Lado B
Mil nombres de mujer
Semillita anónima, vas creciendo entre sol y sal. Para recibirte se necesita cuna, sapiencia, pañales, paciencia. Injusto me resulta llamarte “niña”, pues demasiado pura eres aún para cargar en tus inexistentes hombritos una construcción tan pesada. Eso lo serás después, después de mucho.
Por Lado B @ladobemx
05 de julio, 2013
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Para todas las ejemplas y para todas las que tienen historia.

 Liz Ruiz

Semillita anónima, vas creciendo entre sol y sal. Para recibirte se necesita cuna, sapiencia, pañales, paciencia. Injusto me resulta llamarte “niña”, pues demasiado pura eres aún para cargar en tus inexistentes hombritos una construcción tan pesada. Eso lo serás después, después de mucho. Cuando andes y sonrías y llores. Serás lo que todo el mundo evita ser: niña. Serás en dulzura e inocencia el paradójico desprecio de un mundo que me asusta que veas.

Necesitas un nombre, pero ¿qué nombre llevarás? ¿La historia de quién contarás? ¿Qué palabra te acompañará y hablará de ti?

Te pondré nombre de guerrera, para que siempre recuerdes que eres transformación, independencia, vulva y tuya. Innana. Te pondré nombre de bruja púrpura, para que te acompañe tu historia de mujer y tengas tu propia identidad, aprendas a verte a través de ti y nunca del otro. Úrsula. Tu mamá quiere que lleves nombre de naturaleza, de fuerza, de inmensidad. Mar. ¿Qué tal de belleza y autosuficiencia? Flor. ¿Nombre de luz y de soledad? Luna. Tu mamá te quiere poner nombre de rebelde, de científica, esa que es dueña de su sexo y de sus decisiones. Hipatía.

Te podemos evocar de mil maneras. Puedes llevar nombre de quien murió usando la voz. Olimpia. Nombre de poeta feminista. Juana. Nombre de revolucionaria lesbiana. Safo. Nombre de muerta. Sabina. Nombre de viva. Rigoberta.

O te podemos poner el nombre de lo que sí eres, innegablemente. Esperanza.

Niña tenías que ser, porque tenías que traer locura, fuerza, naturaleza inmensa. Ser lo que nadie quiere ser y trastocarnos a tu madre y a mí con solo pensar tu existencia.

¿Quién irás a ser, pequeña ilusión sin rostro?

Y cuando tengas cara ¿qué tal si nadie te la ve? Y cuando uses tu voz ¿qué si alguien la quiere desoír?

Quisiera que pudieras tener miles de nombres, para las miles de caras y miles de voces. Para que tengas de cada mujer todos los dones. Para que luches, para que rías, para que disfrutes. Que tengas lo mejor de la vida, que tomes buenos ejemplos, que las honres.

Tú sigue nadando. Acá seguiremos tu madre y yo poniéndote mil nombres.

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