Lado B
DOCE LANCES TÍPICOS DEL ESCRITOR MEXICANO
Daniel Carpinteyro
Por Lado B @ladobemx
23 de enero, 2015
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Daniel Carpinteyro

 

Come on hold my hand
I want to contact the living.
Robbie Williams

 

Nota de curación en salud:

Pocas pusilanimidades caen peor que las diatribas que empiezan por pedir disculpas en vez de pasar directamente al rastro. Es tan cobarde como aventar la piedra y esconder la mano dentro de los propios intestinos. La presente, por ejemplo, ha sido formulada en pleno conocimiento de que la generalización es un lujo imposible, como un escupitajo que termina aterrizando en la cara de su expulsor. Los  estereotipos resultan pésimos dispositivos para integrar la realidad. No deben blandirse en casa sin supervisión profesional. Además, no se puede escribir como si no fuera ya casi el 2015  y abusar de los adjetivos, sustantivos y artículos en masculino, perfidia discursiva que, según algunas mentes brillantes, niega y oculta con peor ignominia que un chador afgano al 51.6 % de la población nacional. Por ahí podría recomendarles una cita del Manifiesto Contrasexual, de Beatriz Preciado, pero la verdad es que voy a decantarme por una salida más sutil, y parafraseando al más grande pensador  sobre la faz de Los Pinos, les espetaré: «Ya supérenlo. Es hora de seguir adelante». Dicho lo dicho,  ¿Alguna vez se han preguntado cómo se las tiene que ingeniar un escritor en el momento de plantarse…?

1) Ante el locutor del noticiero de las seis de la mañana:

¿Cómo fue que, siendo mujercita, con un rostro tan tierno, te dio por especializarte en novela negra? ¿Nunca intentaste géneros más femeninos como la novela romántica o la poesía amorosa?

2) Ante personas que no abren un libro ni por equivocación:

«Les presento a X, que es escritor«. Pausa dramática mientras las pupilas se dilatan, como escuchando un gong imaginario. Él ya está muy allá. Comentarios prescritos: Has de leer muchísimo, ¿verdad? Yo alguna vez intenté escribir un cuento/poema/novela pero lo dejé cuando veía que no iba a ningún lado/ se me perdió la libreta/ se lo enseñé mi profe de español y me dijo que eso no tenía ni pies ni cabeza. Es que yo tenía unas ideas bien locas. ¿Cómo te vienen las ideas? ¿Consumes drogas para inspirarte? ¿De qué vives? Yo casi no leo, pero tengo una amiga que lee como loca.  La conversación seguirá su curso, pero cada vez que a un interlocutor se le pierda un dato en la punta de la lengua, se apelará a la supuesta memoria googlesca del escritor para que recupere del Topus Uranus el referente fugitivo.

3) Ante escritores con menor o similar trayectoria:

Fíjate que tengo unos escritos que, no sé, igual valdría la pena echarles una leída, aunque estoy consciente de que nadie va a dar un céntimo por ellos, pero a Buko le rechazaron cualquier cantidad de textos, así que uno nunca sabe. ¿Podrías echarle un ojo por favor? ¿Cómo le hiciste para conseguir editorial?

4) Ante  escritores de mayor trayectoria.

¿Cómo me dijiste que se llama tu libro? Órale, qué título tan curioso. Ahí si tengo un tiempecito, le echo una leída ahora que regrese de Inglaterra. Ni ganas tenía, pero ya ves cómo se pone Chus Visor con sus editados, y con lo espléndido que siempre ha sido con los premios.

5) Ante jóvenes emprendedores.

 Te quiero invitar a colaborar a una nueva revista/ blog/ pasquín que voy a empezar con unos amigos. No, apenas la vamos a empezar. Vamos a meter de todo: moda, música, tecnología, música, sexualidad, música, y en fin, todo lo que sea cultura y música. No, por el momento no tenemos con qué pagarte el artículo, así como nosotros no te vamos a cobrar el diseñador que va a engalanar la presentación visual de tu pinche articulito, que dicho sea de paso, va a tener un chingo de difusión con puro público top. La publicidad pagada es para hacer el proyecto autosostenible. ¿Tú sabes todo lo que cuesta?

