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Dra. Ivonne Acuña Murillo* | Prensa Ibero

@PrensaIbero

*Académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Ibero Ciudad de México.

Sorprendente fue la falta de respuesta de Enrique Peña Nieto a lo dicho durante la transmisión del Teletón por el comediante, Eugenio Derbez,  y el presentador de noticias Carlos Loret de Mola, quienes hicieron alusión directa a la que se ha dado en llamar la “Casa blanca”, propiedad de la empresa Higa, aquella que ha sido identificada como la constructora privilegiada, con jugosos contratos, durante el gobierno de Peña Nieto en el Estado de México y lo que va de este sexenio. La casa, supuestamente, estaba siendo pagada en “abonos”, por la esposa del presidente, Angélica Rivero, conocida como “la gaviota”, quien anunció la venta de los derechos de tal propiedad como respuesta a las múltiples críticas producidas por la riqueza que ostenta y la falta de claridad en torno a su financiamiento.

Derbez aclaró que de los donativos hechos al Teletón no salieron los recursos para construir esa casa, ubicada en Las Lomas de Chapultepec, en un intento por deslindar al Teletón y,  por extensión a Televisa. Para lograrlo, no dudó en usar a los niños del Teletón al afirmar que “Ellos (los niños del Teletón) no tienen contrato con Televisa, ni casa en las Lomas, ni tienen que quedar bien con nadie, ‘¡Pregúntenles!”. http://goo.gl/oJo4c0

Derbez por su parte, no aclaró si Televisa pagó a Rivera con una casa, cuya ampliación, dio origen a la hoy conocida Casa Blanca, por el contrario, dijo categórico que lo “saca de onda que no haya certeza de dónde vino la lana”, para luego volver a “usar” a los niños, como si alguien quisiera arremeter contra ellos.

Por su parte, Loret de Mola fue más allá al preguntar ¿Qué culpa “se” (sic) tienen los niños de los 43 de Ayotzinapa? “Se” (sic) tiene la culpa el canalla que fue alcalde de Iguala y su esposa y su secretario de Seguridad Pública y los del cártel de Guerreros Unidos y el gobernador y la responsabilidad ha llegado hasta la puerta de Los Pinos del presidente Peña Nieto. Esa es la línea de responsabilidades políticas de exigencias de justicia y de alto a la impunidad. ¿Los niños del Teletón? ¿Qué tienen que ver en todo esto? ¿Y la casa de Las Lomas, la casa del presidente y su esposa? ¿Los niños que tienen que pagar en el asunto? Cóbrensela a Angélica Rivera, a Enrique Peña Nieto, a las insatisfactorias explicaciones que hasta ahora han dado sobre el origen y financiamiento. Cóbrensela a Televisa, si quieren, por pagarle mucho a su actriz estrella pero ¿y los niños? ¿Qué tienen que ver los niños en esto?    http://goo.gl/r9K7aZ

En conjunto, ambos personajes hicieron alusión directa a dos temas que han golpeado directamente la imagen de Peña Nieto, en primer lugar, y de Angélica Rivera, a la cual incluso se buscó ridiculizar, de manera secundaria.

Si en México existiera una democracia consolidada y una “sana distancia” entre Televisa y la presidencia, los comentarios de Derbez y Loret de Mola, formarían parte de un claro ejercicio de libertad de expresión y de una crítica válida a quien ejerce el cargo público más importante del país. Sin embargo, ninguna de las dos situaciones se da en México, por lo que cabe preguntarse por el fin último de tales comentarios.

A esto hay que agregar no sólo la falta de respuesta de Peña Nieto sino la postura asumida por éste, horas después, cuando enel tercer Encuentro de la Comunicación, organizado por segundo año consecutivo por Televisa, afirmó que: “Para algunos, déjenme decir, pudiera –Emilio (Azcárraga) lo entenderá y quienes están aquí como miembros de Televisa– pensar que es equivocado hacer un reconocimiento a esta gran empresa mexicana. Pero para el Presidente de la República es motivo de orgullo tener a una empresa mexicana productora del mayor número de contenidos de habla hispana, que proyecta a nuestro país no sólo en las naciones de habla hispana, sino en el mundo entero”. 

La importancia que revisten ambos hechos y el orden en que se dieron, lo que se podría pensar como una acometida de Televisa contra Peña Nieto -ya que no es creíble que Derbez y Loret de Mola hayan actuado al margen de la empresa que les paga- y la respuesta de éste, no pueden ser pasados por alto, pueden ser un claro indicador de la debilidad de la presidencia y del evidente poder adquirido por la televisora en los sexenios panistas.

Lo anterior ocurre en el contexto de lo que los teóricos de la comunicación conocen como “la etapa del poder de los Medios”, en la cual los políticos deben negociar de igual a igual con los poderosos Medios de Comunicación Masiva, en el mejor de los casos, o someterse a sus intereses, en el peor de ellos. Es pertinente aquí preguntarse ¿en cuál de los dos escenarios se encuentra la relación entre presidencia de la República y Televisa?

Para responder a esta pregunta no puede pasarse por alto el enorme apoyo que la televisora ha dado a Peña Nieto en términos de difusión e imagen, por decir lo obvio. Factor que por sí mismo lleva a hacerse otros cuestionamientos, mismos que deben responderse antes de pretender resolver la pregunta general planteada en la párrafo anterior, éstos son: ¿Qué razones tiene Televisa para desconocer así al político a quien apoyó tan decididamente en su camino a la presidencia?, ¿Televisa  quiere distanciarse de Peña Nieto porque no quiere compartir el desprestigio presidencial y de la llamada primera dama? Es que ahora que ve que el candidato que ayudó a construir no es capaz de resolver los principales problemas del país y ahora que su popularidad va en picada ¿pretende cuestionarlo y separar su imagen de la de él? O es acaso, que ¿quiere algo más de lo ya conseguido?, ¿otra Ley Televisa? o ¿quiere subir el costo de su “apoyo” con más privilegios a partir de presionar públicamente al que gobierna?