Hidalgo, de José Clemente Orozco

Redacción

La Independencia de México costó mucho más que la de Estados Unidos debido a que la nación norteamericana, a diferencia de los países de Latinoamérica, no generó el mismo interés en los europeos pues carecía de los recursos minerales que caracterizaban a las regiones del centro-sur del nuevo continente, aseguró en entrevista Gabriel Miranda Trejo, académico del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico (ICGDE), de la BUAP.

México, así como varios países de Latinoamérica, proporcionaba grandes riquezas en oro y plata a la corona española. Al buscar su independencia el emperador europeo hizo lo posible para que no ocurriera a diferencia de los ingleses, que no dieron mayor importancia al territorio actual de los Estado Unidos.

Por esta situación, agregó el investigador, la independencia mexicana es mucho más valiosa que la de su vecino del norte. Ésta, junto con la de Perú, fueron los movimientos más difíciles en concretarse. “Los estadounidenses no tuvieron mucha resistencia ya que el Rey de Inglaterra, al cobrar sólo los impuestos de los norteamericanos (no recibía oro ni plata), no le dio valor a la región. Por esa razón, de 1775 que iniciaron su movimiento independentista, sólo un año les bastó para lograrlo”, expresó.

Por su parte, la Independencia de México implicó el enfrentamiento entre separatistas y ejércitos ricos bien organizados, que fueron respaldados por los gobiernos europeos interesados en seguir con el control de estas regiones; el académico destacó que uno de los males de México fueron las riquezas en oro y plata. Esta situación llevó a que los insurgentes mexicanos tardaran once años en vencer a la corona española (del 16 de septiembre de 1810 al 27 de septiembre 1821).

“Los europeos, al no tener ningún interés en Norteamérica, otorgaron sin mayor contratiempo la autonomía al naciente país. En el caso de México, Europa aún seguía con interés en el territorio nacional por la gran riqueza de oro con la que contaba”, precisó el egresado de la Maestría en Estudios sobre Norteamérica por la Universidad de las Américas Puebla.

“México siguió con la secuelas de su independencia. Ambas naciones tomaron dos caminos diferentes desde aquel entonces”, señaló Miranda Trejo.

No obstante, refirió, la Independencia de Estados Unidos inspiró los movimientos independentistas de diversos países de Latinoamérica incluyendo a México, Colombia, Venezuela, Argentina y Perú. “Un grupo de pobres luchó contra una gran colonia y logró su independencia”, fue la idea que se propagó por toda América y la que detonó todo, expresó.

Los líderes latinoamericanos retoman esta noticia sin analizar el contexto con lo que se suscitó pues “para los latinos su proceso sería mucho más difícil”. El académico subrayó que América necesitaba de esa inspiración, ver que era posible lograr la independencia. Además de haberla logrado, actualmente posee una autonomía sólida.

Una gran ventaja de tener a Estados Unidos de vecino, comentó, es que esta nación cuenta con principios democráticos: “como país incipiente promulgaron su constitución, misma que inicia con la frase: We the people… (Nosotros el pueblo…), es decir, se consolidaron como una nación que es constituida por el pueblo y que busca la felicidad.

Resaltó que esta forma de autogobierno, que rescató los pensamientos más modernos como la división de poderes y el establecimiento de periodos de gobierno delimitados, hizo que Estado Unidos lograra una estabilidad que eventualmente se contagió en todo el continente. “Si hoy decimos que somos una democracia es porque surgió a partir de este entonces”, expresó Miranda Trejo.