Lado B
Entrevista con Dono Sánchez Almara
“Salirse de la zona de confort: la desafiante tarea de hacer cómic en México”
Por Lado B @ladobemx
13 de junio, 2014
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Beatrix G. de Velasco

@isadoradreams

Durante el pasado encuentro de autores de cómic en el mes de mayo tuve la oportunidad de platicar con Dono Sánchez Almara autor y gestor de la novela gráfica Turbo Desafiante. Parte 1: los devastadores ocultos. Justo afuera de la comicteca en C.U. bajo una ligera lluvia y con café en mano pudimos intercambiar ideas acerca, no sólo de la novela gráfica antes mencionada  sino de los retos ante la publicación de historietas en México.

Dono es un artista gráfico regio (además de editor emprendedor) quien después de hacer ilustración para periódicos locales y de colorear páginas para compañías de cómic estadounidenses decidió hacer su propio proyecto, el cual no se quedó sólo como la creación de una novela gráfica sino que llegó a convertirse en una editorial: Fixion.

Turbo Desafiante se dio a conocer primero como webcomic en este sitio y recientemente como un impreso del cual se hizo una versión en español y otra en inglés, pues también busca penetrar en la audiencia angloparlante.

La historia tiene una trama interesante, guiños divertidos, un ritmo bastante ágil y personajes entrañables. Ya ni hablar del arte porque es impecable. A continuación les presentamos una entrevista con este autor quien, entre risa y risa, nos revela la realidad de hacer cómic en México.

TD1_COVERrealsPlatícanos acerca de Turbo Desafiante ¿cómo surge?

Surge de la necesidad de expresarme, de contar historias. Siempre he estado con los cómics, desde muy chavo. Comencé a dibujar historias desde el ‘94 en mis libretas, los vecinos eran mis lectores. Ya de ahí comencé a involucrarme con gente para hacer cosas de manera independiente. Luego pasé a hacer ilustración editorial para un periódico de la localidad y después a trabajar con compañías de cómic estadounidenses.

Mi idea era hacer una historia donde pudiera volcar toda mi creatividad, así que en 2009 junté una lana y me “auto bequé” para poder trabajar en el proyecto. Le bajé a otros trabajos para poder dedicarme a hacer la pre producción de Turbo: plantear la historia, crear personajes, escenarios, etcétera.

Me planteé el publicarlo pero pensé que en ese momento no tenía una historia que me respaldara así que se me ocurrió lo de subirlo a la red y comencé a usar el formato que actualmente se puede ver ahí.

¿Qué es lo más importante para ti al crear una historia?

Expresar una idea. La motivación de la historia es importante, su temática y su drama. Para mi lo más importante es el proceso creativo; los desafiantes son los artistas. Icario es la creación traída a la superficie, Gala es la inspiración y todo gira en torno a la imaginación. Yo quería hacer una historia que hablara de fortaleza, que versara un poquito en eso porque… ¡qué difícil es ser un artista en éste país! (risas) tantas pruebas y tantas cosas, sé que hay que salirse de la zona de confort pero hacer una historia y publicarla ya está más allá.

Sí, en México es deporte extremo. Ahora ¿cómo fuiste estructurando la narrativa?

Comencé con el conflicto y de ahí fui atribuyendo elementos. Como lo publico por web, la semana que toca subir trabajo ese fragmento, tengo una escaleta con las escenas y voy decidiendo en cuantas páginas va a entrar, en cuántos paneles. La historia en sí ya está aterrizada pero la voy desarrollando según la vaya publicando en la página.

En cuánto a los personajes ¿cómo los vas desarrollando?, ¿te inspiras en personas del mundo real?

Sí, hay mucho de eso. El personaje principal, Lucas, está basado en un muy buen amigo, una persona súper sensible. Se llama Lucas por San Lucas que es el patrón de los artistas. En el relato los personajes tienen una apariencia en un mundo y otra en el otro lado, es una cuestión de dualidad muy rara, como un paradigma que no puedes cambiar.

 ¿Cuál es la parte del proceso en la cual te atoras?

La historia es lo más complicado. Ahorita que estoy haciendo el tercer libro tengo muy claro que mis personajes no van a ser como Spider Man, eternos, que van a salir por siempre. Tengo claro que en algún momento tiene que acabar aunque me cuesta trabajo soltarlos.

