Lado B
Crónica de una absurda detención
Las autoridades de Huejotzingo intentaron secuestrar las fotos de Leo Herrera
Por Lado B @ladobemx
05 de marzo, 2014
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Foto: Leo Herrera

Foto: Leo Herrera

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

El centro de Huejotzingo es este martes por la noche un campo de batalla en pleno, fuertes detonaciones cimbran los puestos que bordean la plaza principal, y el humo de la pólvora quemada entinta el escenario carnavalesco por el que se mueven los huehues enfundados en sus coloridos trajes.

Al fondo de la plaza y frente al palacio municipal un graderío cubre casi totalmente el inmueble. Hay decenas de policías entre municipales y estatales que resguardan una pequeña puerta, la que conduce a los separos de la policía, y frente a ellos pesadas vallas metálicas que buscan contener a los vecinos del lugar que están ahí a la espera de ver salir a sus familiares y amigos, detenidos tras el enfrentamiento que se suscitó cuando grupos carnavalesco irrumpieron en el lugar para «las guerritas», una de las tradiciones de la fiesta que se vive en ese municipio poblano. Un juego muy peligroso que casi siempre deja personas heridas como saldo, y que se buscaba ir eliminando, incluso por los propios participantes al carnaval.

Leonardo Herrera estaba ahí cuando todo inició. Armado con una cámara fotográfica registró el momento en que llegaron los grupos a derribar las vallas metálicas, no pudo hacer mucho, fue rápidamente detenido por la policía municipal que arrió con los que pudo antes de resguardarse en la comandancia, pues los participantes en el enfrentamiento entre bandos amagaron con tomar el lugar.

Foto: Leo Herrera

Foto: Leo Herrera

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Cuando Leo propuso a Lado B cubrir gráficamente el carnaval su propuesta fue la de mirar a la fiesta que se celebra desde fines del siglo XIX desde otro punto de vista, no sólo a los danzantes y sus enfrentamientos, que recuerdan el momento en el que suavos, turcos y zapadores se vieron derrotados por el ejercito compuesto por indios zacapoaxtlas y divisiones varias comandados todos por Ignacio Zaragoza; o sus representaciones de Agustín Lorenzo y su rapto de la hija del corregidor.

Leo quería mirar a la fiesta como un momento que abre un espacio de convivencia familiar.

Y así lo hizo, la primera andada de fotos que llegó al correo del portal eran padres e hijos. Huehues y huehuecitos. Huehues adultos, de la tercera edad diríamos, madres e hijos desfilando.

Es decir, ese momento en el que la fiesta es más que sólo detonaciones y el olor de la pólvora quemada es más que las notas de todos los años que hablan del número de lesionados, detenidos y muertos producto de la fiesta que anteceden al inicio de la Cuaresma, el último jolgorio antes del periodo de penitencia y reflexión al que obliga la fe católica. El momento en el que la fiesta es eso, fiesta popular.

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De poco sirvió que cuando llegó la policía Leo dijera que trabajaba en un medio, que estaba haciendo una cobertura periodística, igual se lo llevaron junto con cerca de 30 personas más.

Foto: Leo Herrera

Foto: Leo Herrera

De nada sirvió que en las celdas les dijera que era fotorreportero y estaba haciendo un trabajo profesional. Se quedó ahí por varias horas hasta que le impusieron una multa de mil pesos para que saliera, acusado, según la gente del patronato, según las autoridades de ese municipio gobernado por el priísta Carlos Morales Álvarez,  de que había alterado el orden público con su cámara y sus clicks.

***

Son pasadas las 7:30 pm, tras sortear las vallas llegamos a la primera línea de defensa, varios policías montan guardia frente a la comandancia de Huejotzingo.

–Buscamos a nuestro compañero, a un fotógrafo que estaba haciendo una cobertura acá y lo detuvieron, queremos saber dónde está y con quién podemos hablar.

–No hay información para nadie –responde un sujeto que porta un chaleco y viste como civil— hasta las once, y ahora retírense —dice de mal modo.

–Cuál es su nombre –pregunta Mely Arellano, reportera y editora en Lado B— se puede identificar, usted es funcionario público, debe identificarse.

–No, no soy funcionario, soy civil –responde y luego pide a otros policías que nos retiren, que no tenemos nada que hacer ahí.

Volteamos hacia los policías estatales, Mely toma la palabra y les explica lo mismo que al otro sujeto, el que dijo no ser funcionario sino un civil que da órdenes que nadie atiende. El policía entiende la petición y nos pide que esperemos unos momentos, ingresa a la comandancia y sale.

–Sí, está acá. Está acá y está bien. En un rato sale alguien del ayuntamiento a atenderlos.

A la par recibimos llamadas desde el DF, Sebastián Aguirre de la organización Artículo 19 se comunica para conocer como está la situación y ofrece apoyo legal. “En unos minutos se comunicarán del área jurídica para asesorarlos”, pues llegamos sin apoyo jurídico-legal. En el camino  a Huejotinzgo, distante de la capital poblana por 40 o 50 minutos, recibimos la llamada del activista Jesús Robles Maloof, ofreciendo también asesoría y apoyo.

Al fin sale alguien del ayuntamiento, y sí, es el mismo sujeto que inicialmente dijo no ser funcionario.

–¿Ustedes son los de la prensa? –pregunta, y pide nos identifiquemos, él por supuesto no lo hace.

–Es que su compañero estaba en los desmanes, tenemos un video en donde se ve como patea las vallas –nos dice, pero niega la posibilidad de que podamos observar ese dichoso video.

De hecho, nadie nos ofrece pruebas de que como dicen estuviera “alterando el orden público”. Estaba ahí, en medio de la trifulca, claro, estaba tomando fotos, documentando el momento.

–Ahora lo sacamos –dice el sujeto del chaleco y se va. No volveremos a verlo en toda la noche. Leo sale hasta después de pagar la multa.

Foto: Leo Herrera

Foto: Leo Herrera

Al fin lo vemos. Se le ve cansado pero contento. Debe sacar del cajero que está a unos metros los mil pesos que le piden de multa. Entre todos juntamos para pagar y se paga. Regresa ya con su mochila y su equipo pero sin la tarjeta.

–Me quitaron las fotos. Que regrese el lunes por la tarjeta, que las van a analizar.

¿En serio? ¿Y que tienen que analizar ellos? ¿Van a buscar qué? Nadie se lo dice. Regresamos a pelear la tarjeta. No se la pueden quedar, no hay razón legal ni jurídica para ello. Le están robando su equipo y su trabajo. Las fotos que lo pusieron tras las rejas por unas horas.

Al final la entregan, “te la vamos a dar”, le dicen, “pero no nos afectes”. ¿Afectarles? El sujeto que detuvieron por que era parte de “los desmanes”, el mismo que estaba armado sólo con una cámara y muchos clicks.

¿Pues a qué le temen?

Fotogalería acá: Fotos para una detención.

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