Lado B
Carballo, crítico incómodo pero necesario: Ignacio Padilla
 
Por Lado B @ladobemx
27 de abril, 2014
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“Nos abrió las puertas, a las nuevas generaciones, para hacer crítica literaria”

Prensa Ibero DF

Todo crítico que valga la pena es incómodo, y así fue Emmanuel Carballo, afirmó el escritor, y académico del Departamento de Letras de la Universidad Iberoamericana, Ignacio Padilla.

Emmanuel Carballo, reconocido crítico literario, así como ensayista, escritor e historiador, falleció el pasado domingo 20 de abril a la edad de 84 años. Fue autor de 149 obras, entre las que se incluyen ensayos, poesía, memorias, prólogos y entrevistas.

“Todo gran movimiento literario ha tenido por fuerza un crítico que lo incomode. En el caso del boom latinoamericano, al menos en su ala mexicana, fue Emmanuel Carballo. Así como la literatura contemporánea en lengua inglesa no se entiende sin el trabajo de Harold Bloom, de la misma manera, las incomodidades críticas, señalamientos y disensos de Emmanuel Carballo sobre lo que ocurría con la literatura mexicana en los años 50 y 60 son esenciales para ordenar un poco lo que estaba ocurriendo desde entonces”, señaló Padilla.

Tomada de siempre.com.mx

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El académico rememoró su propia participación en el Semanario Punto, dirigido por Carballo, al que llamó “uno los primeros mayores espacios de crítica literaria y periodística durante los años 80 y 90”.

“Fue ahí donde muchos comenzamos a escribir, a hacer crítica literaria”, contó Padilla, y agregó que Carballo abrió las puertas a él y a sus contemporáneos, como Jorge Volpi, para que realizaran crítica literaria a principios de los 90.

“Él mismo nos refirió a otros espacios más amplios, como el suplemento Sábado del Unomásuno, que entonces dirigía otro gran personaje de la crítica literaria, Humberto Batis”, narró.

Padilla, exponente de la literatura de la Generación del Crack, argumentó que la crítica literaria es una vocación necesaria, fundamental para el desarrollo de la literatura, y Carballo es un ejemplo de ello.

El mismo Carballo manifestó en su página de Internet que el crítico es considerado “el aguafiestas, el villano, el resentido, el maniático”, pero también escribió que “el crítico tiene el compromiso de probar que sus juicios son correctos, que no habla de memoria, sino que, por el contrario, sus ideas están respaldadas por la realidad estética de la obra que analiza”.

“La crítica literaria es tan incómoda como necesaria. Es un ejercicio sumamente difícil, es una posición en el ámbito literario sumamente criticada, valga la expresión, y por lo tanto, también una vocación heroica. El crítico ejerce el poder, provoca miedo y aversión, pero es también la gran instrucción lectora. Sin un crítico como debe ser es imposible organizar la lectura en un determinado momento literario”, explicó Padilla.

Asimismo, el autor de Subterráneos añadió que el crítico “no es un escritor ni un poeta frustrado”.

“La belleza creativa del crítico recae en la exposición de su manera de percibir el fenómeno literario, y que además nos ilumina a los demás lectores”, aseguró.

Padilla recordó que en algún momento preguntó a Carballo por qué no hacía una nueva crítica sobre los nuevos protagonistas de la literatura mexicana, y él le contestó, “no eso ya no me toca a mí”.

«Carballo hizo muchísimo por el trabajo de varios escritores, por toda la Generación de Medio Siglo. Hay que considerar que la vocación del crítico, como la del editor, también debe asumir enormes omisiones, y en ocasiones, hará destrucciones de las que luego se arrepentirá», puntuó Padilla.

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