Lado B
Buscan graffiteros blindarse contra criminalización
"Esto no va a parar y se está viendo en la calle. Desde que empezó la ley hay más pintas en las calles. No van a poder contra el graffiti".
Por Josué Cantorán @josuedcv
19 de abril, 2015
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Foto: Joel Merino | Archivo

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Josué Cantorán

@josuedcv

La producción de graffiti en Puebla no menguará pese a la reciente modificación al Código Penal del estado que endureció las penas contra esta práctica con hasta cuatro años de cárcel a quienes realicen pintas en inmuebles públicos e históricos. Más bien al contrario, los crews de grafiteros y artistas urbanos han iniciado con algunas acciones para buscar protegerse de dicha penalización, que van desde la realización de foros hasta la creación de una propuesta legislativa que revierta la nueva reforma.

Aquellas fueron algunas de las conclusiones a las que se llegaron durante el foro “Graffiti en Puebla: jornadas de reflexión sobre la criminalización del arte de calle y sus implicaciones culturales”, organizado por el Doctorado en Creación y teorías de la cultura de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).

A decir de los grafiteros “Golpe” y “SEKU”, presentes durante el foro, el fenómeno del grafiti es tan común en los espacios urbanos que es imposible contenerlo, menos aun cuando los contextos sociales y políticos son tan desfavorables como el que se vive actualmente en el país, pues éstos favorecen la proliferación de expresiones culturales que no siempre se encuentran dentro de los márgenes de lo legal.

Y en algo más coinciden artistas urbanos y académicos: en que la penalización podría ocasionar un fenómeno de criminalización incluso contra artistas urbanos que sí producen su obra de manera legal, pues la sola portación de sus objetos de trabajo podría ponerlos en situación de vulnerabilidad ante una mala actuación de los cuerpos policiacos.

A finales de febrero de este año, el Congreso del estado aprobó una serie de reformas al Código Penal que agudizaron las penas contra quienes realicen pintas en inmuebles sin autorización. La pena más alta quedó establecida en seis años de prisión contra quienes dañen inmuebles o monumentos catalogados como patrimonio histórico, artístico o cultural.

La redacción final de la reforma resultó con penas menos graves que las que se proponían en la iniciativa inicial, promovida por el diputado panista Eukid Castañón Herrara, quien de inicio buscaba que las penas fueran de hasta 12 años de cárcel.

En su momento, distintas voces de la academia y la sociedad civil cuestionaron la iniciativa por distintos puntos, entre ellos el que la pena contra el graffiti fuese tanto o más grave que las de delitos como asociación delictuosa o posesión de pornografía.

[pull_quote_left]Más que algo que busque dar una solución –comentó el joven durante el foro en la UDLAP–, que nosotros no creemos que se le deba dar una solución al graffiti, (la reforma) busca acallar la voz de la protesta gráfica.[/pull_quote_left]

Además, organización por la defensa de la libertad de expresión no dejaron de notar el carácter político de la reforma, pues coincidieron en que esta pudiera servir para criminalizar a los participantes de manifestaciones que realizaran algún tipo de pinta en las calles, práctica que es común en algunos sectores.

En eso coincide Eduardo, un joven estudiante que tras su participación en movimientos juveniles de activismo político se integró a un colectivo que busca difundir la técnica del esténcil y su función de protesta política. Al universitario le resulta extraño que la iniciativa panista se diera apenas pocos días después de que tres jóvenes fueran detenidos sin sustento alguno tras participar de una marcha contra la presencia en Puebla del presidente Enrique Peña Nieto.

–Más que algo que busque dar una solución –comentó el joven durante el foro en la UDLAP–, que nosotros no creemos que se le deba dar una solución al graffiti, (la reforma) busca acallar la voz de la protesta gráfica.

Ante todo ello, la académica Fernanda López Jaramillo adelantó que se busca la integración de una propuesta de ley para revertir, al menos en algunos de sus puntos, la reforma recién aprobada.

La especialista en arte urbano y grafiti recordó el caso ocurrido en San Cristóbal de las Casas en mayo de 2009, cuando un adolescente de 16 años que firmaba como “Burla” fue muerto presuntamente durante un operativo antigraffiti cuando se encontraba realizando una pinta. Dos meses antes, el Cabildo de dicho municipio chiapaneco había aprobado sanciones y multas más graves contra los grafiteros.

Además de esa propuesta, se busca también una de más corto plazo: la creación de folletines para advertir a los graffiteros y artistas urbanos de dichas reformas así como de sus derechos durante el proceso legal al que se enfrentarían en caso de ser descubiertos pintando un muro.

Para López Jaramillo, “es necesario que construyamos elementos de crítica y reflexionemos” sobre el fenómeno del graffiti, tan complejo en sus aspectos sociológicos.

Y de inicio, sería importante hacer la distinción entre el graffiti y otras muestras de arte urbano. No se trataría de una discusión estética o en decidir cuáles pintas tienen mayor valor artístico que otras, o cuáles no tienen ninguna, sino algún más simple. El graffiti, recalcó la antropóloga, es siempre anónimo e ilegal, nunca está mediado por una autorización o negociación institucional. Se hace y ya.

Sin embargo, es verdad también que hay artistas jóvenes que al paso de los años transitan del graffiti hacia otras formas de arte urbano, y también los hay quienes realizan de forma simultánea ambos tipos de expresión (pintas autorizadas e ilegales).

Ahora, si bien por un lado se ha penalizado el graffiti, por el otro algunas instituciones públicas promueven las pintas e incluso otorgan becas, como es el caso del Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMACP), dedicadas al arte urbano.

[quote_box_right]La especialista en arte urbano y grafiti recordó el caso ocurrido en San Cristóbal de las Casas en mayo de 2009, cuando un adolescente de 16 años que firmaba como “Burla” fue muerto presuntamente durante un operativo antigraffiti cuando se encontraba realizando una pinta. Dos meses antes, el Cabildo de dicho municipio chiapaneco había aprobado sanciones y multas más graves contra los grafiteros.[/quote_box_right]

–Es paradigmático y contradictorio –opina al respecto López Jaramillo–, porque si por un lado la institución, el Estado, caza a los grafiteros, te está dando por otro lado becas para que hagas pintas.

Para el grafitero SEKU, quien realiza graffiti desde 1997 y nunca ha realizado una pinta legal, ese tipo de estímulos no serían otra cosa más que un intento de “domesticar” una práctica cuyo origen se encuentra siempre fuera de lo legal.

–Esto no va a parar –dice el grafitero– y se está viendo en la calle. Desde que empezó la ley hay más pintas en las calles. No van a poder contra el graffiti. Si es arte o no es arte, eso no lo podemos saber, eso lo define el autor.

*Este miércoles 22 de abril se realizará el foro “Moreno Valle, penalizamesta” a las 12 horas en el auditorio de la Facultad de Arquitectura de la BUAP.

*El viernes 24 de abril se realizará el Primera Muestra de Estencil en Puebla. La cita es a las 13 horas en Pasadero Cultural (Privada 5 de Mayo “C” Poniente 5222 colonia Cuauhtémoc). A las 18, López Jaramillo encabezará un conversatorio sobre la penalización del grafiti.

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Josué Cantorán
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