El cine ha estado envuelto en un halo de incontenible polémica y censura desde siempre. Tenemos, por ejemplo, las obras del controvertido Pier Paolo Passolini, como «El Decamerón» (1971), «Teorema» (1968) y por supuesto, «Saló o los 120 días de Sodoma» (1976) que fue la responsable de la ejecución del cineasta por su fuerte trasfondo político antifascista. Hasta pasar por las grotescas producciones de otro italiano: Ruggero Deodato, quien revolucionaría el género de horror con su película «Holocausto Caníbal» (1979) y cuya polémica se alimentó de la leyenda urbana de que el filme era un auténtico snuff.

Crear un top de las películas más polémicas de la historia podría resultar un trabajo sumamente complicado, por tener ejemplos tan bastos e interminables como: «La Naranja Mecánica«(1971) de Kubrick, «Calígula» (1979) de Tinto Brass o «Nekromantik» (1987) Jörg Buttgereit. Por ello, el siguiente top estará enfocado en un terreno más específico, pero no por eso menos escandaloso: Asia.

Y lo mejor, sin duda, es que se tratan de películas de nuestro siglo que por una u otra razón, nunca llegaron a México por la censura o polémica derivadas de su violento o escatológico contenido.

Y como todo balance de la existencia, entendamos que el séptimo arte no sólo posee un lado mágico o esperanzador, sino también uno bastante obscuro y límbico que en ocasiones sería mejor no conocerle por el bien de muchos. Sin embargo, siempre existe quien viole estas reglas en pos del arte, o tal vez, en pos de la curiosidad. Uno quien, como Virgilio, podría acompañarte hasta las fosas del último círculo del infierno, sólo para que le conozcas. En esta ocasión, ése alguien, afortunada o desafortunadamente seré yo. Prepárate para uno de los viajes más viscerales que haya tenido la dicha de crear.

Estas son, las 10 películas asiáticas gore/horror más polémicas de este siglo.

10.- Macabre – The Mo Brothers (2010)

Abrimos el top con una película indonesiosingapureña de los hermanos Mo, que se presentó, un año antes de su estreno mundial, en diversos festivales de cine de género como el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bucheon, Corea del Sur, con tanta polémica de por medio debido a las incontables escenas de violencia explícita y gore que se muestran a lo largo del metraje. Tanto así que se llegó a prohibir en Malasia, según el twitter oficial del filme, siendo la primera película de origen indonesio en correr con tal suerte. Y la verdad, no es para menos.

«Macabre» resulta una película extrema que intenta homenajear el género de horror americano más clásico, con asesinos indestructibles y adolescentes promiscuos muy al estilo de «La Masacre de Texas» (1974) de Tobe Hooper o bien, un «Viernes 13″ (1980) de Sean S. Cunnigahm, sólo que multiplicado por diez. Porque definitivamente tratamos con una odisea visceral que no ha dejado indiferente a ningún amante del género. Aunque es cierto que el film no es original, los excelentes efectos especiales y los movimientos de cámara logran una tensión única, antes de que la avalancha de sangre se aproxime.

Los hermanos Mo se volvieron conocidos gracias a esta película, y no les pierdan la pista porque han ofrecido grandes sorpresas a lo largo de sus carreras. En el 2013 participaron en la antología de horror «V/H/S 2″ con su segmento Safe Haven, que por cierto, fue la mejor historia de todos los que participaron en ella. Nos narra el found footage de un grupo de documentalistas que tienen como proyecto grabar los actos de una extraña secta religiosa tailandesa. Mientras que en el 2014 volvieron a sorprender a la audiencia con su violento thriller psicológico «Killers».

9.- Dream Home – Pang Ho-cheung (2010)

Se le ha señalado por la crítica como el primer slasher de corte chino hasta ahora, que rinde tributo a filmes ochenteros con asesinos y adolescentes, muy en la misma línea de «Macabre» de los hermanos Mo. Sin embargo, «Dream Home» puede ofrecernos tintes más profundos aunque se trate de una película realmente violenta. Y es que posee una denuncia social al mercado doméstico de Hong Kong ante tan elevados costos inmobiliarios, y a las implicaciones de un gobierno corrupto que se une con el crimen organizado.

