Foto: Marlene Martínez

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

El lunes 4 de agosto había cinco adultos y una adolescente en la casa de dos pisos, a una cuadra de la carretera federal que conecta la ciudad de Puebla con Huejotzingo, municipio donde está el aeropuerto del estado. Estaban transmitiendo el programa “Voces de mi pueblo», 20 minutos después de las cuatro de la tarde, cuando un grupo de hombres llegó hasta la puerta y pidió permiso para pasar. Sin esperar respuesta, los que se identificaron como supervisores del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) entraron, subieron directamente a la planta alta y se llevaron un transmisor, una consola, el CPU y micrófonos de la radio comunitaria de la comunidad de Santa María Zacatepec, del municipio de Juan C. Bonilla.

Aunque se identificaron con sus credenciales de inspectores hubo algo extraño. José, uno de los integrantes de radio Zacatepec, fundada el 20 de julio de 2013, dijo que los hombres ya sabían exactamente a dónde ir y dónde estaban las cosas.

“Lo que se me hace raro porque le digo que ellos, ellos vienen de México y, este, para saber exactamente el, el lugar, la casa y que estaba en la planta alta se me hace raro que siendo de México ellos lo supieran.”

Ese lunes ellos estaban en la planta baja de la casa de dos pisos que un habitante del pueblo, que actualmente vive en Estados Unidos, les presta. Los inspectores entraron por la reja del jardín, y se pararon en la puerta de madera que da a una especie de sala donde hay un altar a la Virgen de Guadalupe, una mesa y varias sillas donde preparaban cápsulas y spots. La puerta estaba abierta y José repite mucho que no les dieron permiso de entrar. “Prácticamente entraron sin que nosotros les diéramos permiso, porque sí pidieron permiso, pero nosotros nunca les dijimos que sí podían pasar o no podían pasar.”

Foto: Marlene Martínez

Los cierres paralelos

Menos de una hora después, otro grupo de supervisores de Ifetel llegó a la radio comunitaria Axocotzin, de la junta auxiliar de San Bernardino Tlaxcalancingo, municipio de San Andrés Cholula, a llevarse el equipo de transmisión. Ambas estaciones habían estado informando sobre las violaciones a derechos humanos y represión por parte del gobierno del estado, además de abordar la problemática de las reformas a la Ley Orgánica Municipal, que quita facultades a la figura de juntas auxiliares.

Las dos comunidades son juntas auxiliares que se han negado a entregar el registro civil. Aunque una está rumbo a Atlixco y otra hacia San Martín Texmelucan –en sentidos opuestos-, ambas han acompañado la lucha de los pueblos por defender la autonomía, y ambas recibieron el mismo oficio de las autoridades, sólo que con diferentes nombres y frecuencias.

[quote_box_right]José dijo que cerrar la radio fue intentar romper lo que estaban construyendo. “Yo creo que han de ver pensado les quito eso que los está uniendo que es la radio y rompo esa unión que se estaba formando.” Miguel cree que quieren privatizar todo, hasta la identidad.[/quote_box_right]

En los dos lugares se apostaron patrullas de la policía federal para cerrar los accesos a las calles donde están las casas desde las cuales se transmitían las señales de la frecuencia FM. Pero en Zacatepec hubo amenazas.

José estaba allí cuando los representantes de Ifetel pidieron los permisos de la radio, dijeron que si no se los mostraban se iban a llevar las cosas y al llegar a la cabina de transmisión, en el segundo piso, apagaron de inmediato el transmisor, para que no pudieran alertar a la comunidad sobre su presencia. También preguntaron por el dueño de la casa y el de la radio, pero les respondieron que la radio no tenía dueños, que era comunitaria, que era de todos.

“Les preguntamos que por qué, quién los había mandado o, por qué venían y pues no nos quisieron decir quién los mandó, nos dijeron que era una supervisión o una revisión de rutina”, relató José.

