Lado B
El Alzheimer, un problema de salud pública latente
En el laboratorio de Neurofarmacología de la BUAP se trabaja en la búsqueda de medicina y tratamientos que contenga a la enfermedad
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
26 de mayo, 2015
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Foto tomada de huffpost.com

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(SEGUNDA DE DOS PARTES)

Ambar Barrera

@Dra_Caos 

Para 2036 la población de ancianos superará en número por más de 20 por ciento a la población infantil en el país y por lo tanto, aumentará la emergencia en términos de salud pública para atender a la población mayor, y el Alzheimer está ahí como una de las enfermedades crónicas y neurodegenerativas que más golpean al sector y que aún no tiene cura.

Y la falta de información y programas de atención adecuados para retrasar su aparición, hacen que la enfermedad esté considerada por los especialistas como un problema de salud pública en el país y en el estado, así como un problema social para los pacientes y sus familias.

En el Laboratorio de Neurofarmacología de la BUAP, un equipo de investigadores en Ciencias Químicas estudia tratamientos que puedan ayudar a disminuir o incluso revertir en cierta medida los síntomas que se presentan en la etapa temprana del Alzheimer.

En el caso de Carmen Merino Gómez, quién murió a los 74 años de un paro cardiorrespiratorio, después de sufrir Alzheimer durante dos años, un tratamiento coadyuvante no habría sido suficiente pues el diagnóstico llegó muy tarde, la enfermedad ya estaba demasiado avanzada para ese momento. Además, no se trata solamente de los fármacos o los tratamientos médicos y alternativos. El tema del cuidado a un familiar con Alzheimer representa un gran problema en la sociedad actual mexicana.

–Al principio intentamos vivir con ella pero se volvió caótico –cuenta Karla, sobrina de Carmen–, es muy caótico porque uno tiene su vida y es básicamente hacerte responsable de otra persona. Era muy tenso, a cada rato encontrarla queriendo ir al baño en una silla cualquiera o comiendo basura, entonces la regresamos a su casa. La íbamos a ver todos los días, limpiábamos y le llevábamos comida.

Para la familia de Carmen, dejarla en su casa no había sido la primera opción. Ellos buscaron que fuera recibida en un asilo, al cuidado de profesionales que supieran atender adecuadamente a su tía, sin embargo, en ningún lugar aceptaban tener pacientes con Alzheimer, y los que sí eran demasiado caros.

— A sus dos hermanas, las que estuvieron más al pendiente, que son un terrón de azúcar, las sacaba de sus casillas, porque es algo muy desesperante y frustrante. Se necesitan herramientas para saber cómo lidiar con una persona así y pues con una familia, un trabajo e hijos que atender, obviamente se rebasa tu buena voluntad o incluso hasta tu amor por la familia.

Durante al menos un año, la familia Álvarez Merino vivió en la inquietud y la angustia que suponía el cuidado de la tía Carmen.

–El baño era un problema porque hacia sus necesidades donde podía, bañarla era una tortura, entre dos o entre tres y apenas si se dejaba… Hicimos muchas cosas para intentar mantenerla dentro de su casa pero ella siempre rompía una ventana o no sé cómo encontraba la manera de salir. Nos hablaban dos veces al día del 066 porque estaba hasta San Manuel, cuando ella vivía cerca de la Pepsi, totalmente del otro lado de la ciudad. Ella se ponía la camisa como pantalón, el pantalón como blusa, o salía desnuda. Nos denunciaron en el DIF por abandono de persona, pero realmente no estaba abandonada, nosotros limpiábamos la casa y al otro día ya estaba hecha una pocilga. La vecindad en donde vivía había muchos niños con esta malicia o no conscientes, entraban a su casa a pintarle, a golpearla incluso. Si le llevábamos leche, a las 2 horas que regresábamos ya no estaba, o sea, le robaban todo. En estos pequeños flashes de semiconsicencia que tenía, decía que se dormía con un cuchillo bajo la almohada porque había entrado un hombre y la quería matar. Afortunadamente, nunca la encontramos síntomas de agresión sexual o física y tuvimos que tomar otras precauciones.