La historia puede dar más, el universo es muy amplio pero lo que tengo que decir está ya ahí. Tengo un par de ideas de lo que sigue.

turbo_defiant_kimecan_67¿Cuántas horas a la semana le dedicas al proyecto?

Pues ahorita cero (risas) porque lo ando moviendo, pero me aprovecho de que va tan adelantado que por el momento puedo dedicarme a promocionarlo. Ya en un ritmo normal trabajo unos tres o cuatro días en las entregas, el primer día aterrizando la escaleta del guión, luego la parte digital, ilustrar, poner los textos y armar el flash. Unas diez horas, le calculo.

 Y ¿todo lo haces tú?

Pues el  90% sí (risas), pero ya tengo mis candidatos de asistentes, han salido un par de chavos entusiastas que quieren incorporarse al proyecto. Porque luego, cuando vas a los eventos tienes que hacer inventario, las maletas, cuando están los eventos cargados es complicado.

La idea es que el tercer libro esté listo para noviembre del año que viene, así que debe de estar terminado a mediados del próximo año.

 Y ¿cómo te ves en unos ocho años?, ¿qué te gustaría estar haciendo?

Quiero seguir haciendo cómics.

¿En creación o dirigir una editorial?

Editar también me agrada y pienso ¿cuántas historias como Turbo Desafiante podría hacer en mi vida? quizá no muchas así que veo en la edición algo muy padre pues es encontrar gente que haga historias que puedan ser llevadas a la luz.

Nosotros estamos concientes de que los materiales que hacemos no son los que quisieramos hacer. Todavía está esta salida de influencias hasta que realmente comienza a surgir la voz del autor.

¿Quiénes son tus influencias?

Así fuertes el Katsuhiro Otomo, Moebius y Jodorowsky. Me identifico mucho con ellos, sobre todo con Moebius que trabajaba con la intuición, él decía si vas a hacer cómic haz algo que realmente te emocione sino ni siquiera lo vas a terminar y eso tiene perfecto sentido.

El trabajo se torna solitario y te preguntas ¿qué estoy haciendo con este tiempo, con esta energía? si no te emociona lo que haces no tiene sentido. Claro, una de las cosas con las que hay que trabajar es la disciplina pero la emoción es la base.

Y ya para cerrar ¿cómo ves el panorama de la historieta nacional?

Mi percepción es que sigue siendo una forma de arte muy superficial en el sentido de que ves pintores, escultores, poetas que viven de su obra, batallan pero logran vivir de su arte. Eso no ocurre con la historieta todos estamos lidiando con demasiadas cosas, es muy difícil que madure así. No podemos lograr perfeccionar porque es un esfuerzo y luego otro. Necesitamos encontrar la forma de que se empiece a hacer este movimiento progresivo, que se apile una cosa sobre la otra. Hay productos que logran un impacto pero luego no hay otro. Muchos trabajos yo los veo muy tempranos en ese sentido.

Por ejemplo, el género de súper héroes no ha funcionado, ha habido intentos pero no. Porque es como ridículo pensar en un súper héroe en México, en ese contexto que no hay ciudades o tecnología porque estamos muy habituados al concepto de súper héroe gringo.

Hay qué pensar como comunicarse con la gente, encontrar como asimilar el contexto. Cuando trabajábamos con compañías estadounidenses una vez un editor nos felicitó por unas páginas que habíamos terminado y dice –lo que más me sorprendió esa parte donde aparece un camión de basura con un monito de peluche con un casco colgado ¿cómo se les pudo ocurrir eso?– y pues pensé que era el camión de la basura que pasa en frente de mi casa (risas).

Es que estamos rodeados de inspiración pero ya no nos sorprende nada

Hay que buscar como tratar el material y como comunicarse con la gente porque estamos rodeados de cosas extraordinarias. Hay que tratar de observar eso que damos por hecho ponerlo ahí. Las cosas están ahí, no van a venir de afuera.

Pudimos seguir enfrascados en esa plática por horas pero nuestros compañeros de mesa nos solicitaban así que dejamos la entrevista en ese punto. Después de tocar temas tan nuevos como la edición de historietas en México o tan manoseados como la sustentabilidad de proyectos o la creación de buenas historias, dejamos la parada de camión donde nos habíamos acomodado y regresamos a nuestras respectivas mesas. Me quedo pensando que, en cuanto a historietas, todavía hay mucho que hacer y, sobre todo, muchos esfuerzos que unir.

Si desean apoyar este proyecto pueden dirigirse a este sitio.

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Autor Lado B
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