Lado B
¿Los periodistas tienen vacaciones?
 
Por Susana Sánchez Sánchez @
05 de abril, 2015
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Susana Sánchez Sánchez

[dropcap]D[/dropcap]icen los que saben que “el periodismo es como una droga, una vez cruza por tus venas ya no lo puedes dejar”, suena a frase trillada, pero es ilustrativa para hablar del gremio periodístico en México, pues ante las condiciones de riesgo en las que viven dentro y fuera de sus medios de comunicación, alguna droga profesional, llamémosle vocación, debe cruzar por sus venas.

Aunque la crisis laboral está a la orden del día en todos los sectores profesiones, pues hay que entrarle a la dinámica de tener tres o cinco trabajos para sacar los gastos del mes, eso no ha significado el fin del periodismo (ni de otras profesiones), aunque sí han cambiado los modos en los que se ejerce. Los periodistas hoy deben ser multifuncionales si quieren estar en competencia y permanecer dentro del gremio. Entre esas destrezas multifuncionales, ahora con internet, los periodistas están al pendiente de que se publica en los medios de comunicación (el propio y los ajenos) y de lo que se comenta en redes sociales, bien para que no se les escape algo, para ir olisqueando qué podría ser nota o reportaje, o bien para “chacalear” (es decir para hacer un refrito del trabajo ajeno).

Quienes dicen que el periodismo es como una droga, tienen razón, se nota en cómo los periodistas construyen sus espacios y sus tiempos, porque la droga llega hasta sus vacaciones. El periodista que realmente se desconecte del mundo informativo durante un periodo vacacional, quizás sea un intento de periodista o alguien a punto de retirarse. Los periodistas se quieren enterar de qué está pasando en el mundo, así estén vacacionado en un lugar paradisiaco (que puede ser la playa o la azotea), basta la conexión a internet para saciar un ratito su curiosidad y checar algunos medios de comunicación en línea.

[pull_quote_right]Aunque la crisis laboral está a la orden del día en todos los sectores profesiones, pues hay que entrarle a la dinámica de tener tres o cinco trabajos para sacar los gastos del mes, eso no ha significado el fin del periodismo, aunque sí han cambiado los modos en los que se ejerce. [/pull_quote_right]

Los tiempos de ocio para los periodistas existen, pero casi siempre están en torno a su trabajo. En ese sentido, el gremio periodístico podría ser un vivo ejemplo de cómo las ambiciones empresariales han triunfado, de cómo por propia cuenta los trabajadores han incorporado los horarios de su empresa y las actividades de ésta a sus momentos “libres”. ¿O exagero?

¿Por qué el periodista insiste en sentirse en el trabajo en momentos de recreación individual? Los periodistas parecen ser la antítesis más palpable que aquellos trabajadores que a mediados del siglo pasado se pusieron al tiro por una disminución de horas de trabajo, por salarios dignos, por tener derecho a disfrutar de su tiempo libre.

Peor aún, los periodistas al no tener que ir forzosamente a su redacción y poder mandar materiales desde cualquier dispositivo conectado a internet, sienten que tienen “tiempo libre” para poder dedicarse a otras cosas, cuando si echan lápiz y sacan cuentas, trabajan más de ocho horas diarias repartidas entre simulaciones de “tiempecitos libres” que, por cierto, casi son ocupados a otro trabajo. Luego, lo paradójico, cuando están de vacaciones, de vez en cuando –a través de la tecnología-  se escapan al mundo laboral.

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