Lado B
Los Rusos Hijos de Puta no son punks
"No, no nos gustan las etiquetas. Sí hay una etiqueta grande es el rock, todos tocan rock", dice el guitarrista del grupo argentino
Por Josué Cantorán @josuedcv
24 de marzo, 2015
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Foto: Mayra Guarneros

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Josué Cantorán

@josuedcv

Tal vez porque en vivo hay gritos, una guitarra potente, una batería incansable, actitud de desenfado y absoluta entrega a la energía del escenario. Tal vez porque arrastran el estigma de uno de sus primeros temas, “Tu mami”, una canción de un minuto y medio con la estructura más simple del punk rock de principios de los 80. Lo cierto es que Los Rusos Hijos de Puta se han quedado con el mote de ser una banda de punk, una etiqueta que, dicen, no les acomoda del todo.

–No, no nos gustan las etiquetas –dice Julián Desbats, responsable de la guitarra–. Sí hay una etiqueta grande es el rock, todos tocan rock.

Los integrantes de este grupo, originario de Argentina, suponen que las reseñas que se han escrito sobre su música y que generalmente los ubican en la categoría de “punk” se deben a que su presencia del escenario los coloca cercanos a actos de este género, cuando en realidad sólo algunas de sus canciones podrían fácilmente ubicarse ahí.

–Tocamos fuerte –dice por su parte Santiago Mazzanti, el bajista–. Hay canciones que suenan fuerte pero si escuchas el disco, verás que cada tema tiene su personalidad, la canción pide algo y nosotros la exploramos y lo que sale, sale. No hay un preconcepto de nada.

Los Rusos Hijos de Puta acaban de estrenar su primer disco, La rabia que sentimos es el amor que nos quitan, publicado apenas este 5 de marzo por medio de la plataforma Bandcamp. El álbum se compone de 11 temas con estructuras de rock que deambulan por momentos por subgéneros tan distantes como el folk y el rock alternativo.

Aunque a este álbum lo precedió un EP de seis canciones, Hola, publicado sólo dos años antes, en febrero de 2013, este nuevo disco sería el primero oficial, producido de manera profesional aunque sin perder la esencia e intensidad de lo que el grupo realiza en sus presentaciones en vivo.

–No teníamos otro medio, otra forma –dice Luludot Viento, tecladista y vocalista, al respecto del hecho de que el álbum fue financiado por medio de crowdfunding–. Era eso o prostutirnos.

Foto: Mayra Guarneros

Foto: Mayra Guarneros

Sin embargo, una vez que obtuvieron la primera parte del dinero para comenzar la grabación de los temas en el estudio Guion, esta forma de financiar su proyecto les pareció que también era lo más cercano a interactuar con su público y recibir de sus fans el apoyo de forma más directa para finalizar el disco.

–Encontramos que (el crowdfunding) –dice Santiago– tiene algo de pertenencia que está bueno con la gente, porque armas una conexión. El público aplaude y toca, pero en la propuesta nos gusta la interaccioón y la vuelta de energía, realmente hay algo ahí.

Hola, el primer EP, fue la primera grabación del grupo. No le antecedió a este disco de pequeño formato un solo demo o grabación no oficial, lo cual es una de las hazañas que más enorgullece a Los Rusos Hijos de Puta.

Y lo que Hola y La rabia que sentimos es el amor que nos quitan tienen en común es que ambos están grabados en vivo de modo que el sonido se acerque lo mayor posible a la propuesta en vivo del grupo. Esto quiere decir que, contrario a como suele hacerse en una grabación, donde cada instrumento se graba de forma separada y luego todo se mezcla, Los Rusos Hijos de Puta apuestan por grabar simultáneamente, e incluso haciendo los movimientos que realizan en sus conciertos.

–Sabemos que lo que más nos gusta hacer es el vivo –dice Santiago–, que lo que más funciona es el vivo, y queríamos que el disco sonara a lo que somos.

Además de Argentina, es México el país donde el grupo ha tenido más éxito. Desde este país es donde se han descargado más copias de ambos discos, e incluso fueron blogs mexicanos los primeros en reseñar Hola y en realizar las primeras entrevistas a los integrantes del grupo, todo gracias al poder de Internet.

Los Rusos Hijos de Puta admiten que no saben cómo exactamente fue que el público mexicano se enteró de su proyecto y cómo se formó una base de fanáticos, pero sí admiten que en México su sonido se ha hecho popular porque en este país existe un público ávido de música que exprese rebelión y donde pueda descargar su enojo.

–México es un pueblo que combate –añade Santiago–, no se queda callado.

Después de presentarse en el Festival Vive Latino, Los Rusos Hijos de Puta estuvieron en Puebla para celebrar el primer año de existencia de la productora local Zónica. El grupo está integrado por Luludot Viento (voz, teclado), Flor Mazzone (batería y coros), Santi Mazzanti (bajo y coros) y Julián Desbats (guitarras, coros y voz).

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Autor Lado B
Josué Cantorán
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