Foto: Frans Schellekens/Redferns

Eric David Montero

@ericdmontero

Puede que el mote no le quede del todo, pero lo quise usar por la forma en que Screamin Jay Hawkins se portaba en el escenario al dar un concierto, haciendo del blues algo místico, lleno de magia negra y pero sobre todo de una gran voz.

Quienes tuvieron la gracia de asistir a uno de sus conciertos, recordarán a aquel hombre de color, vestido con pieles de leopardo, un hueso atravesado en la nariz, con una portaba un báculo con un cráneo y con la otra tocaba el piano.

En los dedos usaba grandes anillos, y excéntricas cadenas al cuello que hacían de él un personaje grotesco, pero que en definitiva fabricaba un show con buen blues.

La gran voz con la que contaba se la debe a aquella obsesión de ser cantante de ópera, que poco a poco fue desechando para entrar al género que lo hiciera famoso y realizar la grabación de “I put spell on you” en el año de 1957.

Antes del triunfo ya había  grabado esa canción en Okeh Records donde no logró el éxito. Después de un mes, fue a Columbia Records, donde bebió demasiado con el staff, y realizaron otra  versión  con balbuceos, gritos y rugidos que resultó todo un fenómeno.

Sin más choros aquí les dejo un concierto de Jay Hawkins grabado en 1990 en la ciudad de Tokio.