Amnistía Internacional

El domingo 8 de septiembre, las oficinas del Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi ubicadas en Torreón, estado de Coahuila, fueron asaltadas y los asaltantes robaron información confidencial. Amnistía Internacional se encuentra profundamente preocupada por la seguridad del personal del centro.

La organización había denunciado anteriormente acosos y agresiones al personal de esta organización y había solicitado adecuadas medidas de protección a las autoridades.

En febrero de 2012, las oficinas del Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi fueron objeto de una redada llevada a cabo por personal militar y policial. Pese a los indicios de implicación militar en dicha redada, las autoridades militares se negaron a reconocer la participación de personal del ejército en ella y cerraron su investigación sin deslindar responsabilidades. No se dispone de información sobre los resultados de la investigación civil abierta a consecuencia de la denuncia que presentó la organización de derechos humanos.

Durante el asalto del domingo, fueron sustraídas dos computadoras que contenían información sobre casos, pero no se llevaron equipos de reciente adquisición ni otros objetos de valor, por lo que el personal del centro cree que el asalto no fue un robo, sino que tuvo como finalidad intimidarles y obtener información sobre el trabajo en defensa de los derechos humanos que realizan.

 Los asaltantes, además, rebuscaron los archivos de documentos confidenciales en papel sobre casos delicados de desaparición forzada y secuestro. Otros artículos que, al parecer, se llevaron son fotografías de migrantes, documentos escaneados de expulsiones del país y datos personales escaneados del personal del centro.

Amnistía Internacional reitera su llamado a que se tomen medidas urgentes para garantizar la seguridad del personal del Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi, atendiendo especialmente las solicitudes específicas que el mismo personal del albergue realice.

Así mismo, la organización solicita a las autoridades que lleven a cabo una investigación exhaustiva, inmediata e imparcial sobre el asalto y las circunstancias que condujeron a él, incluidos los indicios que sugieren que no se trató de un robo.