Los inspectores también les dijeron que si no los dejaban llevarse el equipo se irían “pero iban a regresar con una orden ya para meternos a nosotros, iban a venir con una orden de la procuraduría para que, este, nos detuvieran, que por eso era mejor que les diéramos el equipo para que no nos metiéramos en problemas. Que la próxima vez que vinieran iban a traer ya una orden para detener a los que estuvieran en la red.”

Foto: Marlene Martínez

Después del cierre la respuesta de la gente ha sido positiva. Miguel, uno de los fundadores, y José explicaron que son muy pocos los que se muestran indiferentes, que la mayoría pregunta cuándo van a regresar.

Radio Zacatepec se convirtió en un lugar de y para el pueblo, y aunque al principio no se acercaban mucho durante los talleres de preparación y las jornadas informativas, en cuanto salió al aire varios quisieron entrar, sobre todo jóvenes. La emisora era muy exitosa porque en la comunidad la gente todavía se conoce y se reconoce: tanto los conductores como de quienes se hablaban eran personas conocidas, de la misma localidad o las comunidades cercanas.

Radio Zacatepec comenzó a transmitir en julio de 2013 durante el Encuentro Nacional en Defensa del Territorio, la Energía y los Derechos de los Trabajadores, en los mismos días en los que se gestó la idea de conformar el Frente Indígena y Campesino de México (Ficam). En un año y veinte días de transmisiones organizaron eventos culturales paralelos a las festividades del pueblo, como el 22 de noviembre por el día de Santa Cecilia; el 5 de enero, un encuentro con juegos tradicionales y vuelo de papalotes con motivo del día de Reyes; y su aniversario, del 18 al 20 de julio de 2014, al cual asistieron más de 4 mil personas.

Miguel, que se dedica a la recolección de chapulines, reveló que en un sondeo muy básico descubrieron que la radio comunitaria tiene alrededor de 5 mil radioescuchas de los 16 mil pobladores de Zacatepec.

Además dijo que sí tienen una idea bastante clara de por qué los cerraron. En espacios noticiosos de la radio, como el programa “Te lo pinto y te lo cuento”, se han dedicado a explicar las cosas como son. Tal es el caso de las juntas auxiliares y la represión del gobernador Rafael Moreno Valle. Ellos estuvieron durante todo lo ocurrido en la junta auxiliar de San Bernardino Chalchihuapan, donde durante un enfrentamiento murió el niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, incluso hablaron con su mamá, Elia Tamayo, quien ha denunciado hostigamiento por parte de las autoridades. También explicaron que con el despojo de las facultades del registro civil de las comunidades ya no podrán elegir a un encargado de la propia comunidad.

Foto: Marlene Martínez

Otra cosa que ha hecho Radio Zacatepec es fortalecer el sentimiento de colectividad y la identidad de los pueblos. Por ejemplo, en su aniversario, además de haber logrado reunir en asistencia a un tercio de toda la comunidad, al término de la transmisión se hizo un convivio -“el bailongo”, dijo Miguel-, y los pobladores se ofrecieron voluntariamente a llevar tamales, tortillas, pulque o chillito verde –los chapulines le tocaban a él–.

“La convivencia comunitaria es uno de los objetivos de la radio. Entonces pues sí, pues en sí estaban viendo la organización en la comunidad y pues supongo que también eso no les gustó. Todo lo comunitario, pues lo contrario de lo privado pues no les gusta nada.”

José dijo que cerrar la radio fue intentar romper lo que estaban construyendo. “Yo creo que han de ver pensado les quito eso que los está uniendo que es la radio y rompo esa unión que se estaba formando.” Miguel cree que quieren privatizar todo, hasta la identidad.

Pese a no tener transmisión y el acoso de las autoridades, la radio va a regresar temporalmente por internet y con altavoces, al estilo tradicional. Todavía no han retomado las actividades porque se llevaron también los micrófonos y la computadora, junto con una mezcladora, pero en cuanto puedan comprar otra vez el equipo continuarán el trabajo.

Después de un breve silencio, Miguel concluyó: “Y pues ya nada más para cerrar, ante la imposición, la desobediencia, como decía Gandhi, y pues ahí vamos a seguir”.