Karla cuenta esas vivencias con un dejo de pesadez en la voz, aunque a la vez calmada, recordando varias veces que de eso ya hace 6 años.

–Esto que se ve en las telenovelas, en las películas que de repente regresan y se vuelven a ir, es mentira, los pierdes y los pierdes de por vida.

5 meses antes de que una falla respiratoria acabara con la vida de Carmen, su familia logró internarla en el Asilo de Caridad para Ancianos San José María de Yermo y Parres, mejor conocido como Asilo de Santa Inés, ubicado en el Centro Histórico de Puebla (9 poniente 306).

–Este asilo no era la mejor opción, incluso hubo quien nos dijo que ahí los maltrataban. Pero nosotros no tuvimos más remedio, además nunca pasó nada. Estábamos muy al pendiente de ella mientras estuvo ahí. Nunca se le dejo de visitar. Ahí solo estuvo 5 meses, le dio un paro respiratorio, debido al deterioro de la enfermedad. Se les olvida comer, se les olvida respirar. Ella era una persona muy grande, muy robusta, pesando más de 100 kilos durante la mayor parte de su adultez y con la enfermedad quedó en 47 kilos. Literal te acaba.

En realidad, el deterioro provocado por el Alzheimer no se reduce al olvido. El área del cerebro que afecta está también relacionada con la personalidad del paciente, y es por eso que entre más avanza la enfermedad, hay un cambio radical en la conducta, en los estados de ánimo e incluso se presentan estados de psicosis. La respiración, al igual que los latidos del corazón o la digestión, son funciones que no dependen directamente del correcto funcionamiento del cerebro.

Así, dejar de comer, puede ser causa de una depresión profunda. Y la falla respiratoria, causa de una insuficiencia orgánica que no tiene que ver con los síntomas de pérdida de memoria que se presentan en las primeras etapas del Alzheimer.

[quote_box_right]Por cada hombre, enferman 3 mujeres esto es por la depresión en el sistema estrogenal (es decir, la menopausia), pues los estrógenos sirven de alguna forma como antioxidantes o como mecanismos de regulación de la sobrevivencia neuronal.[/quote_box_right]

Ante ese tipo de confusiones comunes respecto a la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, lo mejor es acudir a grupos de apoyo especializados en los temas. En Puebla existe sólo un grupo de apoyo para las personas que viven con Alzheimer y sus familias: la Asociación Poblana de Alzheimer y Enfermedades Similares A.C. (25 Oriente 407, colonia El Carmen), fundada y dirigida por el Dr. J. Sergio Juárez, quien desde 2005 ofrece reuniones periódicas para intercambiar experiencias y formar redes de apoyo.

–Nunca acudimos a un grupo de apoyo. –dice Karla – No se buscó y tampoco sabíamos que hubiera grupos de ayuda. Ahora estamos convencidos de que hace falta información real de prevención, nosotros ahora estamos más al pendiente de los signos que podamos tener.

Algunas cifras

En 2012, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) contabilizaba 350 mil personas que padecían algún tipo de demencia entre las que se encuentra el Alzheimer. En 2015, esta cifra ha aumentado a 800 mil casos según el Instituto Nacional de Geriatría (Inger). Estas enfermedades se presentan sobre todo en personas mayores de 65 años y en México existe una alta velocidad de envejecimiento. Para 2036 la población de ancianos superará en número por más de 20% a la población infantil en el país y por lo tanto, aumentará la emergencia en términos de salud pública para atender a la población mayor.

Uno de los objetivos del Laboratorio de Neurofarmacología de la BUAP es ofrecer los resultados de su ciencia básica que coadyuven en el tratamiento del Alzheimer.

El investigar una terapia de reemplazo de estrógenos como tratamiento al Alzheimer, tiene que ver con un mayor índice de la enfermedad en mujeres.