No es de extrañarse que un filme de horror ultra visceral tenga las agallas de crear crítica sociopolítica de este tipo, pues desde los orígenes del género ya se realizaba este ejercicio ante conflictos de tal magnitud, tal y como lo hacía el «Expresionismo Alemán” contra la Primera Guerra Mundial. Por ende, los filmes de horror actuales son perfectas respuestas que, con descarnadas escenas de mutilación, logran crear espejos de nuestra realidad ante conflictos modernos. Cine de terror, el perfecto medio contestatario desde siempre.

8.- Tokyo Gore Police – Yoshihiro Nishimura (2008)

Considerado como el Tom Savini de Japón, Yoshihiro Nishimura creó una obra realmente hilarante y grotesca, que si bien no es para tomársela en serio, pues logra codearse de formas sorprendentes con el cine de explotación, ocasionó mucha polémica en el 2008. Hablamos de un filme que toma elementos del mangaka o hentai japonés de ciencia ficción para mostrar una odisea futurista y distópica de un Japón infestado por un virus capaz de crear seres antropomorfos o mutantes.

Las escenas eróticas, gore y escatológicas del filme son una exageración, pero justo es la intención de esta película. Nishimura es un amante del pintor Dalí, y eso, en las creaciones de sus criaturas, se puede notar a la perfección. Seres híbridos, animales/humano. Aunque también alude a la transmutación de cuerpo tipo David Cronenberg muy al estilo «The Fly» (1986) aunque en esta película, más bien, a partes del cuerpo siendo sustituidas por armamento. Una locura nipona que hay que ver para creer.

7.- Grotesque – Koji Shiraishi (2009)

Cuando «Grotesque» salió en su tiempo la crítica la aborreció. Nadie era capaz de concebir semejante film escatológico que no hacía más que hacer honor a su nombre. Mientras que, los más fanáticos, en sus blogs dedicados al horror la llamaron: «la película que hace ver a «Saw» como un juego de niños”. Estamos frente un film que rinde homenaje a la tan temida CAT III (Tercera categoría) en el cine violento de Asia. Pocas películas del Siglo XXI han tenido la dicha de entrar en ella, puesto que los mejores ejemplos son del siglo pasado. «Dream Home», junto con «Grotesque», son las grandes excepciones.

La CAT III llegó a ser conocida en el resto del mundo gracias a una colección de películas tan sanguinolentas como realistas, que en su tiempo llegaron a creerse auténticos filmes snuff. Hablamos pues de las explícitas “Guinea Pig” que fueron tan populares en los 80s. Y es que resulta que 1992, Charlie Sheen (sí, el mismo Charlie que develó tener VIH positivo este año) vio la película de «Flower of Flesh and Blood» en casa del actor Chris Gore y al confundir la veracidad de las escenas contactó con el FBI para denunciarla.

De ahí, estos filmes fueron prohibidos en varios países y el escándalo ocasionado sirvieron como referente inmediato del cine de horror/gore japonés. Y «Grotesque» de Koji Shiraishi, sin duda, es nuestro referente más inmediato. Si se pudiera catalogar en algún género de occidente, sin duda ese sería el Torture Porn iniciado por Eli Roth. Y es que estamos en una línea similar al de «Hostal» (2005), pero aún mucho más violento y hasta cruel.

Obra que merece entrar en este top, porque son setenta minutos de mera tortura, humillaciones, vejaciones, mutilaciones, desmembramientos, sadismo y un largo etcétera que debes tener muy en cuenta si pretendes verla.

6.- Suicide Club – Sion Sono (2002)

Y aquí entramos en la categoría: Sono. Un director y poeta japonés sumamente interesante que muestra en todas sus películas una crítica social disimulada, entre el gore y la violencia que siempre es digna de analizar. «Suicide Club» tiene la dicha de ser su film más exitoso, pero también el más polémico hasta la fecha, precisamente por tener ese trasfondo rescatable. En esta ocasión, todo se inclina al hipnótico poder que ejercen los medios de comunicación y las figuras pop del espectáculo entre los jóvenes. No cabe duda que la película de Sono, en nuestra actualidad, quedaría a la perfección.

El film salta entre los géneros del gore, horror, suspenso y hasta cine negro que nos harán esperar en nuestros asientos, con excelente manejo argumentativo, a la develación final. Por ende «Suicide Club» no debe pasar desapercibida, pero tampoco olviden aquellas que quizás se encuentren opacadas por el éxito de esta joya del horror contemporáneo. Si hay que recomendar algo más de este director, sin duda alguna sería «Love Exposure». Un film satírico de cuatro horas de duración que genera una fuerte crítica teológica. Sobre todo, a la religión judeocristiana.

