Lado B
TRILOGÍA SOBRE LOS INFIELES
César Bringas
Por Lado B @ladobemx
22 de octubre, 2015
Comparte

 

César Bringas

 

 

1  (cuando el engañado no admite disculpas)

La verdad: lo único que quiero:

               -no, la palabra, no: lo que he guardado tantas veces

 

La verdad lo único que quiero es meterme muy dentro de mi cama. Porque si lo

piensas bien pasas casi la mitad de tu vida en un lecho (nupcial, de nacimiento, de

muerte). Por eso la verdad:

                                                                  lo único que quiero:

 

                                        -no, lo que prometiste no: porque es mentira: ahora lo sabemos

he pasado tanto tiempo bajo tierra, debajo de mí:

he guardado tanto tiempo la semilla:                          no para ti o para el sol,

       sólo lo mantuve bajo llave.                                   Nunca supe el por qué: era esto o la

                          violencia en la cama o  en la mesa o en el suelo o en la tumba

 

         me dieron una dirección cuando fui a preguntar: lote 51/ bloque 7 sur/ manzana 12 ya

                                                                         tenías guardado el lugar del último lugar que

                                        aplacarías con tu cuerpo: vacío el cuerpo

porque no hay virtud que dure tanto

 

la verdad lo único que quiero

no es  que llegues de repente y me preguntes qué me pasa

                              (¿Qué te pasa mi amor? ¿Qué demonios te pasa?)

 

no es el agua ni el azúcar ni el ritmo de lo desconocido. No.

(¿Quieres hablar? ¿Quieres coger? ¿Quieres que abrace

a los insectos sobre tu tumba?) No.

 

                                                            Porque esta como muchas otras podría mi ser mi tumba

o la de la persona que soñé que pasaría el resto

de su vida en el otro rincón de la cama.

 

                                                   La verdad: es lo único que quiero:

la verdad:                              o lo parecido a lo único que quiero.

 

2  (cuando el que engaña confiesa)

 

Habrá una fiesta aquí, y es lo que no importa después de todo lo único que necesito es un

baño donde lavar mi cara de ti.

  Después de ti.

Es verdad. Tenías razón. Me lo estoy cogiendo no es necesario usar nada más que mis

piernas. Después de ti: la vara alta:

la confianza: no.

Quedaría la opción de partir, pero no se puede, invertimos en una casa juntos porque

pensamos:

Después de ti: el diluvio: sólo la pasión: nopensamos en nada más.

Yo lo sigo intentando: dice alguien: yo lo sigo intentando: hacer algo cálido de este lugar:

un nido o un abrazo: para que alguien compre

no         la felicidad               no

pero sí este maldito lugar y entonces pueda partir.

En esto nos convertimos…

Íbamos a tener un bebé – y una vida grandiosa

no una fiesta, con una voz y un jardín alrededor.

          Aquí empieza el aire

una voz que nos persigue:

el cuerpo que ya no es tu cuerpo: posesivo: dice: que dentro de poco será la imagen del

pasado: que algún día :

podrás hablar de esto frente a alguien a otro cuerpo reorganizándolo todo en racimos de

uvas de año nuevo en una habitación:

 

dieciséis veces el silencio en esa habitación donde una voz te decía que ese ya no era

tu cuerpo: había una fiesta y un jardín:

 

-¿De esto se trata todo?

                                        -Sí, sin esperanza y sin precaución

                                        -¿Y cómo es el dolor?

                                        -Así, sin esperanza y sin precaución

 

La mano arriba: un ademan con el que se detiene un grito obediente

 

3 (disculpe las molestias, use vías alternas, uno no tiene la culpa de las infidelidades que su sensualidad cause)

 

Las hijas de los nietos de mis hijos

correrán por una llanura seca a la que

nombraré «aquí yace la vida que nunca

tuvimos juntos, porque alguien tuvo miedo».

 

Era yo la daga en el pan y pez fugado

de la red. Era yo el viernes que nunca

llegó después de tanto esperar.

 

He aguardado demasiado tiempo buscando mi lugar entre lo que no digo y riendo de lo que

decían  pues  nunca esperé que alguien me regresara

el golpe.

 

Todo sea por ellos: los chicos de pelo largo que me callaban con un movimiento de caderas

sueltas, veloces como cometas,asteroides fugaces  que levantaron mi educación

sentimental.

 

Un par de Rómulos y Remos que no se sabían estar quietos y yo jugando

a ser la Loba Capitolina: ¿mi recuerdo

durará mil años?

 

Durará lo que duraban los  polvos de un par adolescentes

que desafiaban al aire una mañana

en la que dios no miraba.

 

Todo sea por ellos. Ahora tengo todo

lo que siempre quise

ahora empieza lo difícil.

Comparte
Autor Lado B
Lado B
Información, noticias, investigación y profundidad, acá no somos columnistas, somos periodistas. Contamos la otra parte de la historia. Contáctanos : info@ladobe.com.mx
Suscripcion