Lado B
Atroz: violencia gráfica como crítica social
Una peli para quienes tienen mucho estómago y ganas de reconocer que el cine de terror es más que zombies y demonios
Por Eric David Montero @
29 de octubre, 2015
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Foto: Omar Rojas

Foto: Omar Rojas

Eric David Montero

@ericdmontero

Todo comenzó en 2012, Lex Ortega grabó con un iPhone 4 a manera de snuff, un video en donde se mostraba la tortura a un travesti. El objetivo era hacerlo viral en internet y causar un desorden en las redes sociales, pues la secuencia grabada no tendría crédito y tampoco se sabría del autor del martirio. Incluso no importaba si se contaba o no una historia, simplemente se trataba de mostrar un video shocking que llamara la atención de la gente.

En 2014 se realizó un segundo cortometraje con escenas que muestran diversas filias; desviaciones mentales de quienes graban las torturas que dan a sus víctimas, y la forma cruel en que son asesinadas. Un año  más tarde, al ver que ya se tenían más de 30 minutos de grabación, deciden darle una trama para que todas las secuencias grabadas tuvieran una historia que contar.

“Me parece impresionante verla en pantalla, después de todo lo que nos costó y todo lo que tuvimos que hacer, era mucho el trabajo de muy poco crew. No teníamos manera ni recursos ni tiempo ni nada. Hacer este esquema de producción nos ayuda bastante para poder lograrlo”, dice Abigail Bonilla Vargas, productora de la cinta Atroz que fue presentada durante esta edición del Mórbido Film Fest, que se lleva a cabo en la ciudad de Puebla.

A pesar de la temática, Abigail considera que sí hay público para este tipo de cine, aunque refiere que hay que tener un estómago bastante fuerte para verla. Asimismo, abundó en la necesidad de hacer ver al público que el terror en el cine va más allá de zombies, seres demoniacos y sobrenaturales.

[pull_quote_right]Estas cosas y desviaciones sí existen, y a mí en lo personal eso es lo que más me da miedo y eso es lo que quisimos reflejar en Atroz, que son puras situaciones reales, que sí pueden estar ahí[/pull_quote_right]

La cinta que dirige Lex Ortega pasa del tortur porn al sadomasoquismo, después a la coprofagia, la excitación por la sangre, la necrofilia y el asesinato brutal, teniendo como primera víctima a un travesti que subió a su automóvil en alguna calle de la ciudad de México.

“En el tortur porn generalmente son chicas. En el corto que hicimos me pareció interesante que fuera un travesti. Como largometraje fue una búsqueda como un poco ya más clavada de ver comportamientos de asesinos seriales de estas parafilias, de estas desviaciones. Leyendo muchos casos y construyendo la historia”.

El terror que maneja Lex Ortega va más enfocado a lo terrenal, a lo que puede estar pasando en la casa de a lado o las cosas que pueden estar dentro de la mente de un vecino o familiar. “Estas cosas y desviaciones sí existen, y a mí en lo personal eso es lo que más me da miedo y eso es lo que quisimos reflejar en Atroz, que son puras situaciones reales, que sí pueden estar ahí”.

Atroz no es una cinta para todo público pero, si hay alguien que disfrute del morbo y de la violencia gráfica desde la perspectiva de Lex Ortega, es bienvenido. Sin embargo, el director de esta cinta refiere que va más allá de lo que se presenta en pantalla, “que en realidad vean el conflicto que se está presentando es una muestra y una crítica social y política muy fuerte. Me gustaría que fueran más por ese lado”.

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Eric David Montero
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