Lado B
Cuestionan historial de empresas de Slim, como Minera Frisco
En opinión del investigador Omar Escamilla, a la compañía que opera en la Sierra Norte del estado no le importan las comunidades indígenas
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
30 de septiembre, 2015
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Comunidad de Tetela de Ocampo. Foto: Ana Karen de la Torre

Comunidad de Tetela de Ocampo.
Foto: Ana Karen de la Torre

En opinión del investigador Omar Escamilla, a la compañía que opera en la Sierra Norte del estado no le importan las comunidades indígenas

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Minera Frisco, propiedad en un 75 por ciento de Carlos Slim, tiene presencia en la Sierra Norte de Puebla. La minera antes era parte de Grupo Carso, también propiedad del magnate mexicano. Esta última es una de las compañías que participan en la segunda ronda de licitaciones para hacer explotación de hidrocarburos en aguas someras en México. La organización PODER hizo un análisis de las empresas que buscan ingresar al negocio de los hidrocarburos y denunció varias irregularidades y focos rojos.

Omar Escamilla, investigador de PODER y uno de los analistas que realizó el informe, dice que hay una relación «muy interesante» entre Minera Frisco y Grupo Carso. Si bien la minera ya no es propiedad de la compañía como tal, sigue siendo de Carlos Slim. Además, Frisco ha tenido conflictos no sólo en Puebla, en la Sierra Norte, sino en otros lugares, como Zacatecas.

Frisco tiene presencia concretamente en el municipio de Tetela de Ocampo, a través de la Mina Espejeras. Desde 2011 la compañía ha tratado de hacer exploración para buscar oro, pero la organización y oposición de las comunidades detuvieron el proyecto con base en el derecho de los pueblos indígenas a decidir sobre sus territorios, ya que el mismo se inició sin una consulta pública.

Sin embargo, explica Escamilla, no es la voluntad del pueblo ni el respeto a la consulta pública lo que ha detenido a Frisco, sino los problemas económicos que atraviesa a nivel empresarial: “Aunque el proyecto (…) se encuentre en este momento parado, no se debe a una cuestión de que la empresa crea que tiene que hacerle caso a las comunidades. Se debe, desde mi punto de vista, a que Minera Frisco viene enfrentando un problema muy grande, en términos de su deuda corporativa, que es del doble de sus ingresos, y esto ha ocasionado que su valor en el mercado haya caído mucho y, por lo tanto, que no tenga influjo en efectivo para realizar nuevos proyectos de explotación de oro”.

La lucha de los pobladores de Tetela ha sido una de las más sonadas dentro de la resistencia en Puebla, sobre todo en la región norte de la entidad, contra la presencia de megaproyectos extractivos mineros, de hidrocarburos e hidroeléctricas.

[pull_quote_right]“No tienen una conducta empresarial impecable sino al contrario, son empresas con problemas que tenemos que analizar y en el negocio de los hidrocarburos, que es un negocio altamente vinculado a desastres ambientales, entonces ese tipo de conducta puede incrementarse con una empresa, por afectar los derechos de las comunidades donde realiza labor”[/pull_quote_right]

Sin embargo, el proyecto todavía no ha sido cancelado, por lo que el riesgo de exploración y explotación en busca de oro sigue siendo inminente. Aun así, y pese a la crisis que atraviesa Frisco, el año pasado la compañía de Slim fue la tercer corporación que más oro extrajo del subsuelo mexicano, sólo por detrás de Goldcorp y Fresnillo.

En la presentación del informe realizada este lunes 28 de septiembre en la Ciudad de México, Escamilla mencionó el conflicto en Puebla. Pues si bien Frisco no entra propiamente en la segunda ronda de licitación para explotación de hidrocarburos, sí lo hizo Grupo Carso, al que pertenecía. Al respecto, el investigador cree que es necesario ver el comportamiento en general de todas las empresas de Slim, pues tienen un historial discutible.

“Hay una serie de situaciones –expone- que demuestran que Carso no tiene una buena conducta empresarial”. Y esta empresa, así como Minera Frisco, tiene nombre y cara: Carlos Slim. “No tienen una conducta empresarial impecable sino al contrario, son empresas con problemas que tenemos que analizar y en el negocio de los hidrocarburos, que es un negocio altamente vinculado a desastres ambientales, entonces ese tipo de conducta puede incrementarse con una empresa, por afectar los derechos de las comunidades donde realiza labor”. Si bien en Tetela, Slim no está en el negocio de la extracción de hidrocarburos, sí ha generado problemas sociales y descontento con el conflicto minero de Mina Espejeras.

Frisco no representa un problema inminente sólo en el estado de Puebla, pues según cifras de la Secretaría de Economía citadas por Escamilla, hasta abril de 2015 tenía 746 concesiones mineras en todo el país, que equivalen a derechos mineros para extraer minerales en más de 9 mil 500 kilómetros cuadrados en varios partes de México.

Focos rojos también en explotación de hidrocarburos

Dentro de la 2a ronda de licitaciones para explotar hidrocarburos está grupo Carso, y otras empresas como Halliburton que tiene un historial “bastante negro”, según Escamilla. Esta empresa en 2013 operó un pozo para Pemex que se incendió por casi 47 días, tiempo en el cual se quemaron hidrocarburos, lo que generó una pérdida económica de alrededor de 7 mil millones de pesos: “fue una pérdida económica muy grande por una mala gestión de Halliburton”.

Este grupo, al igual que la compañía Abas, tienen presencia en la Sierra Norte poblana. Abas trabaja con la extracción de hidrocarburos en el municipio de Francisco Z. Mena, al norte de Puebla, colindante con Veracruz. La empresa se llama EWF y es propiedad de Grupo Bal, en un negocio conjunto con Watercorporation, que también hace explotación en esa zona de la entidad.

Entre las empresas con presencia en la Sierra Norte, de las cuales PODER también hizo un análisis contenido en un informe sobre la estructura de negocios de la industria de hidrocarburos, está Inbursa –del cual también es accionista Carlos Slim– que aseguraba a Pemex, así como a Halliburton. Esta  última tenía una concesión para la explotación en la zona norte de Puebla, junto con Abas y Watercorporation.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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