Lado B
Maniobras del gobierno ecuatoriano para evitar consulta popular por el Yasuní
 
Por Lado B @ladobemx
29 de abril, 2014
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Correa tiene miedo de la decisión popular, que se manifiesta por mantener el petróleo debajo de la tierra en las áreas protegidas.

Decio Machado | Diagonal Periodismo (Tomado de Desinformémonos)

El pasado 12 de abril, Yasunidos, un colectivo cuya composición social es básicamente juvenil y cuyas formas de acción son muy similares al movimiento de indignados en España, entregó un total de 756 mil 623 firmas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) del Ecuador.

Foto: Edu León  Tomada de desinformemonos.org/

Foto: Edu León
Tomada de desinformemonos.org/

Dichas firmas tienen como finalidad exigir una consulta popular sobre el futuro de los campos Ishipingo, Tiputini y Tambococha (ITT) ubicados al interior del Parque Nacional Yasuní, el área con mayor biodiversidad de América de Latina. El número de firmas presentadas por Yasunidos suma casi un 30 por ciento más de las exigidas por el Código de la Democracia, en el cual se señala la necesidad de obtener un apoyo del 5 por ciento del patrón electoral, es decir, 584 mil 116 firmas para que se dé un proceso ciudadano participativo de estas características. Cabe señalar al respecto que el patrón electoral ecuatoriano alcanza la inverosímil cifra de 11.4 millones de electores en un país de 14.5 millones de habitantes con una tasa de fertilidad de 2.44 hijos por mujer, con lo cual se evidencia lo inflado que está, actuando como un impedimento agregado para que se den este tipo de procesos.

La campaña de firmas se sostuvo durante seis meses, en los que Yasunidos compitió con otras dos organizaciones que plantearon preguntas alternativas a la propuesta de este grupo. Por un lado, la organización Amazonía Vive, que planteó una pregunta de apoyo a la determinación tomada por el presidente Rafael Correa el pasado 15 de agosto de explotar el crudo existente al interior de la zona calificada por la UNESCO como reserva de la biósfera Yasuní. Por otro, el Frente de Defensa Total de la Amazonía (FDTA), que planteó a su vez la pregunta de declarar todo el Ecuador libre de cualquier actividad extractiva, fuere del tipo que fuere. Hasta el momento, Amazonía Vive apenas ha sido capaz de presentar 400 mil firmas -debiendo entregar la totalidad de éstas el próximo 15 de mayo- y el FDTA estima, según sus representantes, haber presentado en torno a 600 mil.

El sentimiento generalizado en gran parte de las organizaciones ambientalistas ecuatorianas es que la aparición repentina de estas dos organizaciones en el escenario político responde a una estrategia establecida desde el gobierno y destinada a generar confusión informativa en la sociedad. Al respecto, es importante indicar que Amazonía Vive es una organización compuesta por dirigentes y autoridades locales del correísmo, mientras que los representantes del FDTA son absolutamente desconocidos en los ámbitos sociales y políticos del país. Llama la atención que incluso la publicidad y propaganda emitida por estas organizaciones fueran plagios de los contenidos y diseños gráficos desarrollados por Yasunidos en su campaña, lo que generó confusión y desconfianza entre los ciudadanos sobre a quién estaban avalando con su firma.

“Nuestra pregunta es clara, a diferencia de los demás”, declaran los voceros de Yasunidos, “y ésta consiste en preguntar sobre si se está de acuerdo en que el gobierno ecuatoriano mantenga indefinidamente el crudo del ITT bajo el suelo”.

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