5.- Cold Fish – Sion Sono (2010)

La siguiente también es de nuestro querido Sono. Un film más reciente que ha recibido los aplausos pero también la censura en muchos países. «Cold Fish» es un metraje totalmente inclasificable. Tanto así que en la primera media hora no sabrás con exactitud qué clase de película estás viendo. A momentos pareciera ser un film común y corriente, de superación y hasta comedia; sin embargo, lo único que hace Sono es distraernos, porque cuando menos te lo esperes, el film tomará un importante giro que lo cambiará todo.

No te dejes engañar tan rápido, el film ofrece excelente suspenso y un manejo de tensión apoteósico que sólo nos prepara para lo que viene. ¿Y sabes qué es lo mejor? La película está basada en hechos reales. Así es, el film retrata los actos criminales de un conocido asesino en Japón. Un punto que eleva la película a niveles superiores y que nos hacen reafirmar la idea de que el peor monstruo no tiene colmillos ni garras. Puede ser cualquiera de nosotros.

4.- I Saw the Devil – Kim Ji-Woon (2010)

Vayamos unos años atrás, en el 2003, cuando el surcoreano Chang-Wook Park estrenaría su película de culto «Oldboy», siendo ésta parte de la famosa «Trilogía de la venganza”, serie de filmes que más ha caracterizado a su filmografía. Un thriller de culto que hasta el día de hoy se ha vuelto un referente inmediato en los thrillers psicológicos más álgidos y sublimes del cine asiático. Tanto así que se abrió una pequeña brecha entre los thrillers de Corea del Sur que intentaron emular la misma fórmula que Park. El film de Kim Ji-Woon, «I Saw the Devil», es uno de esos fantásticos y magistrales ejemplos.

Aquí no veremos vampiros, fantasmas ni mucho menos demonios. Los únicos monstruos capaces de cometer las atrocidades más espantosas radican en las manos de un hombre cualquiera, que en el fondo, no es más que un brutal asesino. Y de otro, que lo único que pretende es saciar su sed de venganza contra éste último. Este film intrigante y polémico posee muchas escenas tan violentas que pueden atentar contra la sensibilidad de la audiencia menos experimentada. Entre el thriller y el horror/gore veremos un letal juego del gato y el ratón. Del cazador y la presa en su más de dos horas de duración.

Sin embargo, lo peor no se encuentra en sus escenas gráficas como quizás muchos han de suponer, sino más bien, en su trasfondo. Uno que nos hará ponernos en la piel del que busca la venganza más dolorosa contra aquel a quien caza. Nos hará cuestionarnos, ¿qué tanto seríamos capaces, cegados por la ira y el odio, de obtener la sangre de nuestro enemigo, de ése que nos ha destruido la vida? Un film que lo único que hace es exponer la verdadera naturaleza del hombre en su máximo nivel. Kim Ji-Woon manejará esta historia con maestría, en un suspenso que te prometo, no te soltará.

En la misma línea que los filmes de Chang-Wook Park, «I Saw The Devil» es una cinta desagradable, no sólo por sus bien logradas escenas de violencia gráfica sino también por su doloroso desenlace. Una fábula maliciosamente nietzscheana que nos hará recordar en demasía la frase: “Quien con monstruos lucha, cuide de no convertirse a su vez en monstruo”.

3.- Audition – Takashi Miike (2000)

La primera vez que se estrenó «Audition» fue en el Festival de Cine de Rotterdam 2000. Aquella vez la audiencia había sido alta y una de las espectadoras no acostumbrada al género se levantó de su asiento para gritarle al director: «¡Tú eres el mal!” Este fue el inicio de la carrera de uno de los directores más emblemáticos del cine de horror japonés actual: Takashi Miike. En un conteo de las películas más polémicas de Asia, resulta casi indispensable agregar personalidades que cambiaron el género de distintas maneras hasta quedar en la Historia, como éste gran cineasta.

Y podría crearse todo un top especializado acerca de las películas de Miike, pero «Audition» es, sin duda, una de las más controvertidas de su filmografía. La mezcla entre el gore y el horror, el drama y el thriller, la hacen una pieza realmente única pero también extraña. De manufactura apacible y psicológica, el argumento encierra secretos perturbadores listos para develarse en el desenlace. Y no es cualquier película, directores tan viscerales como Eli Roth y Rob Zombie dijeron haberse aterrado tanto con ella. ¿Valdría la pena verla, no?

