Para mis docentes de toda la vida y su noble labor de enseñarme y aguantarme

Liz Ruiz

Mis querid@s estudiantes:

[dropcap]L[/dropcap]es escribo con toda mi honestidad y cariño, siendo este mi último intento por orientarles como profesora. Está muy claro que durante el ciclo escolar logré inspirarles y entusiasmarles muy poco, y que la información que les proporcioné tampoco fue significativa. Mucho menos pude compartirles lo importante que es el aprendizaje de esta materia, ni del conocimiento en general. Nunca en la vida me había ido a examen extraordinario, este es mi primer año. Y qué decepción que mi primera vez sea como profesora, al darme cuenta que a pesar de mi esfuerzo y de lo mucho que les quiero, no alcancé los objetivos que a mí me parecen fundamentales para una educación con verdadera calidad humana. Soy la principal reprobada con su desempeño.

No logré que se interesaran por su cuerpo: siguen ignorando las partes que conforman al pene. Tampoco logré que se dieran cuenta de la gravedad de la violencia que hay en nuestro país, pues después de un año de hablar de ello, no conocen cinco tipos de violencia. En cuestión de celos, hablamos muchas veces sobre cómo estos son producto de la violencia y del capitalismo, no del amor. Pero ustedes siguen pensando que los celos son naturales y que se sienten porque aman demasiado.

El sentimiento que prevalece en mí en este momento es la preocupación. ¿Saben? Cuando estaba en preparatoria quería que hubiera un maestro o maestra que nos hablara de estos temas, porque no tenía ni idea de cómo llevar un buen noviazgo, o cómo eran las lesbianas, o cuál era el mejor anticonceptivo para nuestra edad. Pensé que necesitaba la orientación de alguien que tuviera un verdadero amor y pasión por su trabajo como docente. Después de mucho estudiar estos temas y de vivir mi profesión, (sí: no de estudiarla, de vivirla), me doy cuenta de lo importantes que son, y por eso consideré fundamental compartirlos con ustedes. Porque me preocupa su vida, no sus calificaciones.

¿Qué va a ser de su vida, si no conocen su cuerpo, sus sentimientos, sus relaciones y sus opciones para decidir? Será lo mismo que es ahorita la vida para todo el país: una vida llena de violencias de todo tipo, con una gran pobreza intelectual y económica, llena de mediocridad y corrupción. Sin amor, sin placer, sin sentido de vida. Esa es la vida de nuestro país actualmente, por eso aparecen cabezas afuera de las primarias, por eso hay chiflidos hacia todas las mujeres que nos atrevemos a caminar por la calle a cualquier hora y con cualquier ropa, por eso en ninguna institución trabajan con eficacia y honestidad.

Así es la vida en México hasta ahora, y es nuestra responsabilidad mejorarla lo más posible: con nuestras acciones, con nuestro ejemplo, con nuestra participación. El solo hecho de hacer cambios significativos en nosotr@s mism@s ya es el inicio de un cambio cultural. Por eso es imposible que acepte un soborno o que cambie una calificación por simpatía: porque es necesario aprender a esforzarse, a luchar, a aprender.

El conocimiento es poder. Entre menos conocemos, más fácil es que abusen de nosotr@s. Entre menos conocemos, peores vidas llevaremos. Entre menos conocemos somos más manipulables, más violent@s, más infelices. Lo que traté de compartirles fue eso: el conocimiento que se convierte en poder. Es cierto que siempre estaré para ustedes como una amiga, pero el objetivo no es que dependan de mí, es que sean personas independientes y empoderadas.

Durante los años que he vivido mi profesión he aprendido lo fundamental que es la disciplina y el esfuerzo. Lo he aprendido a la fuerza, con mucha dificultad. Y me he dado cuenta de que sin esto, no podremos llegar jamás a ningún lado. He visto a mis amigos y amigas, ya cerca de los 30 años, empezar a aprender a esforzarse: a llegar temprano, a cumplir con responsabilidades. Esto debimos haberlo aprendido hace muchos años. Veo que nuestras vidas son más difíciles si no sabemos disciplinarnos, porque se necesita para todo: para cuidar tu salud, para tener una buena relación con tu familia y tus amistades, para estar bien contigo. Y también para mejorar tu comunidad, para aportar algo a tu país, a la humanidad.  Las más nobles personalidades de la humanidad han sido gente que persevera más allá de sus fuerzas. Y también las peores personas de la historia han sabido perseverar y dar lo mejor de sí. Nadie genera un cambio sin disciplina. Nadie cambia su propia vida sin disciplina, sin esfuerzo y sin conocimiento.

Mis amores, hay mucha gente ahorita que está luchando por un mundo mejor. He tenido el honor de convivir y ser amiga de estas personas que luchan todos los días. Les veo diariamente, haciendo su mejor esfuerzo, dando lo mejor de sí, rompiendo sus propios límites. Les he visto morir y he secado las lágrimas de sus amig@s durante las marchas que exigen justicia. Pero también he visto sus caras de satisfacción y sus vidas felices y plenas porque son personas que tienen una razón para vivir: hacer de este un lugar mejor para tod@s. Y porque conozco a estas personas les digo: hay muchísima gente en todo el mundo que todos los días se dedica a ser una mejor persona y a construir una mejor sociedad. Y ustedes, mis criaturas, no pueden quedarse en una vida egoísta y mediocre cuando hay tanto qué hacer en esta vida.

Aprende, conoce, aprovecha lo que la humanidad ha construido para ti. Esfuérzate y lucha por ti y por otros seres, porque tú no eres la única persona que importa. Recuerda que la educación es un derecho al que no cualquiera puede acceder, considérate privilegiad@ por poder ir a la escuela, aprovéchalo y no esperes a ser un error más de este país. Sé un ejemplo para la gente a tu alrededor, trabájate para ser cada día una mejor persona, más human@. Dale sentido a tu existencia, vive con provecho y muere con satisfacción.

Con amor, su Miss Liz.