Enredados, de Juan Manuel Gaucher.
Foto: Cortesía

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

¿Quién no conoce las tandas? Tal vez alguna tía te hizo entrar a una. Se trata de, a base de un sistema de cooperación y confianza, ahorrar en colectivo de manera informal. Este tipo de modelo ha inspirado también a un taller-galería en Cholula para la venta accesible de arte.

El proyecto se llama Semillero de coleccionistas y surge en Impronta Lab al buscar una estrategia de venta de arte que beneficiara tanto a los autores como al coleccionista.

–Nuestra principal motivación fue empezar a formar público –dice Marcela Intani, directora de Impronta–, empezar a brindarle herramientas al coleccionista para poder invertir, que conozca nuevos autores y poder posicionar la idea de que el arte puede ser accesible para todos. Y esto en definitiva también es un gran apoyo para que los autores sigan produciendo, para que se sigan dando a conocer.

Desde hace 4 años, en el Semillero de coleccionistas se lanza un catálogo con más de 100 obras de diferentes artistas para que los potenciales coleccionistas elijan una o más obras (ya sea de un solo artista o de diferentes) que sumen la cantidad de 12 mil pesos. Ese total se paga a lo largo de 1 año, es decir, se invierte mil pesos mensuales en arte.

La apuesta de Impronta, además de brindar este sistema paulatino de pago es asegurarle al coleccionista, a través de asesorías, que las piezas que están por adquirir son de artistas que trabajan en activo y que ya tienen una consolidación en el mundo del arte contemporáneo, lo que asegura su inversión.

Peces, de Fernando Diyarza.
Foto: Cortesía

En esta ocasión son 34 los artistas participantes y un total de 120 obras. Esa selección puede conocerse de manera física en la galería de Impronta (3 poniente 310, San Andrés Cholula) o de manera virtual en este link. La exposición física estará disponible hasta el 30 de agosto y se inauguró dos meses atrás.

Entre los artistas participantes este año se encuentran: Alberto Ibáñez Cerdá, Antonio Álvarez Morán, Dulce Pinzón, Emilio Said, Juan Manuel Gaucher, Juan Bautista, María Eugenia Jiménez Melo, María Luisa García del Callejo, María Camacho, Fernando Diyarza, Jorge Llaca y Patricia Fabre.

–El objetivo es que se inicien en el coleccionismo, que tengas una obra de calidad, que inviertas en arte y que aumente tu patrimonio a través de una inversión garantizada.

Entre los criterios para seleccionar obras para el catálogo es que el artista esté trabajando de manera constante, que exista un hilo conductor entre cada serie de obras que presenta y que el soporte  de la obra tenga durabilidad, es decir, que por sus materiales el coleccionista pueda estar seguro que la pieza tendrá un periodo de conservación duradero.

El catálogo de esta cuarta edición comenzó a difundirse hace 2 o 3 meses con la inauguración de la exposición de las piezas, la tanda empezará a principios de septiembre y terminará en agosto del próximo año.

Para esta edición aún quedan disponibles dos lugares, que esperan cubrir antes que inicie la tanda aunque ese no es una limitante, ni para empezar la tanda ni para incluir a otro coleccionista después de septiembre.

Los coleccionistas que participan en el Semillero obtienen sus obras al segundo mes de empezar la tanda, es decir, en octubre, todo estipulado claramente a través de contactos para que puedan tener a disposición las obras lo más pronto posible.

Durante estos 4 años, y dado que la difusión del proyecto se hace también a través de internet, hay coleccionistas no solamente de Puebla, sino también de ciudades como Querétaro, Morelos, Guadalajara y sobre todo del Distrito Federal.

Todos los años la gente que participa se va renovando y, por otro lado, algunos vuelven a participar, pues tienen algunas personas que han participado hasta en tres ocasiones. Marcela considera que el evento se va convirtiendo en algo cada vez más frecuente o familiar.

Su público principal son personas que están interesados en el arte aunque no tienen que ver con la producción o la crítica artística. De hecho, muchos de los coleccionistas, profesionistas jóvenes, están vinculados al área educativa.