2.- Ichi The Killer – Takashi Miike (2001)

¿Lo ven? Takashi Miike es uno de esos grandes cineastas que vale la pena ser mencionado, así como Sion Sono, dos veces en un mismo conteo. «Ichi The Killer» también supuso un gran salto en la carrera de este cineasta, basado en el manga homónimo de Hideo Yamamoto estamos frente a un filme que salta de forma hilarante entre los géneros de la acción, thriller y horror con gore. A veces incluso, cayendo en el sin sentido extremo, pero esa es definitivamente una de sus grandes cualidades. Una que Miike ha sabido aprovechar en todos sus filmes, incluyendo los más recientes, como Apocalypse Yakuza (2015)

«Ichi The Killer» resultó ofensiva para la audiencia de inicios del siglo, que fue por cierto una gran época del cine de horror/gore asiático. Takashi Miike logra cautivar al público amante de la violencia otorgándonos experiencias de horror sin límites. El gore usado en sus películas resulta estético y tan bien maquillado en lo irónico, que lo vuelven tan reconocible de los del resto. Vale la pena conocer toda la filmografía de este director.

1.- Battle Royale – Kinji Fukasaku (2000)

Quentin Tarantino la tiene como su película favorita de toda la historia del cine. Tanto así que invitó a una de las jóvenes actrices de dicha película, Chiaki Kuriyama para que participase en Kill Bill (2003) haciendo del personaje Gogo Yubari. Battle Royale es el ejemplo perfecto de que las adaptaciones a la pantalla grande pueden superar con creces a la materia prima de la cual fueron basadas. El libro homónimo de Koushun Takami no sólo llegó a adaptarse a película, sino también a mangaka, siendo igual de bueno o hasta mejor.

Hablamos de una película de culto, de esas que tras el paso de los años va recabando innumerables fans y un importante halo que la vuelven pieza clave no sólo del cine gore, sino también del cine universal. Pero todo esto gracias a la controversia que trajo allá inicios de nuestro siglo. Verán, un año antes de su estreno, en 1999, ocurre la fatídica Masacre de Columbine perpetrada por los estudiantes Eric Harris y Dylan Klebold contra sus compañeros de clase y profesores. Uno de los hechos más trágicos que sacudió a EU y quedó en la historia. Esta fue una de las causas por las cuales «Battle Royale» se prohibió.

La temática central del libro, y que posteriormente recuperó la película, es acerca de una distopía nacida en Japón donde los problemas económicos abundan y la sociedad, como era de esperarse, cae en decadencia extrema. Los jóvenes, principales afectados de estos cambios sociopolíticos, comienzan a adoptar una actitud más rebelde en contra de las figuras de autoridad, siendo los profesores quienes reciben el peor trato. El caos en los sistemas estudiantiles se vuelve más grave y por consiguiente, es necesario optar por medidas más drásticas para recuperar la tranquilidad.

Es aquí donde se crea el «Battle Royale». Un juego de supervivencia real, donde los alumnos tendrán que enfrentarse a durísimas pruebas con el único fin de asesinarse unos con otros. Sí, sé lo que estás pensando, esto suena demasiado a una franquicia de Bet-Sellers actuales escrita por una mujer llamada Suzanne Collins. Bueno, ahora ya sabes de dónde surge la verdadera inspiración (para algunos el plagio) de “Los juegos del hambre”.

Debido a la matanza de Columbine, ésta película no alcanzó a estrenarse en casi ningún país más que Japón ese año. Se prohibió su venta y distribución debido a lo ocurrido en 1999. Se decía que exhibir un film donde los estudiantes de una misma clase se asesinaban entre ellos podría ser una mala influencia en EU, ocurriéndole algo similar a la infamia que trajo consigo «La Naranja Mecánica» de Kubrick en Europa, acerca del vandalismo juvenil de la época. Y por ende, «Battle Royale», en el 2000 llegó a ser acusada de inspirar todos los actos violentos vividos ese año en Japón.

Abriendo, una vez más, el cansado y absurdo debate de si los filmes que exponen escenas violentas pueden inspirarlas en la vida real. Es decir, una mimesis: la vida imitando al arte. Sin embargo, Billy Loomis, el asesino de la primera Scream (1996) puede ayudarnos a responder esto:

“Las películas de terror no crean a los psicópatas. Las películas de terror sólo hacen que los psicópatas sean más creativos”.  

Por ello, «Battle Royale» de Kinji Fukasaku es, quizás, la película asiática más controvertida de todo el siglo XXI… aunque injustamente.