México, DF. El profesor Miguel Jiménez González, secretario de Organización de la delegación I-378 de Los Mixes de Oaxaca, repasa el plan de escape en caso de que los granaderos cerquen el zócalo y se arme la gresca.
Allá en Santiago Atitlán, Oaxaca dejó a su compañera y a sus hijas confiando en que entiendan por qué no está con ellas.
Él, dice, no se resiste a la evaluación “pero los evaluadores desconocen el mundo indígena, la sierra…”, y quiere que los legisladores lo comprendan.
Ana también es maestra de Oaxaca y también dejó a sus hijas allá. A ella no le gusta marchar, pero “si no vamos el gobierno no nos hace caso y los líderes nos castigan”. Por eso se queda, y vende flores que hace con hilos de colores a “diez pesos que, para ella, equivalen a comprar fruta o agua para aguantar las marchas”.
Dos historias en sendas crónicas de Animal Político y Sin embargo. Léalas aquí y aquí.