Hugo Osorio | Inegi Fácil

@hugovom |  @GobiernoFacil

Un domingo a las cinco de la mañana descubrí que algunas madrugadas no son más que incertidumbre.  La noche anterior al descubrimiento mi cena de gala incluía cemitas de arracherra, de rabo, y de chilaquiles, junto con la dosis necesaria de cerveza. Confirmé entonces que el arrepentimiento por el consumo era insuficiente para el dolor de estómago que me despertó. Lo interesante del caso fue que los remedios no ayudaban mientras le daba vueltas a la misma idea: no fue la cena, fue Murillo Karam.

¿Improbable? No. Sumen todos los acontecimientos de Iguala y cómo destrozaron el camino de superación social que los estudiantes de Ayotzinapa trazaban, ahora rematen esto con las palabras del Procurador General de la República Mexicana, Jesús Murillo Karam: “Ya me cansé”. ¿Insuficiente? Bien, entonces imaginen que uno de esos 43 desaparecidos es aquella persona que desean ver todos los días y sientan esta inseguridad que se refleja en el abdomen.

A esa hora intenté hacer un mapa cronológico en el que se recopilan algunos hechos ocurridos en Iguala, Guerrero desde el 26 de septiembre cuando se dio a conocer la desaparición de los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, hasta el 10 de noviembre, día en que cientos de maestros, estudiantes y familiares de los 43 desaparecidos tomaron el aeropuerto de Acapulco por varias horas. Al mapa le falta mucho trabajo pero es un buen comienzo para evidenciar lo que está sucediendo, compartirlo, entenderlo y pensar en hacer más herramientas.

El mapa contiene fechas, lugares y enlaces a las notas que se han publicado.

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