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Historias Cienciacionales

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El amor está en el aire y tiene olor a café. Y así como cuando uno se confiesa enamorado por múltiples características de la otra persona, los amantes del café atribuyen su valor al sabor, al aroma, y a los efectos estimulantes de la cafeína. Es el estudio de su material genético el que le ha dado un valor agregado.

El café contiene genes que codifican para enzimas relacionadas con la producción de cafeína. Para ser exactos, son veintitrés los genes que sólo se encuentran en este producto, y que por lo tanto son diferentes de los que están relacionados con los del cacao, que también produce cafeína.

Este hecho muestra que la habilidad para generar cafeína ha surgido en la historia evolutiva al menos dos veces, de acuerdo con sesenta y cuatro investigadores de diferentes partes del mundo, quienes se dieron a la tarea de conocer el material genético de la Coffea canephora.

Además, un trabajo que analizó el estudio de la secuenciación de esta planta de café, menciona quees así que se ha puesto sobre la mesa una discusión importante: el reto que implica la traducción de los materiales genéticos de organismos comerciales en nuevas herramientas para la crianza de plantas.

Y qué mejor que discutir este tema bebiendo una taza de café, la bebida con la droga psicoactiva más consumida alrededor del mundo.

Artículo 

Artículo de la secuenciación de esta planta

Nota de Science

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