–Por cada hombre, enferman 3 mujeres –explica Eleazar Ramírez, estudiante de doctorado e investigador en el laboratorio de Neurofarmacología de la BUAP– esto es por la depresión en el sistema estrogenal (es decir, la menopausia), pues los estrógenos sirven de alguna forma como antioxidantes o como mecanismos de regulación de la sobrevivencia neuronal.

Por otro lado, el estudio del fragmento HC está a cargo de la estudiante de doctorado en Ciencias Químicas, Aleidy Patricio Martínez.

Este fragmento, cuenta el Dr. Limón, quién dirige el laboratorio de Neurofarmacología de la BUAP, es la molécula no tóxica de la toxina tetánica, o sea, de la enfermedad del tétanos. Un científico español, colega del Dr. Limón, fue quien logró aislar del tétanos esa molécula no tóxica y la donó al Laboratorio de Neurofarmacología de la BUAP para su estudio, que hasta ahora ha dado buenos resultados en el tratamiento temprano contra el Alzheimer.

–El fragmento HC es un fragmento que prueba detener e incluso podría posiblemente revertir el daño neuronal en las etapas tempranas del Alzheimer– explica Eleazar – Este tratamiento resulta como un coadyuvante para la terapéutica de la enfermedad, ya que se ha demostrado que sí mejoran las capacidades cognitivas, al menos en los roedores.  Todavía nos falta estudiar más estos componentes que pudiesen ser las rutas que pudieran inhibir lo que provoca el amiloide Beta.

La tarea que realizan en el Laboratorío de Neurofarmacología de la BUAP es ciencia básica, es decir, que ellos se encargan de hacer hipótesis y comprobarlas mediante el método científico. Los resultados que obtienen, se quedan en papel y se comparten con otras instituciones para que sean desarrolladas, sin embargo, no está dentro de sus facultades hacer pruebas preclínicas

–Los estudios preclínicos consisten en estudiar en los pacientes humanos estos fármacos bajo condiciones controladas para saber si hay una mejora. Pero nosotros como tal, no hacemos eso. Eso ya sería un estudio para hacer en colaboración con otros institutos que sí tengan esa  posibilidad. – Dice Eleazar.

El Dr. Limón explica que en dado caso, para que fuera posible para el Laboratorio hacer pruebas con pacientes humanos, sería necesario que él hiciera algunos trámites que, aunque no conoce su procedimiento, está seguro que son regidos por normativas severas por la delicadeza del tema, y que al final, ese permiso no le pertenecería a él como investigador, sino a la BUAP como institución.

Sin cura

Eleazar Ramírez recalca que aún no existe una cura para el Alzheimer y que la ciencia continúa lejos de encontrarla

–En nuestros experimentos se ha visto que se detiene de alguna manera pero el daño sigue siendo progresivo crónico. Algo que cure el Alzheimer por completo aún no es posible, no se ha encontrado. Es difícil encontrar la cura para el Alzheimer porque básicamente nosotros tenemos esas proteínas que se agregan y que cumplen una función en el sistema nervioso central esencial. Si nosotros las abatimos o las inhibimos, simplemente vamos a generar un daño mayor. Además, es importante decir que desde 1999 ya se han hecho, en otros países, los estudios preclínicos con la formula activa del ajo, por ejemplo, donde se ha visto que sí hay mejorías en los procesos de neurogénesis (la regeneración de neuronas) en los pacientes. Es todavía aventurado decir que ya se tiene una cura para el Alzheimer cuando todavía no está. Hasta ahora sólo hay retardadores, tratamientos coadyuvantes. Lo mismo que desarrollar pruebas diagnósticas para detectar la enfermedad a tiempo, desde antes que ocurra, para que las personas puedan tomar una terapia preventiva, tal es el caso de las pruebas de olores desarrolladas por la Dra. Rosalinda Guevara Guzmán en la UNAM.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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