Lado B
Ayotzinapa: por qué la PGR ocultó un quinto autobús
El informe de GIEI sugiere que el ataque a los estudiantes podría deberse a una trágica casualidad relacionada con el tráfico de drogas de Guerrero a Illinois
Por Karen De la Torre @
07 de septiembre, 2015
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Karen de la Torre

@karelampia

Ya había cinco autobuses tomados en la Normal Rural, Raúl Isidro Burgos: tres habían sido tomados por normalistas de 3° año y dos por los de 2°. Necesitaban más.

Así, cerca de 100 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, salieron el 26 de septiembre del 2014 a las 5.30 de la tarde, hacia Iguala, en dos autobuses de la línea Estrella de Oro (el 1568, y el 1531). Casi todos eran del primer año, menos ocho.

A días de que se cumpla un año de este evento, poco menos de la mitad de esos estudiantes se encuentran desaparecidos.

La toma de autobuses en Iguala

Al llegar a la Central de Autobuses de Iguala, los estudiantes normalistas decidieron tomar tres autobuses: dos de la compañía Costa Line (el 2012 y el 2510) y uno del que no habla la Procuraduría General de la República (PGR), pero reconoce en su expediente, el Estrella Roja 3278.

“Nos vamos a la Normal de Ayotzinapa”, le dijeron entre 8 y 10 estudiantes a un chofer, mientras se encontraba descansando en una unidad Estrella Roja, que operaba. En este punto el chofer declaró ante la PGR que no sintió seguro el autobús y los estudiantes se bajaron para tomar otro; aunque no, en el expediente de la misma institución se dice que este 5to autobús fue destruido inmediatamente por los estudiantes al salir de la central. Y no, tampoco.

El “Informe Ayotzinapa” realizado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), indica que la versión más certera de qué pasó con este camión la tienen los estudiantes: las declaraciones que se refieren a este autobús son consistentes y coinciden con los hechos.

El autobús salió de la central camionera, conducido por uno de los estudiantes, identificado como “F” en el documento de la investigación del GIEI:

“Mi decisión fue salir por la parte de atrás. Después, unos kilómetros más adelante, el chofer me dijo: aguántame un rato que viene una mujer a traerme unos papeles. Le marco A  y me dice que estamos todavía saliendo por las calles. Como no llegaba la muchacha con los papeles, tras unos 5 minutos le dije al chófer que nos fuéramos. De nuevo el chofer me dijo que esperáramos, hasta que llegó la muchacha y trajo los papeles. Estuvimos detenidos unos 12-15 minutos”, relata F, estudiante de la Normal. (Sic)

Cuando el autobús Estrella Roja llegó a la zona donde se encuentra el puente de Chipote, frente al Palacio de Justicia de Iguala, ya había sido atacado el Estrella de Oro 1531 de sus compañeros, se calcula que de este camión desaparecieron entre 13 y 15 estudiantes.

El Estrella Roja llegó a la escena del Palacio de Justicia alrededor de las 10.30 pm, entre 15 y 20 minutos después del Estrella de Oro 1531. Los estudiantes de esta unidad fueron amenazados y encañonados por la policía, de tal manera que huyeron hacia un cerro.

En los reportes al 066 que se anexan en el informe, se rescata el que hicieron los vecinos al ver a los normalistas huyendo: “Entre las 23:33 y las 23:37 horas se reporta que sobre la carretera van caminando alrededor de 20 jóvenes con palos, piedras y machetes, van con dirección de la colonia Tomatal al centro de Iguala. La llamada menciona que vio un autobús Estrella de Oro abandonado con los vidrios rotos y las llantas ponchadas”, los expertos hacen la precisión de que no se pudo constatar si los estudiantes llevaban machetes.

Página 86 del "Informe Ayotzinapa"

Página 86 del «Informe Ayotzinapa»

¿Por qué la PGR no menciona al quinto autobús en su investigación?, ¿por qué se dice que éste fue destruido?

En la consignación de hechos por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero (PGJEG), los normalistas en sus declaraciones mencionan al camión Estrella Roja, sin reparos; a pesar de ello y de manera extraña las inconsistencias en la recaudación de los hechos se hacen notar. El Grupo de expertos exhibe una serie de contradicciones graves y omisiones al momento en que la PGR se refiere al quinto autobús:

  • El quinto autobús es inexistente en la historia oficial, y no se ha proporcionado información alguna por parte de la Procuraduría al respecto de la omisión.
  • En las consignaciones del 20 de diciembre de 2014 y del 2 de enero de 2015, se afirma que el tercer camión fue destrozado y dejado a las afueras de la Central Camionera. La versión de los estudiantes no coincide, y es la versión de los estudiantes la que se ha podido constatar.
  • El GIEI pidió realizar una inspección al autobús Estrella Roja tomado por los estudiantes, sin embargo hubo notorias diferencias entre el Estrella Roja descrito por los mismos y visto además, en el video de seguridad de la central camionera, y el presentado, por lo que no pudieron hacerse conclusiones precisas.
  • El testimonio de chofer es contradictorio con las pruebas documentales que se pudieron obtener.
  • Todas esas inconsistencias y contradicciones evidentes muestran la sospecha de que bajo esas circunstancias se esconden aspectos importantes a considerar. Y que estos pueden tener que ver con el modus operandi y la motivación de la agresión.
  • Dicho autobús, fue el único que no fue atacado violentamente esa noche.

El ocultamiento de este quinto autobús toma especial importancia en la investigación del Grupo de Expertos, pues lo vinculan con el modus operandi del cártel Guerreros Unidos para traficar con heroína y cocaína en una ruta que va desde Guerrero a Illinois.

[pull_quote_right]“La acción de tomar autobuses por parte de los normalistas, […] podría haberse cruzado con dicha existencia de drogas ilícitas (o dinero) en uno de los autobuses, específicamente en ese autobús, Estrella Roja”[/pull_quote_right]

“Según las informaciones recogidas, Iguala es un lugar de tráfico de heroína muy importante y, según la información pública, una parte de ese tráfico se haría mediante el uso de algunos autobuses que esconden dicha droga de forma camuflada”, se lee en el informe.

En la primera quincena del mes de diciembre del 2010, algunos medios de alcance nacional publicaron notas referentes a la captura de “cabecillas” de Guerreros Unidos en Illinois, y se dijo en esas notas que el grupo criminal tenía la zona controlada. Desde entonces se cuenta con el dato de que los Guerreros Unidos adecuaban compartimentos especiales a los autobuses para transportar en estos los estupefacientes.

Los ataques estaban coordinados y dirigidos con objetivos claros: no dejar salir de Iguala a los cinco autobuses tomados con dirección a Chilpancingo. De esta forma, se cree que el ataque al autobús del equipo de fútbol de los Avispones fue un error; se confundió “en concreto con el 5º autobús Estrella Roja que era el único de los cinco autobuses que no había sido detenido. Además, dado que el autobús de los Avispones había pasado minutos antes por el retén de la policía municipal a la salida de Iguala, los autores de los disparos sabrían probablemente que circulaba un autobús en esa dirección.”, se detalla en el texto.

Es decir, los expertos plantean que los acontecimientos del 26 de septiembre del 2014, podrían obedecer a una trágica coincidencia: “La acción de tomar autobuses por parte de los normalistas, […] podría haberse cruzado con dicha existencia de drogas ilícitas (o dinero) en uno de los autobuses, específicamente en ese autobús, Estrella Roja”.

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Karen De la Torre
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