Lado B
La vida maravillosa detrás de las rejas: Orange is the new black
Por Lado B @ladobemx
08 de agosto, 2014
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Amira George

[dropcap]S[/dropcap]iendo sinceros, y como ya lo he dicho antes, hoy en día son pocas, prácticamente escasas las ideas originales tanto en el cine como en la televisión –o sistemas de vídeo en línea-. Han sido tantas las historias contadas, tantos los personajes que han desfilado por las filas de la cultura pop en todo el mundo, que no es de sorprendernos o incluso de molestarnos el hecho de que algunos de estos seres reaparezcan con una voz y un color diferente.

Por lo mismo de ser tantas las historias, series y películas, una de mis reglas es sumergirme en ellas con cuidado, esto es, hasta que haya suficientes capítulos disponibles me abstengo de ver el primer episodio, esto principalmente porque una vez que me clavo con algo no me separo de la pantalla en días.

Esto una vez más me llevó a tardar varios meses en decidirme a ver un capítulo de Orange is the New Black, y qué bueno que lo hice, porque sin saber cómo terminé las dos temporadas en una semana; en mi defensa, no soy la única, una persona la empezó a ver justo cuando yo la estaba acabando y tardó dos semanas. Así de enganchante es.

Sin embargo, cada capítulo que veía, mi mente me decía: es Capadocia pero con mujeres negras. Y sí, hay ciertos elementos que son similares entre las dos series, claro una con la idiosincrasia mexicana y otra con la gringa. La historia de una cárcel de mujeres siempre, casi por regla, debe tener a esos personajes específicos: la monja que acaba en prisión, la mujer maternal que por algo termina encerrada, un transexual, la lideresa de la prisión entre muchos otros.

A esto sumar los flashbacks para conocer la historia pasada de cada una de las mujeres en otro tiempo me hubiera hecho abandonar la serie al tener una fidelidad a la serie producida por HBO para México; sin embargo hay que tener una mente abierta, porque ni siquiera Capadocia es original, su estructura, por mucho que me duela decirlo, es inspirado en la serie OZ, también hecha por HBO.

He ahí, que no importa qué tanto nos enamoremos de una historia, alguien ya lo hizo antes.

Sin embargo este contexto no busca quitarle méritos a Orange is the New Black, al contrario, es una estrellita adicional, pues pese a ser una historia ya dicha el ángulo presentado es tan bueno, tan bien desarrollado, tan bien estructurado, que uno no puede separarse por más que quiera.

Netflix, una vez más, llega para dar una cátedra de cómo hacer series, de la cual deberían aprender muchas televisoras estadounidenses, pues la producción, actuaciones y trama son simplemente perfectas.

oitnb02Aunque el personaje principal es Piper, una mujer que tiene que pasar 15 meses en prisión por un crimen cometido 10 años antes, llega un punto en el que ella es lo de menos, y cada quien busca a ese personaje con el cual se siente relativamente identificado o simplemente que le gusta el papel que desempeña al interior de la prisión.

En mi caso he de reconocer que soy fan de Red, una mujer rusa que maneja la cocina de la prisión, quien es la figura materna y de poder dentro de las rejas, aunque siempre con un cuidado tan especial y raro por sus chicas, que es la definición perfecta del tough love (amor duro).

Por si la historia y los personajes fueran poca cosa para que la historia me enamorara, el nombre Jenji Kohan fue ya demasiado. Esta mujer es la creadora de una de mis series favoritas ever, y de la cual no estoy conforme con el final, pero de eso hablaré en otra ocasión: Weeds.

Y sí, en ciertos aspectos de la narrativa o simplemente del feeling de Orange hay algo que recuerda a Weeds, lo cual me llena de nostalgia y alegría.

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