6) Ante la maestra de kínder:

Mucho gusto, señor X, sé quién es usted, lo he visto en televisión y entiendo que es usted muy intelectual, pero lo mandé a traer porque nos preocupa que haya prohibido a Desdémona la televisión y las películas de Disney. Como se habrá dado cuenta, comparte muy pocos referentes con las otras niñas y está desarrollando problemas de sociabilidad. El martes dijo ante todo el grupo que la Virgen de Guadalupe era un fraude de los españoles, y el viernes se puso a hablarles a sus compañeras de las partes pudibundas de nosotras las mujeres. Yo sé que usted sabe más que yo de muchas cosas, pero con la autoridad que me confieren mis diez años como educadora me siento autorizada a recordarle que tenemos que convivir en sociedad y sabernos adaptar a lo que todo mundo conoce y acepta; yo se lo digo porque nos preocupa mucho la niña y no quisiéramos vernos en la penosa necesidad de correrla de la escuela.

7) Ante los coristas del Templo de la Sagrada Llave:

¿Y qué tan es cierto es todo eso de que la cultura es en realidad un coto de poder  detentado por un círculo muy exclusivo de sodomitas experimentados?  (Mirada acusadora).

8)  Ante una célula anarco-punk:

Pues chido, carnal, si esa actividad te pone,  qué de huevos, pero nosotros ya nos estamos liberando. Ya no vemos tele, cada vez consumimos menos carne, y ya no leemos. Leer es como ver tele o cine comercial: nosotros preferimos hablar con nuestras propias palabras, tripear nuestras propias ideas, no estar repitiendo las palabras ni las ideas de los demás. A nosotros nos gusta el trabajo comunitario, la acción autogestiva y la rebeldía. No como otros que nada más se encierran en su estudio a escribir rollitos para hacerse famosos, en vez de salir al sol y enseñar a los demás todo lo que saben. Y el conocimiento que no se comparte, se pudre carnalito (mate a la vacha).

9) Ante el interrogador del ministerio público:

Me dijeron que hoy me tocaba platicar con un verdadero cerebrito. ¿Tú te crees un cerebrito, hijo? Los cerebritos no escriben tantas pendejadas como tú. Cerebrito era Einstein, cerebrito era Cantinflas. Nada más por eso te vamos a regalar unas fracturitas, para que así te entretengas en cambiarte las vendas en vez de publicar tanta pendejada.

10) Ante el oficial de migración en el Aeropuerto JFK:

¿Escritor? ¿Ha publicado usted algún material que promueva el terrorismo, la sedición o alguna otra forma de actividad antiamericana? Vamos a proceder con una revisión de rutina, para asegurarnos de que no esté portando sustancias ilegales.

11) Ante un lector respetuoso:

¿Entonces es usted un literato? A mí también me apasiona la literatura, pero yo la respeto tanto que nunca me pasaría por la cabeza ejercerla (mirada de sorna).

12) Ante unos suegros potenciales:

Qué bueno que escribas tus libros, mano, en esta vida hay que hacer lo que uno disfruta. Pero como muchacho enterado que eres, sabrás que el dólar ya rompió sobre los quince pesos y se vienen dos años muy cabrones, así que nuestra pregunta sería: ¿tienes contemplado hacerte algún empleo? (mirada de consejero de correccional juvenil).

 

 

Daniel Carpinteyro (Puebla, 1977). Se graduó de la licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica de la BUAP, y actualmente se encuentra concluyendo una licenciatura en Lengua Inglesa. Cuenta con una experiencia de diez años de docencia a nivel bachillerato y universitario. Es autor del poemario Neurálgica (2011), de la compilación de prosas breves Silogismos de la Amargura Región 4 (2013), y de varios poemas y relatos sueltos publicados en diversos medios. Ha realizado curadurías literarias para Capilla del Arte y Casa Nueve. Desde 2011 es colaborador de base de la revista Chido BUAP, donde tiene a su cargo la sección Entre líneas. Actualmente se desempeña como traductor, corrector externo para la BUAP y editor web de la página oficial de Profética Casa de la Lectura. Mantiene desde el 2009 el blog Zen o Fobia (www.ocioydiaspora.com), donde publica bajo el seudónimo de Daniel Zen.

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