Foto: @kmazapana

Josué Cantorán

@josuedcv

A Nohemí, de 25 años, le ha ocurrido tres veces. Un sujeto que va en automóvil o bicicleta se acerca mientras ella transita por la acera, se orilla, le dice algún piropo. Ella continúa su camino, intentando ignorarlo, pero él la sigue por unas dos cuadras, y los halagos se van convirtiendo en insultos hasta que alguien más aparece por la calle y el hombre no tiene otra opción más que retirarse.

Alejandra ha sufrido episodios más graves.

La primera vez fue al salir de la preparatoria vespertina. Tenía 16. Un sujeto la siguió por tres cuadras preguntándole su nombre, diciéndole que quería que fueran amigos. Cuando ya no había tanta gente alrededor, el hombre intentó jalarla hacia un estacionamiento. Ella gritó, alertó a un par de policías que patrullaban la calle, y denunció lo ocurrido.

No pasó nada más, y Alejandra se sigue encontrando de vez en cuando al sujeto en el centro de la ciudad.

Una encuesta publicada en abril por el Gabinete de Comunicación Estratégica determinó que 66% de los mexicanos considera que los piropos en la calle son una práctica de humillación, en contraste con el 7% que los ve sólo como algo que causa gracia.

Pese a ello, 51% de las mujeres han sido víctimas alguna vez de acoso verbal en la calle.

Ante una situación como ésta, el colectivo Pacis: Circulación Social lanzó la campaña #NoAlAcosoCallejero, cuya finalidad es visibilizar y hacer conciencia de que esta problemática, aunque pudiera parecer inocua, es en realidad una forma normalizada de violencia hacia las mujeres.

–El acoso callejero es una práctica muy común –explica Yorleni Aguilar Rojas, directora del programa de derechos sexuales y reproductivos de Pacis: Circulación Social, en entrevista con Lado B– que transgrede el derecho a vivir tranquilamente, a transitar libremente y a vivir sin miedo, principalmente en las mujeres.

Se trata desde los silbidos, los piropos hasta otras formas más graves de violencia, como la tentativa de rapto.

–Por muy pequeño que parezca –dice Yorleni–, es un tipo de violencia que repercute gravemente en la vida de las mujeres, desde el hecho de que no se sientan seguras de salir a la calle, desde que ya no puedes vestirte como a ti te gusta por miedo a lo que te digan, a lo que te puedan hacer. Y no hay que perder de vista que, al ser un tipo de violencia, puede desencadenar cosas más graves.

Por todo lo anterior la organización ha lanzado esta campaña, con la que se busca hacer conciencia de la gravedad de un problema que para muchos parece menor.

Con esta campaña se solicita que todas las mujeres que lo deseen, compartan testimonios en sus redes sociales (Twitter, Facebook y Tumblr) sobre el acoso callejero, ya sean testimonios, fotografías, carteles, pancartas, videos o audios.

Los hombres también son invitados a exponer lo que hacen para no caer en este tipo de actitudes violentas contra las mujeres.

Todo debe ser publicado el 17 de octubre y deberá estar acompañado con el hashtag #NoAlAcosoCallejero, de manera que la herramienta de crowdfunding Thunderclap sincronice todo el material y lo publique de manera viral en las redes de los usuarios.

Para más información sobre la campaña ingrese aquí.