• Este 3 de octubre la Real Academia de la Lengua cumplirá 300 años
• La RAE fue fundada por Juan Manuel Fernández Pacheco en 1713 y aprobada por el rey Felipe V de España el 3 de octubre de 1714

Ibero Prensa

Fundada por Juan Manuel Fernández Pacheco en 1713 y aprobada por el rey Felipe V de España el 3 de octubre de 1714, la Real Academia de la Lengua cumple 299 años de existencia oficial. En consonancia con esta fecha, el profesor Panagiotis Deligiannakis, académico del Departamento de Letras de la Universidad Iberoamericana, comparte el siguiente comentario:

Pensar en la Real Academia Española y su próximo tricentenario presenta, antes que nada, la posibilidad de tratar una institución en términos no exclusivamente institucionales y de reiterar una perspectiva histórica incluyente.

Evidentemente, se trata de un largo recorrido temporal que ya no se limita a la inevitabilidad histórica de un dominio imperial y, por extensión, a la legitimidad de la ex metrópolis, también lingüística, de adjudicarse la vigilancia del idioma en términos de “propiedad, elegancia y pureza”.

Nuestra modulación adecuada al tono conmemorativo, nos insta a los dos polos de origen y finalidad, suponiendo –no exentos de cierto idealismo– una teleología propia del idioma. Por un lado, entonces, apelamos a las explícitas razones corregentes de la fundación de la RAE mientras que, por otro, nos proyectamos a la actualidad lingüística de las naciones y al porvenir del idioma castellano.

Más que de una oscilación, se trata de una actitud dinámica, propia de un idioma vivo y plural, así manifiesta desde el primer artículo del Estatuto de la RAE en términos de una misión de “velar por que los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico”.

En resumen y a raíz del próximo tricentenario de la fundación de la Real Academia Española, el mundo hispanohablante –y no sólo– es llamado a celebrar, antes que nada, la unidad, pluralidad y persistencia de la lengua española en todos sus frutos, que competen todas las disciplinas de las ciencias del espíritu.