Lado B
Exceso de defensa personal
“Para caminar tranquila por la calle maestra”
Por Lado B @ladobemx
07 de marzo, 2014
Comparte

Ana Francis Mor

Hasta las horas que son en este momento que escribo, se corre la noticia de que Yakiri saldrá libre. Yakiri, la chica que defendió su vida como pudo contra un hijo de su retostado padre que la violó y la quiso matar. Y parece que la dejan libre con el comentario de “Exceso de defensa propia” Insisto, no soy periodista y no tengo el dato corroborado. Pero me sirve el rumor para una bonita reflexión. Bueno varias.

Exceso de defensa personal

Hemos leído la escena miles de veces en este par de meses. Dos hermanos, pelafustanes de poca monta levantan a la muchacha, lesbiana, se la llevan a un hotel que al parecer es escenario de cualquier cantidad de delitos. La encierran en un cuarto. La violan. El susodicho en cuestión la quiere matar con un cuter y ella se lo arrebata y lo apuñala. El sale corriendo, el hermanos también. En vez de ir al hospital que quedaba a unos metros de distancia, el susodicho se va a su casa y se muere. Ella sale corriendo con la ropa desgarrada a pedir ayuda y lo demás ya lo sabemos. El infierno de un MP cómplice e ineficiente hasta mas no poder. ¿Por qué el susodicho no fue al hospital? ¿por qué le tuvo miedo al IMSS? No creo. Seguramente porque sabía que había cometido un grave delito y tenía que esconderse. Se escondió tanto que se murió.

¿Cómo no hubiera sido excesiva su defensa personal? Si le hubiera dado dos cachetaditas y una rajadita en el antebrazo? ¿O como? Cuando una mujer defiende su vida con su vida el mundo tiembla… ¿qué pasa? ¿Qué se mueve? Tampoco soy psicóloga, solo soy de esa parte del mundo que está cansada de ser vista como débil. Y luego mi maestra de yoga me pregunta que por que me empeño tanto en ser fuerte… “Para caminar tranquila por la calle maestra” le respondo. Ojo, todas queremos la paz mundial y oooommmm, pero una cosa es Juan Domínguez y otra… En fin. Pasando a otros asuntos.

Foto tomada de revolucióntrespuntocento

Foto tomada de revolucióntrespuntocero.com

En estos momentos me encuentro en uno de esos países en donde está prohibida la homosexualidad. Se siente raro. Es decir, afortunadamente la naturaleza de mi viaje me permite pasar por buga sin mayor bronca. Es decir, no tengo que decir que soy bien lencha para desarrollar todas mis actividades y la verdad es que no soy mártir así que por lo pronto y por el siguiente mes, si alguien les pregunta, yo soy bien buga. Pero se siente raro. Pero no está bien. Y no está bien porque entonces pienso ¿Qué harán mis comadres las de acá? ¿que haces? Te inscribes en un grupo de Facebook con un nombre falso tipo: LaJuanaDeArco y pones la foto de tu gatito y ahí vas haciendo conectes para digamos… ¡tener novia de menos! Por eso yo decía que el mundo es uno pa unas gentes y otro pa otro y luego me dicen que exagero. Pregúntenle a Yakiri lo que sintió cuando el de recepción del hotelucho ese se hizo el desentendido o los del MP (todos hombres) ni siquiera le hicieron un examen médico, o le dieron la pastilla del día siguiente o hicieron alguno de los protocolos que se tienen que hacer en caso de violación. Porque el susodicho que ahora empuja margaritas ocho metros bajo tierra era su compinche. Porque una mujer, una lesbiana, se había atrevido a revelarse ante la autoridad de un machote. Y si, cuando un machote se quiere salir con la suya, todo el aparato funciona de manera eficiente. Si toda la energía que ponemos como sociedad en conservar el machismo la ocupáramos para tener un aparato de justicia decente Suecia nos la pellizcaba.

Vale la pena pensarlo. Yo por lo pronto, me sigo de buga y que Buda me proteja.

Si Yakiri está libre para cuando esto se publique, yo por mi parte estaré celebrándolo con toneladas de alegría.

Comparte
Autor Lado B
Lado B
Información, noticias, investigación y profundidad, acá no somos columnistas, somos periodistas. Contamos la otra parte de la historia. Contáctanos : info@ladobe.com.mx
Suscripcion