Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

43 normalistas desaparecidos: 43 estudiantes dentro de un país con más de 120 mil asesinados y 27 mil desaparecidos en menos de diez años, fueron la gota que derramó el vaso para muchos ciudadanos mexicanos, hartos ya de la violencia. Entre estos ciudadanos cansados de la realidad de inseguridad que se vive en un país donde se permite que las autoridades se lleven a 43 jóvenes así, sin más, surgió Fenómeno43. Primero de la inquietud de Samuel Segura, Manolo Jacinto y Xanath Mirel, a la que se sumaron Ivón García, Juan Carlos Pinacho y José Luis Dávila. 

A todos les preocupaba lo que pasó con los estudiantes de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014, y en los primeros días de octubre Samuel publicó en su cuenta de Facebook que estaría bueno armar una exposición con 43 artistas. A partir de ahí decidieron reunirse y desarrollar el concepto del que se generó la plataforma fenomeno43.com, invitando a artistas a enviar obras. Al mes siguiente la convocatoria evolucionó, invitando al público en general, no limitando sólo a artistas. Hasta ahora han recibido 40 obras, de las cuales alrededor del 10% son extranjeras, de Estados Unidos, Italia y Argentina. 

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Pero para ser parte de Fenómeno43, además de enviar la obra en cuestión, se tiene que enviar un escrito en el que se respondan dos preguntas: ¿cuál es la problemática más importante que tú detectas en México? ¿Cómo resolvería México esta problemática a través de la propia sociedad?

Entre los escritos de las obras, que van desde instalaciones y esculturas hasta bordados y dibujos, hay frases como “que no deje de sorprendernos la muerte y la barbarie. Que no deje de indignarnos la impunidad”; “es responsabilidad de todos que la lucha no sea en vano, que sigamos luchando por aquello que llevo a la cárcel y la muerte a otros mexicanos” y “cómo la desmedida ambición de nuestros gobernantes, está llevando al país a un detrimento social, cultural y económico de magnas dimensiones”. Y aunque cada obra ha sorprendido a los organizadores de Fenómeno43, en particular resaltan el caso de una maestra de kínder, quien fue de las primeras que se acercó, y les dijo que iba a platicarle a sus alumnos la problemática, para que hicieran también algo para el proyecto.

Para ser parte de la iniciativa no es necesario que las obras aborden exclusivamente el tema de Ayotzinapa. Ivón y Manolo explican que si bien las propuestas del extranjero se centran en los normalistas, los trabajos visuales y audiovisuales de toda la República abordan distintas problemáticas de violencia, como crímenes impunes y corrupción. 

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Manolo dice que entienden lo que pasó en Ayotzinapa como una semilla de dolor que hizo que todo explotara, y espera que este hecho –como otros que han marcado a los mexicanos, desde el propio ’68– no se olvide, que siga presente en las personas para la mejora individual de cada ciudadano y de todo el tejido social. “Es la primera vez que hacemos algo social. No habíamos entrado a una dinámica de discurso social y de mover como toda esta sensación que está funcionando y queremos que siga existiendo de aquí en adelante hasta que comencemos a entender esta situación en México”, explican. Aunque a todos les inspira el arte y la gráfica, eso fue lo que complementó la esencia del proyecto que surgió de la inquietud como ciudadanos, la parte social y de civismo, de un espíritu de grupo y de hacer algo por el país.

El llamado es para cualquier persona creadora y la recepción de trabajos para esta primera etapa del proyecto está abierta para el 28 de febrero. A partir de esa fecha se elegirán 43 obras que se expondrán físicamente en la ciudad de Puebla, mientras que todos los trabajos recibidos seguirán en la galería virtual. Por el tamaño de los trabajos, Manolo dice que han pensado en que sea una exhibición itinerante, o en tres espacios a la vez. Hasta ahora es posible que sean en galerías de la Buap.

El grupo de ciudadanos se dedica a diversas áreas de la comunicación visual, y es la primera vez que hacen algo así. En pocos meses la respuesta ha sido buena, tuvieron incluso que extender dos meses más la convocatoria, y han recibido apoyos externos de Casa 9 y Alonso Fragua, de la Capilla del Arte de la Udlap, incluso desde Nueva York los contactaron para llevar la exposición allá.

Ivón pide a la gente que conozcan el proyecto, y que lo rico de esta práctica es que a través de las obras enviadas se pueden sacar conclusiones o ideas de cómo hacer un cambio social, a través del arte. “No sólo es la propuesta visual, sería bueno saber qué es lo que pensamos y hacia dónde vamos”. La invitación está abierta para todos los que quieran aportar (hay incluso quienes ya les han escrito para apoyar en la curaduría de la exposición), para formar parte, cada quien, desde su propia trinchera.