]

Como ejemplo señala una división pero no entre cholultecas originarios y quienes no lo son, sino entre habitantes de San Andrés y San Pedro Cholula que se asumen rivales: recientemente en San Pedro pusieron unos postes en la calle empedrada al costado de la pirámide como una manera de delimitar su territorio cerrando un paso. Claudián Cortés dice que esta marcación de límites siempre están ocurriendo a nivel simbólico.

Además de la llegada de la UDLAP como un detonante del establecimiento de nuevas familias en Cholula y el atractivo de la ciudad, podrían existir otras razones por las que las Cholulas han crecido enormemente con nuevos negocios que ofertan desde actividades artísticas o culturales hasta otros productos y servicios.

Como se dijo antes, hay también marcadas diferencias entre San Pedro y San Andrés Cholula.

San Andrés Cholula tiene 12 km2 más que San Pedro Cholula y es en San Andrés donde se encuentra el mayor número de estos locales de la nueva oferta cultural y gastronómica en Cholula (eso sin contar con la zona de Angelópolis).

Al parecer, esto se podría deberse a que la gente originaria de San Pedro es más prohibitiva con su territorio, dejando en el mercado inmobiliario mayores posibilidades de acceder a comprar y/o rentar en San Andrés.

La integración existente y el tercer mundo de Cholula

Claudián Cortés dice que la comunidad extranjera (considerando aquí a todos los que no son originalmente de Cholula) sí se interesa por la vida tradicional de Cholula pero más bien como observadores,  pues pueden estar ahí solamente por invitación de alguno de los habitantes (lo que indica que ya existe confianza con la persona) y esa invitación viene con la remarcada aclaración sobre el ser únicamente observador y no intervenir.  Eso es algo que la antropóloga ha visto sobre todo en las fiestas religiosas.

Por otro lado, la comunidad formada a partir de esas nuevas familias y/o la reciente oferta cultural y gastronómica en Cholula también va regenerando su propia identidad, por lo que puede decirse que no se trata sólo de quienes llegan de fuera a vivir ahí y los cholultecas originarios, sino que hay una tercera comunidad que lleva tal vez viviendo ahí unos 40 años o menos y que ha hecho su vida mezclando las costumbres del lugar de donde provienen y la tradición de Cholula, como su espacio habitado.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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