Amira George

Antes de entrar en tema he de hacer una confesión. Si hay algo que me molesta son los esnobs de la cultura popular. No me considero una especialista en la materia, soy solo una niña geek que pasa demasiado tiempo viendo series y películas en vez de hacer cosas de más provecho. Eso no me hace una persona con una voz reconocida para hablar sobre estos temas y sólo vierto en estas líneas mi opinión personal sobre lo que me topo en el camino.

En cambio, hay personas, cercanas, lejanas, incluso que no conozco pero que he escuchado en algunos podcasts que toman posturas de intelectualoides de café, que si las cosas no se hacen de cierta manera, si no es “arte” en sí, es basura. Para ellos sólo un comentario: sí, hay ocasiones en las que las películas están hechas de tal manera, visual y narrativamente, que merecen un lugar especial, pero la gran mayoría de las producciones que se hacen, tanto para la pantalla grande como la chica, como la computadora, están hechos con un fin en particular: entretener.

De ahí entra una cuestión subjetiva, algunos encontrarán entretenidas unas cosas, otros no, pero la cuestión es que están ahí, en espera de algún público que las aprecie y las disfrute. No todo tiene que ser arte. Algunas cosas por más simples y vanales que sean pueden llegar a ser disfrutables. Get off your high horse -expresión en inglés que por falta de una traducción fiel se podría explicar como “dejen de mamar”-.

Esta catarsis para sacar un poco de la molestia de esas posturas alzadas que critican todo, es para poder entrar sin tapujos a hablar de la serie de esta semana: Scream Queens. ¿La razón? Pues el programa es tan simple, tan tonto en ocasiones, que siento que recibiré mentadas de madre por gastar mi tiempo con algo tan malo. Pero es la cosa, es tan simple que es muy buena.

Desde el primer capítulo no he podido quitarme la impresión de que es una parodia, tanto de las películas digamos tradicionales de miedo o slasher -películas en las que un asesino enmascarado anda haciendo sus relajos-, y de la juventud actual -sí, sé que la expresión me hace sonar como una anciana-.

La historia se centra en un grupo de chicas que pertenecen a una fraternidad en una universidad de Estados Unidos, que un día de buenas a primeras son perseguidas por un asesino vestido en un traje de diablo rojo, y cuya presencia está vinculada con un hecho ocurrido 20 años atrás.

Esto suena muy común de las películas tipo «Scream», «I Know What You Did Last Summer» y similares, pero las situaciones se llevan de tal manera que no hay forma de tomar nada de lo que pasa en serio. Las escenas son tan exageradas y tan irreales que de miedo, cero.

A la historia de asesinatos y ataques llevados a un extremo de burla -al grado que hay un personaje al cual le cortan los brazos y anda corriendo por todos lados sin estas extremidades-, se suma una crítica a la forma de ser de los adultos jóvenes de hoy. La chica rica que todo debe tener y si no lo tiene hace berrinche de niña chiquita, el chavo rico que le dice una y otra vez a su novia que la única razón por la que están juntos es porque ella es sexy y rica -lo cual a ella le encanta-, incluso la chica que al ser asesinada su última acción es escribir en su cuenta de Twitter.

Repito, esas son cosas que no pueden tomarse en serio. Aunque claro, hay quienes sí han llegado a sentirse ofendidos con las expresiones que usa en ocasiones el personaje principal Channel -interpretado por Emma Roberts-, quien es una chiquilla odiosa y malcriada, que trata a todos como si debieran adorarla. Es de esos personajes que imposible no amar odiar.

Uno de los personajes que merecen especial mención es el de la rectora de la universidad Cathy Munsch, interpretada por Jamie Lee Curtis -quien incluso saltó a la fama con la saga Halloween, una película de las que se podría llegar a burlar la serie-, quien no sale tanto como uno quisiera, pero que sus escenas son de las mejores de toda la serie.

La serie fue creada por la mancuerna Ian Brennan, Brad Falchuk, Ryan Murphy, estos dos últimos responsables de American Horror Story, además de que Murphy es la mente detrás de Glee, por lo que incluso podríamos decir que un poco del humor y exageración de la serie es una mezcla extraña entre estas dos series para dar una cosa muy simple pero muy entretenida. La mejor recomendación para alguien que esté en busca de un nuevo gusto culpable.

Y digo esto, porque esta no es una serie que uno ve si quiere pensar, reflexionar sobre la vida y la realidad jodida en la que vivimos como han sido las últimas dos recomendaciones. Este es un programa de esos para apagar tu cerebro por una hora al final de la noche, ver cosas chistosas y exageradas en la televisión, hasta un poco de violencia para soltar un poco del estrés de la vida cotidiana, y ya. Es un programa para entretener. Y en mi opinión, le guste a quien le guste, su simpleza ayuda a que cumpla con ese fin.

https://youtu.be/-FtenR69qmk