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Espacios que favorecen el aprendizaje de adultos en zonas rurales
El programa de alfabetización se enriquece con otros proyectos como “Bibliotecas Comunitarias”
Por Lado B @ladobemx
10 de junio, 2015
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Del 2001 a la fecha, a través del Centro Universitario de Participación Social (CUPS), la BUAP ha contribuido a disminuir el rezago educativo en el estado de Puebla, con la alfabetización de 4 mil 241 adultos, de 108 comunidades de 24 municipios, a través de nueve campañas en las que han participado 537 estudiantes del nivel medio superior.

Gracias a las campañas de alfabetización para adultos que organiza cada año el CUPS, la BUAP brinda un espacio de aprendizaje a grupos sociales vulnerables, de comunidades rurales del estado. Este año, el programa inicia el 8 de junio, con la intervención de 73 estudiantes que alfabetizarán en los municipios de Cuyoaco, Ixtacamaxtitlán, Libres y Tepeyahualco.

El CUPS tiene diversas propuestas metodológicas para la enseñanza, así como un esquema que indica las etapas de aprendizaje por las que deben pasar los adultos.

“Trabajamos con el método de alfabetización de palabra generadora de Paulo Freire y con diversas estrategias que nosotros hemos desarrollado. Conforme las personas mejoran sus habilidades de lectura y escritura, les enseñamos temas de geografía, historia, ciencias sociales, civismo y matemáticas, con el fin de reforzar sus conocimientos”, señaló Mirta Figueroa Fernández, coordinadora general del CUPS.

En esta labor social, se cuenta con la colaboración de otras dependencias de la BUAP, como la Biblioteca Central Universitaria que organiza actividades enfocadas a fomentar la lectura entre niños, jóvenes y adultos, además de contribuir en la creación de bibliotecas comunitarias. De igual forma, la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM), cuyos académicos imparten talleres sobre construcción de telescopios. En este año participará también el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), con conferencias sobre ciencia. De esta manera, el programa se enriquece con otros conocimientos.

A la fecha existen cuatro bibliotecas comunitarias, ubicadas en las comunidades de Vista Hermosa, en el municipio de Cuetzalan; Zaragoza, en Ixtacamaxtitlán; el ejido Ricardo Flores Magón, en Tuzamapan de Galeana; y Paso del Jardín, en Jonotla. Este proyecto llamado “Bibliotecas Comunitarias” consiste en crear espacios de lectura en las regiones donde han alfabetizado, con el objetivo de que los adultos continúen la práctica de la lectoescritura .

En el programa de alfabetización para adultos participan alumnos de las preparatorias urbanas de la BUAP, quienes viajan a las comunidades y se instalan durante nueve semanas para enseñar a leer y a escribir a personas adultas.

“Cada año nos llevamos entre 60 y 80 jóvenes, vivimos en una escuela o casa que nos proporcionan las autoridades de los municipios o comunidades, ahí instalamos los muebles y electrodomésticos necesarios para habitar los dos meses que dura el programa. Nos organizamos para que cada quien tenga una labor en la casa; por la mañana los chicos hacen sus labores y en la tarde dan clases de 15:00 a 21:00 horas en casas, colegios, iglesias o en donde la gente pueda tomarlas”, refirió Mirta Figueroa.

La experiencia ha resultado enriquecedora: “los muchachos adquieren una vocación social y se dan cuenta de la realidad en la que viven muchas personas en comunidades del estado, aparte de que tienen la oportunidad de aprender mucho de los adultos de esos lugares”, comentó Mirta Figueroa.

 “Niños sin Escuela”

Además de las campañas de alfabetización para adultos, el CUPS desarrolla el programa “Niños sin Escuela”, cuyo objetivo es brindar un espacio de aprendizaje a menores que por diversas circunstancias no tienen acceso a la educación básica.

El Cerro del Marqués, en la junta auxiliar de la Resurrección, la cuarta sección de San Miguel Canoa y Barranca Honda son las colonias donde se ha puesto en marcha el programa, a través del cual se atiende a niños y jóvenes de 4 a 18 años de edad, con quienes trabajan en tres ejes principales: alfabetización, lógica matemática y educación para la convivencia.

De manera paralela, se lleva cabo el proyecto “Seguridad Alimentaria”, que consiste en crear huertos escolares para que aprendan a producir alimentos sanos. Hasta el momento se ha impulsado en escuelas de La Resurrección y San Miguel Canoa, con la asesoría de académicos de la Facultad de Ingeniería Química de la BUAP.

Una experiencia que retroalimenta

A lo largo de nueve campañas de alfabetización, la respuesta de las comunidades siempre ha sido buena: “la gente se siente muy contenta y agradecida con el trabajo de los jóvenes de preparatoria, nos han abierto las puertas de sus hogares y nos han hecho sentirnos parte de su comunidad”, opinó Mirta Figueroa.

“Es muy enriquecedor levantarte cada día y saber que estás trabajando en algo que puede cambiar para bien la vida de alguien, y que al mismo tiempo estás aportando algo para tu país.

“Es una sensación maravillosa, ver la cara de alegría de un adulto que por primera vez en 50 años aprende a escribir su nombre, o la expresión de felicidad de un niño de 12 años que por fin puede ir a la escuela y tener compañeros. No hay mayor satisfacción que poder hacer algo por quien más lo necesita”, consideró.

La coordinadora general del CUPS destacó que la BUAP es pionera a nivel nacional en este tipo de programas. “La universidad tiene el objetivo de formar profesionistas, pero también ciudadanos conscientes y capaces de construir una mejor sociedad”.

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