Alejandro Badillo

@alebadilloc

El ornitorrinco, animal que rehuye clasificaciones fáciles, es una afortunada analogía con el ensayo que, muchas veces, toma prestados elementos de otros géneros literarios. En El ornitorrinco y otros ensayos hay una intención por lograr esta heterogeneidad aunque la voz cantante la lleva la reconstrucción prolija y el tono erudito que maneja con solvencia una gran cantidad de información. Al contrario de otros autores que, aprovechando sus conocimientos, más que escribir libros parecen dar clases, Manuel Pereira tiene una vocación de diálogo con el lector sin ser complaciente o renunciar a sus filias y obsesiones.

Una parte importante de este libro es la biografía del autor: Manuel Pereira, escritor cubano, lejos de la isla desde 1988, dirige una gran cantidad de sus dardos contra el gobierno de los hermanos Castro. Ensayos como “Metafísica del hambre” o “Historia del ojo” comienzan con un tema general, visto con perspectivas múltiples y caen, casi inercialmente, en un símil con las paradojas del socialismo cubano. Me parece que ese enfoque, legítimo y personal, sacrifica el humor que existe en otros pasajes del libro. Sin embargo, El ornitorrinco y otros ensayos es mucho más que un discurso o una simple toma de posición. En las páginas de esta obra hay una gran habilidad para hacer convivir al cine, a la política y a la literatura, entre otras disciplinas, evitando el pastiche o la mera recolección de datos interesantes. Cada uno de los ensayos busca adentrarse en la superficie, aventurarse y encontrar nuevos significados, nuevas relaciones que aguijonean al lector. Particularmente interesantes son los ensayos “Muerte y surrealismo en México” en el que la relación del mexicano con la muerte es vista con ojos extraños y lúcidos. Además de la información y las ideas llama la atención la estructura de este texto: empieza como un ensayo clásico y termina recuperando las palabras finales de una conferencia. “Pie de manzana” explora el pie y sus símbolos. “En el ratón utopista” parte de un cartón animado de Disney –“El aprendiz de brujo” – para hacer una severa crítica a las utopías comunistas como modelos que se salieron de control para llevar a sus esperanzadas poblaciones al desastre. Es difícil no estar de acuerdo con el autor: el llamado “socialismo real” desencantó a millones de personas que vieron cómo sus sueños eran sustituidos por la represión, la mentira y una serie casi infinita de regímenes totalitarios que acabaron con el arte, entre otras muchas cosas. Sin embargo, creo que el autor enfoca tanto sus baterías contra los errores del gobierno cubano que parece validar -aunque no lo diga de manera explícita- el libre mercado y el capitalismo voraz que prevalece en el mundo después de la caída del Muro de Berlín y del fin de la Guerra Fría. Un par de anotaciones, quizás, habrían bastado en algunos ensayos para redondear un saludable escepticismo. A pesar de esta perspectiva que podrá ser polémica para algunos lectores y reseñistas, El ornitorrinco y otros ensayos es un libro que se sostiene por su inteligencia, la fluidez de sus ideas y la feliz habilidad para mezclar temas y estilos en ensayos que revitalizan este género literario.

Textofilia Ediciones

1era edición, 2013.

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