Foto: Mayra Guarneros

Josué Cantorán

@josuedcv

Con la finalidad de que el público conozca más de cerca los antiguos volúmenes que resguarda la Biblioteca Palafoxiana, y de que se entere de que la ciudad de Puebla fue desde el siglo XVII un foco de conocimiento y reflexión científica, el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, a través de la dirección de dicha biblioteca, presenta la exposición Vivitur ingenio.

Dicha muestra consta de la presentación de 30 copias facsimilares de algunos libros que contribuyeron a moldear la ciencia moderna como se conoce actualmente, o cuyas propuestas resultaron de suma importancia en el rumbo que siguió el conocimiento científico desde entonces.

En el campo de la medicina, por ejemplo, se muestra un ejemplar de libro De humani corporis fabrica libri septem, abierto en una página donde aparecen grabados de esqueletos humanos. La importancia histórica de ese libro radica en que su autor, Andrés Vesalio, fue el primero en mostrar al cuerpo humano tal cual es.

En aquella época, donde la disección de cuerpos humanas estaba prohibida, lo poco que se conocía de la anatomía humana provenía de deducciones de disecciones animales. Sin embargo, Vesalio robaba cadáveres de cementerios, con los cuales saciaba su ánimo de conocimiento sobre el cuerpo humano.

Y junto a este libro, proveniente del acervo de la Biblioteca Palafoxiana, se muestra una copia del Tractado brebe de medicina, y de todas las enfermedades, de Agustín Farfán, un libro que data de 1592 y fue producido en la Nueva España.

La intención es contraponer la producción científica de Europa (Vesalio) con la que se realizó en esta parte del mundo, para generar un diálogo entre ambas regiones y ayudar a la reflexión de que en México también se gestó un importante desarrollo científico desde las épocas más tempranas.

Otra de las piezas importantes de la muestra es el Atlas mayor, de autor desconocido. Se trata de uno de los primeros mapas que intentan cubrir todo el mundo, desde América hasta Australia (aunque, cabe decir, para entonces se desconocía la forma de los polos).

Foto: Mayra Guarneros

Este mapa data de alrededor de 1660, una época donde el arte cartográfico era uno de los más respetados, convirtiéndose en uno de los libros de atlas más codiciados de ese momento. Pero su importancia, además de histórica, es estética, pues está impreso con varios colores llamativos, desde azules hasta añiles, y adornado con imágenes que van desde lo celestial hasta lo científico.

Por ello, el mapa está colocado en un punto estratégico de la Biblioteca, para que resulte como una invitación a los visitantes a visitar la muestra. Al calce del mapamundi, además, se puede ver aún el sello que da fe de que la Biblioteca Palafoxiana fue en siglos anteriores una biblioteca pública, a donde podía entrar cualquier persona que supiera leer.

Otras de las ciencias que integran esta muestra son la historia natural, las matemáticas, la geometría, la astronomía, la cosmografía y las artes.

Foto: Mayra Guarneros

Además del acervo de la propia Biblioteca Palafoxiana, se cuenta con libros pertenecientes a las bibliotecas Lafragua (BUAP) y Franciscana (UDLAP).

Su nombre, Vivitur ingenio, que significa “El ingenio vive”, hace referencia a que sólo perdurarán las ideas, “todo lo demás se lo va a llevar la muerte, son nuestras ideas las que podrán permanecer durante más siglos que nosotros”, según explica Diana Isabel Jaramillo, directora de la biblioteca, en entrevista con Lado B.

–Lo importante –explica– era proyectar a Puebla como la ciudad a donde llegó el conocimiento pero donde tambien se fue produciendo. (…) Mostrar la riqueza bibliográfica e histórica que tiene y la impresionante producción de conocimiento, que aquí se prodigaba la reflexión de ideas.

A la muestra la acompaña un catálogo que podrá ser consultado en línea en el sitio web de la Biblioteca Palafoxiana.

A esta muestra le seguirán otras donde se exhibirán otros libros del acervo palafoxiano seleccionados a partir de un tema que resulte de interés para poblanos y visitantes.

La exposición Vivitur ingenio permanecerá hasta el 30 de abril de 2015 y puede ser visitada de martes a domingo en horario de 10 a 17 horas, en la 5 Oriente 5, Centro Histórico. La entrada general es de 25 pesos.