Texto: Rosario de Marías. Fotos: Dana Albicker

Dicen que comer libros da hambre. Lo sabemos bien, tanta historia nos da antojo de todo y todo deja de bastarnos; comenzamos a devorar colores, formas, texturas, sonidos, no hay nada que no nos apetezca. Y dentro de tantos sabores, hay uno que nos gusta de forma inquietante, es el más sutil de los alimentos; su calor congela y lo fija todo en nuestra memoria.

Comemos luz, todo comelibros TragaLuz, y a fin de cuentas, con la luz también se escriben historias, eso lo saben bien los etimólogos (los comelibros también comemos palabras grandotas) ¿Les contamos algo? La luz se come con los ojos y se escribe con lápices rectangulares que algunas personas llaman cámaras. Tenemos hambre de luz, no nos basta con comerla, la tragamos, usted también TragaLuz.

Tragaluz inicia como un taller piloto de fotografía participativa para niños, a través de la colaboración entre los proyectos Miradas Itinerantes e Invasión de Niños Comelibros. El escenario es el patio de una de las vecindades de la 2 oriente en el barrio de la Luz; los asistentes son niñas y niños de esta y otras vecindades cercanas, miembros del libroclub El tornado de la amistad de los niñxs comelibros.

Durante la primera fase se realizó una campaña de donación de material fotográfico durante el mes de mayo; el taller está a cargo de Kaya Crespo (Miradas Itinerantes), Dana Albicker y Rosario de Marías (Comunidad Comelibros), este taller piloto constará de ocho sesiones durante el mes de agosto y principios de septiembre, que conjuntan elementos como los aspectos teóricos de la fotografía a partir de ejercicios simples y dinámicos, realización de fotogramas, fotografía estenopeica, revelado (visita a cuarto oscuro), el préstamo de cámaras de 35 mm y revisiones comunitarias de las tomas obtenidas.

Una de las finalidades de este taller es dar voz a los niños, dejar que sean ellos mismos quienes nos cuenten a través de imágenes cómo ven el barrio, la vecindad, su familia y a sí mismos y sobretodo, que encuentren formas de expresión más allá de lo cotidiano. Se pretende que este ejercicio se replique en otras vecindades y barrios.