Lado B

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Luego del asesinato hasta ahora impune de Edgar Eloy Sosa Meyemberg, defensor de los derechos humanos de la diversidad sexual, quien desapareció el pasado 24 de febrero y cuyo cuerpo fue encontrado un mes después, desde la organización AVE de México, a la que pertenecía, exigen justicia.

A continuación reproducimos el comunicado:

El pasado 24 de febrero de 2014, después de las 10 de la noche desaparecieron a nuestro amigo y compañero Edgar Eloy Sosa Meyemberg en las inmediaciones del Estado de México y el Distrito Federal, fue visto por última vez en San Vicente Chicoloapan; después de facilitar un par de talleres en la Universidad de Chapingo.

El 12 de julio de1992 fue asesinado el fundador y presidente de AVE de México, el Dr. Francisco Estrada Valle. Había participado en el inicio de la quinta edición del Diplomado sobre sexualidad y VIH/SIDA que hoy lleva su nombre.

El cuerpo sin vida de Edgar fue hallado un mes más tarde. Lo asesinaron. Parece que el tiempo no ha transcurrido. Parece que las tan anunciadas acciones de gobierno y los supuestos cambios en las políticas públicas que aseguran igualdad en la impartición de justicia y de un México más seguro, libre de discriminación, no han surtido efecto alguno.

Veintidós años después la impunidad, la inseguridad y la homofobia siguen siendo el caldo de cultivo para permitir la injusticia y que se asesine a ciudadanos mexicanos, defensores de los derechos humanos, del derecho a la diferencia y el derecho a la igualdad.

Como entonces, se levantaron las denuncias correspondientes, se hicieron las declaraciones necesarias y se allegó toda la información disponible a las autoridades; la familia de Edgar, sus amigos y compañeros, realizamos a pie las búsquedas necesarias, se distribuyeron carteles, se colocaron avisos en múltiples lugares y se difundió por las redes sociales la información al respecto. Se hizo público el caso en diversos medios de comunicación.

Como entonces, asistimos a diversas reuniones con autoridades tanto del Estado de México como del Distrito Federal y del Gobierno Federal. En las mismas se comprometieron a realizar las investigaciones necesarias, pidieron silencio porque se ponía en peligro la vida de Edgar. Se les informó de la ubicación, por medios satelitales, de un teléfono celular de Edgar en Iztapalapa que funcionaba algunos días después de su desaparición. Al mostrarles una fotografía de Edgar en la que en segundo plano se observaba una bandera de la diversidad, de inmediato supusieron un móvil pasional. Si esto frenó las investigaciones, si influyó en la implementación de los protocolos de investigación, si determinó que se tardara más de un mes la localización del cuerpo sin vida de Edgar, éstas serán dudas que lastiman la dignidad, que hieren profundamente la credibilidad que las instancias civiles tenemos hacia el gobierno mexicano.

Y aunque contamos con apoyo de funcionarios por voluntad personal, desde el sistema de justicia, NO obtuvimos resultados. NO hicieron lo necesario, tal vez por homofobia institucional y de quienes están a cargo de las investigaciones, por incapacidad, por dilación, porque hay más de veintiséis mil desaparecidos en México, porque no les importa.

Como en 1992 y pese al activismo de la señora Alicia Valle, madre de Francisco Estrada Valle, y de la respuesta de la sociedad civil durante años, el crimen permanece impune.

Edgar Sosa Meyemberg ingresó a AVE de México cuando tenía 17 años, colaborando siempre con profesionalismo y con un compromiso admirable. Ocupó diversos cargos, colaboró en otras organizaciones como el IMIFAP (Instituto Mexicano de Investigación de Familia y Población, A.C.) en Yaxiil, Tu Ser, Desarrollo e Integridad, A.C.; fungía como Director de Desarrollo de AVE de México, hasta antes de ser asesinado. Participó como ponente, facilitador y especialista en diversos foros, congresos y capacitaciones nacionales e internacionales; coordinó exitosamente múltiples proyectos y fue sin duda un ser humano excepcional. Tenía 39 años cuando nos lo arrebataron.

Desde AVE de México, levantamos nuevamente la voz y acudiremos a instancias nacionales e internacionales para denunciar lo que sucede en México: la falta de compromiso de las autoridades municipales, estatales y federales en la protección de la ciudadanía y en la impartición de justicia; la ausencia de políticas públicas que verdaderamente reduzcan la inseguridad, la impunidad y desprotección de las y los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil; el desinterés y la impunidad ante la discriminación y violación de derechos de grupos que han sido discriminados por condiciones de género, edad, situación económica u orientación sexual.

Francisco Estrada Valle, Presidente y fundador de Ave de México repetía hasta el cansancio que el #SilencioEsIgualaMuerte, hoy esa consigna es pertinente para no callarnos, para exigir que se realice una investigación a profundidad, que se encuentre y juzgue tanto a los autores materiales del crimen de Edgar Sosa Meyemberg, como a los servidores públicos que no cumplieron con sus funciones como corresponde.

No nos silenciarán, no nos amedrentarán, no nos condicionarán, porque:

#SilencioEsIgualaMuerte

Y porque exigimos

#JusticiaParaEdgarSosa

Desde nuestra indignación y dolor por la violencia e impunidad vivida, solo podemos honrar su memoria, y reconocer sus aportaciones a favor de la juventud, de las mujeres, del personal de salud, exigiendo

#JusticiaParaEdgarSosa 

Edgar Sosa Meyemberg NO se fue, se lo llevaron.

Edgar Sosa Meyemberg NO se ausentó, lo desaparecieron.

Edgar Sosa Meyemberg NO falleció por enfermedad, lo mataron.

Edgar Sosa Meyemberg NO nos dejó, nos lo arrebataron.

Edgar Sosa Meyemberg NO murió, lo asesinaron.

AVE de México, amigos y compañeros de Edgar Sosa Meyemberg