Foto: Marlene Martínez

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

El ruido de los autos sobre la Atlixcáyotl siempre es estridente y se funde con el calor del medio día. Los transeúntes caminan junto al CCU y mientras avanzan al ritmo de sus prisas, van volteando cada dos pasos para ver las imágenes colgadas en las rejas que rodean el edificio. Quien tiene tiempo se detiene a tomar fotos. Pocos son los que pasan indiferentes.

En las imágenes se muestran máscaras de luchadores, formas humanas que evocan los movimientos acrobáticos de la lucha libre, así como sus personajes, sus historias y todas las metáforas de lucha a las que puede evocar. Son 90 imágenes que rodean al Complejo y que provienen del trabajo de talleres gráficos de todo el país y algunos incluso de otros países como Colombia o Argentina.

Una pieza le pasa la estafeta a la siguiente, como en los relevos australianos, esa dinámica de lucha libre donde los participantes se presentan en equipos y pelean individualmente, hasta que con un choque de manos con alguno de sus compañeros entran en su lugar al ring.

Foto: Marlene Martínez

La idea surgió en 2014 y el proyecto arrancó en Zacatecas a cargo del artista visual Pedro López Recendez. La idea era que cada taller gráfico del país fuera como un equipo de lucha y realizara una obra gráfica que competiría simbólicamente con las obras de otros talleres. La gente votaba por su equipo favorito y así se hacía una especie de competencia, aunque en realidad, el objetivo era más bien lúdico, que se afianzara la comunicación entre los diferentes artistas y talleres.

En total fueron más de 200 imágenes las que resultaron de dos rondas de competencia. En las rejas del CCU se muestran 90 piezas que fueron elegidas al azar. La exposición se inauguró el pasado 25 de junio y fue resultado de la iniciativa del artista gráfico poblano Carlos Flores Rom, quien buscó un lugar donde exponer el resultado de aquel proyecto en el que Puebla participó también desde el Taller de Tótem Galería, que quedó entre los 8 finalistas, aunque el ganador fue un taller de Oaxaca.

–Uno de los objetivos es compartir, colaborar, la unión de talleres por la gráfica nacional… y como plus se hizo a manera de concurso –dice Carlos Flores en entrevista para Lado B–, el  premio era en especie: 60 pliegos de papel. Cada pliego cuesta como 110 pesos, eran como 6 mil pesos en total y repartidos entre los colaboradores, tocaba de a 20 pliegos de papel para cada quien.

La idea inicial de Carlos era exponer las obras originales (miden 1 metro por 38 centímetros), pero considerando su exposición al aire libre, se optó por tomar un registro digital y ampliarlo para imprimirlo y mostrarlo en un formato diferente al original.

–El día de la inauguración se robaron dos –dice Carlos entre risas–, es algo que da gracia, nunca nos había pasado, pero es bueno porque quiere decir que les agrada, lo están tomando… es como una apropiación. Afortunadamente no eran los originales, se repusieron y no pasó nada.

Foto: Marlene Martínez

Carlos está planeando organizar una mesa de trabajo con la participación de Pedro López Recendez y otros artistas gráficos de diferentes puntos del país para tener diálogo y retroalimentación con alumnos, artistas y el público en general.

El tema de la lucha libre, según Carlos, fue un mero pretexto para realizar este proyecto, aunque al mismo tiempo resultó el tema ideal para ser del gusto de cualquier público, y el hecho que se exponga en un espacio abierto le queda justo a la medida.

–Yo no me lo imagino en una galería, a lo mejor perdería esa esencia de lo popular, el ruido y todo esto… -dice mientras se escucha un claxon en la avenida, como el reclamo de alguien entre el público en la arena.

Relevos Australianos estará expuesta en las rejas del Complejo Cultural Universitario de la BUAP hasta finales de agosto y se está planeando moverla a otros espacios en diferentes ciudades.