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Historias Cienciacionales

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Durante el invierno y primavera austral, es muy común escuchar una llamada repetitiva, como el graznido de un pato. De ahí el nombre que los marinos y los científicos que a bordo de submarinos escuchaban dichos sonidos le hayan dado el nombre de “bio – pato” (traducción literal del inglés “bio-duck). Desde hace 50 años, se han preguntado cuál es la fuente del llamado.

El sonido consiste en una serie de pulsos con intervalos de 3.1 segundos entre dos series. Este patrón de por si causa intriga, pero los científicos se quedaron perplejos cuando hace poco los escucharon en el mar de Weddell oriental y al oeste de Australia… dos zonas opuestas en el cono Sur.

Después de años de investigación, ahora se sabe que el sonido no era producido por patos, sino por ballenas. El Minke antártico ya era conocido, pero este comportamiento hasta antes desconocido está dando información sobre un animal que es cazado, en su mayoría, por marinos japoneses.

Para saber que el sonido provenía de estos animales, los investigadores ataron sensores a dos ballenas para colectar datos acústicos. Uno de ellos grabó por 18 horas, mientras que el otro por ocho. Los científicos compararon las grabaciones con las llamadas recabadas por cincuenta años (los “bio-patos”) con micrófonos en el fondo del mar.

Las comparaciones fueron inequívocas. Los 32 llamados recabados de las dos ballenas fueron suficientes para relacionar de manera concluyente al sonido con los animales.

Se sabe que dichas ballenas se encontraban viajando con sus compañeros en grupos de cinco a cuarenta. Además, se sabe que 26 de las llamadas recabadas fueron hechas cerca de la superficie, a veces un poco antes de sumergirse por comida.

El siguiente paso en la investigación es conocer en qué situaciones las ballenas hacen dichos llamados. Lo que sí tienen claro es que este comportamiento ayudará a desenmarañar otras preguntas, como aquellas relacionadas con sus patrones de migración.

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Fuentes:

Artículo original de la investigación que relacionó los bio-patos con las ballenas.

Nota fuente de Science.

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