Lado B
Música para sobrevivir lejos de tu país
"The Refugees", un grupo de música formado por una veintena de refugiados residentes en Alemania y procedentes de diferentes partes del mundo.
Por Lado B @ladobemx
18 de agosto, 2014
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Foto tomada de: periodismohumano.com

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Javier Pérez de la Cruz | Periodismo Humano

@phumano

Yo llegué a Alemania en 2008 buscando una vida mejor. Sin conocer el idioma, viviendo en un lugar en el que no me permitían moverme… A veces era muy duro. Todo cambió cuando conocí a Heinz Ratz en 2011. Todos nosotros somos muy afortunados. Como he dicho muchas veces, Heinz Ratz salvó nuestras vidas”. 

Sam es uno de los integrantes de ‘The Refugees’, un grupo de música formado por una veintena de refugiados residentes en Alemania y procedentes de diferentes partes del mundo. Él nació y aprendió a cantar y a tocar el djembe en Gambia, donde su familia todavía vive. En cambio, cuando llegó a Alemania se encontró viviendo en uno de los campamentos que el gobierno habilita a los solicitantes de asilo. Unos campamentos que han recibido críticas de organizaciones proderechos humanos debido a sus pobres condiciones y a lo aislados que se encuentran.

“El proyecto de grabar un disco y realizar una gira con refugiados surgió después de visitar 80 campos. Era tan triste. Eran lugares tan pobres, con tanto drama, que decidí que fueran ellos mismos los que lo contaran”. Heinz Ratz es bajista y líder del grupo alemán Strom & Wasser, formación con la que ha grabado dos discos ‘The Refugees’.

Foto tomada de: periodismohumano.com

Un manifestante da la bienvenida a los refugiados durante la concentración a favor del campamento de Oranienplatz. Foto tomada de: periodismohumano.com

Este no es el primer proyecto comprometido de Heinz. Justo antes de que comience el último concierto de la gira en el mítico SO 36 de Berlín, y en un perfecto español, el bajista explica que ya hace años realizó un “triatlón música”, con el que intentaba mezclar la música y el deporte para conseguir fondos económicos y visibilidad para la gente con menos recursos. “Nosotros, nuestro grupo, Strom & Wasser, somos conocidos aquí, y podíamos parar un par de años para que ellos cantaran sus propias canciones”, añade Heinz.

La problemática situación de los refugiados no podría estar más de actualidad en Alemania. Hace apenas tres días fue desalojada la escuela Gerhart-Hauptmann, situada en la calle Ohlauer, a tan solo un par de calles de distancia del SO 36. Esta ha sido ocupada desde hace más de año y medio por cientos de personas llegadas de diferentes partes del mundo. En octubre de 2012, refugiados de toda Alemania protagonizaron una marcha hasta Berlín saltándose la “Residenz Pflicht”, una ley que se puede traducir por “residencia obligatoria”, y que prohíbe a los solicitantes de asilo abandonar el lugar donde se ha realizado la tramitación. Este puede ser una pequeña localidad, una ciudad o, en el mejor de los casos, un Land (cada uno de los estados federados de Alemania).

Al llegar a la capital levantaron un campamento protesta en Oranienplatz, mientras que otras personas ocuparon la citada escuela para refugiarse de las duras temperaturas del inverno berlinés. Tolerados por las autoridades locales durante un tiempo, hoy nada queda de esos dos símbolos de la lucha de los refugiados. O quizá, un poco, todavía sí.

Alrededor de 20 refugiados, junto a unos 15 activistas, todavía se encuentran en el interior de la Gerhart-Hauptmann. Consiguieron resistir en el tejado al amplio despliegue policial, de unos 900 agentes, según fuentes oficiales, que trataron de desalojar a todos sus residentes. Durante el operativo, la entrada fue prohibida a los periodistas. Los refugiados restantes se niegan por completo a abandonar el edificio. “No quiero ir al campo, prefiero morir aquí”. “Si vienen a cogerme, saltaré”. Son algunas de las reacciones que los medios alemanes han recogido. Solo una garantía de permiso de residencia por parte de Frank Henkel, responsable de los asuntos de Interior del Senado de Berlín, les haría cambiar de opinión.

Alemania es el país de la Unión Europea que más refugiados acoge. Según datos de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (OEAA), el año 2012 aceptó 80.000 solicitudes, y en 2013 se estima que rondarán las 100.000. Pero a pesar de estos datos positivos, aún hay miles de personas que todavía esperan un permiso de residencia. Algunos refugiados pueden tener que esperar la resolución de su petición de asilo durante meses y meses. Otros pueden ver cómo se la deniegan y les deportan. Esto es por lo que protestan los refugiados de Berlín. Y es que hay más, pues también hay personas que directamente no pueden realizar pedir asilo, pues la legislación europea obliga a solicitarlo en el país de la Unión Europea por el que se entró. Este es el caso de Anane Kofi Mark, un ghanés que forma parte de un grupo de 300 africanos, los cuales  aseguran haber llegado a Hamburgo después de que las autoridades italianas les dieran 500 euros para marcharse del país.

[quote_box_left]Extracto del texto originalmente publicado en el sitio Periodismo Humano. Click aquí para seguir leyendo.[/quote_box_left]

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