Lado B
Gali y Agüera: la disputa por las calles de Puebla
Para académicos de la BUAP faltaron de propuestas concretas y sobraron escándalos mediáticos
Por Lado B @ladobemx
03 de julio, 2013
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  • Para académicos de la BUAP faltaron de propuestas concretas y sobraron escándalos mediáticos

Fotos: Es Imagen

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Xavier Rosas

@wachangel

En medio de acusaciones por enriquecimiento ilícito entre los dos aspirantes a gobernar –Enrique Agüera desde la trinchera PRI-PVEM y Antonio Gali Fayad abanderado de la coalición PAN-PRD-Panal-PCP-MC y PSI– que nunca se aclararon del todo, y con una campaña llenas de promesas, de publicidad política desbordando las calles, de cruceros tomados por jóvenes promotores de los suspirantes, y con un creciente interés de usuarios de las redes sociales a los animales políticos, como el candigato  Morris, en detrimento de los candidatos propuestos por los partidos llegan a su fin las campañas electorales.

Un proceso que desde la perspectiva de los catedráticos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), el politólogo Diego Velázquez y el antropólogo Gustavo López, quedó alejado a la ciudadanía, y al que le faltó «propuestas serias» o al menos que los candidatos definieran el cómo llevarlas a cabo una vez obtenido el triunfo.

El proceso electoral para elegir al sucesor del panista Eduardo Rivera fue, para Velázquez Caballero, como uno de los pasajes de La Sombra del Caudillo de Martín Luis Guzmán, «recuerdo un pasaje en el que Hilario Jiménez envía un mensaje a Ignacio Aguirre para que éste sea su sucesor, y este le contesta – ni tu ni yo somos importantes para la sociedad, en realidad tu y yo representamos a una serie de pandillas que se disputan el poder y que una de ellas tiene que ocupar el gobierno -«.

Mientras que para Gustavo López, la campaña electoral en la capital del estado fue revivir «el bestiario fantástico de Jorge Luis Borges. Creo que daba para el gato y otros más. Es un cuestionamiento al status quo, a las formas del quehacer político, que pone sobre la mesa de discusión, desde estos sectores críticos y sobre todo desde el papel de las redes sociales, la falta de seducción, la falta de apoyo al conjunto del sistema político y que pone en tela de juicio a éste”.

Imagen: http://www.pueblaonline.com.mx

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Campañas mirando el pasado…

Las estrategias de campaña de ambos candidatos centraron su discurso en los trabajos previos que realizaron.

Enrique Agüera Ibáñez, candidato de la Alianza 5 de Mayo, integrada por el Revolucionario Institucional (PRI) y el Verde Ecologista (PVEM), retomó el slogan de su tercer y último informe de labores al frente de la BUAP: “Buenos resultados”.

Por su parte, Antonio Gali Fayad, de la Coalición Puebla Unida, integrada por Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC),  el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Nueva Alianza (Panal) y el recién creado Compromiso por Puebla, empleó el verbo “construir” para destacar su compromiso en caso de ganar la contienda. Llama la atención el uso de dicha palabra debido a que previo a que iniciara la contienda oficialmente, en diversas revistas el ex titular de la Secretaría de Infraestructura empleó este verbo para dar a conocer los logros de la actual administración estatal. Asimismo, utilizó una de las frases que llevaron a su antiguo jefe, Rafael Moreno Valle, a la gubernatura: “Lo mejor está por venir”.

Todos dicen “qué”, pero nadie dice “cómo”

Ambos catedráticos coinciden en que tanto Antonio Gali Fayad como Enrique Agüera Ibáñez se dedicaron durante casi 60 días a ofrecer sin explicar cómo cumplirían sus propuestas. En el olvido quedó, en esta elección, la firma ante notario de propuestas de campaña, acción que en las pasadas contiendas electorales era la premisa de los abanderados.

Para el antropólogo Gustavo López, es necesario que la ciudadanía valore el trabajo que realizaron ambos candidatos, sin embargo, cuestiona las propuestas que ambos han dado a conocer, ya que hasta el momento “no hemos visto esta capacidad de agenda que es tan importante para la ciudad, y han estado muy sujetos a intereses particulares, muy sujetos a intereses de grupo para plantear una plataforma muy ambigua, sobre todo en términos del propio background que ha implicado su ejercicio como funcionarios públicos. No hay mucha tela de dónde cortar”.

Por su parte, Diego Velázquez considera que “hubo propuestas muy débiles, una proyección muy escasa de ideología o de medidas concretas para el gobierno de la ciudad. Vemos cada vez más que se imponen las máquinas electorales”.

“Me resulta hasta cómico cuando oigo propuestas como la de Enrique Agüera en torno a la sustentabilidad,  y tenemos grandes problemas de agua en esta Facultad (Derecho y Ciencias Sociales). En esta Facultad la mitad de los baños se cierra porque no tenemos agua y en diez años que estuvo al frente de la rectoría jamás impulsó un proyecto de sustentabilidad, de aprovechamiento de las aguas negras y jabonosas, una propuesta seria”, señala Gustavo López.

Y agrega: “lo que no se hizo en diez años, es imposible que en cuatro años y tantos meses se logre. No le veo un background, un elemento que pueda plantear como su capital, como carta de presentación”.

En el caso de Antonio Gali Fayad, el adelanto de generar un proyecto Estatal y Municipal para lograr “Agua para todos”, envía señales del proyecto político que el gobernador Moreno Valle vislumbra, indicó Velásquez Caballero.

“En el caso de Gali vemos que efectivamente el gobierno del Estado borró al Ayuntamiento, y esto, a final de cuentas, también generó que se montara en una campaña muy exitosa y que tiene ahora un arrastre”.

Imagen: http://www.periodicoenfoque.com.mx

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Los cruceros, la pelea por el territorio

Grupos de jóvenes inundaron durante la contienda a la alcaldía los cruceros de la capital poblana. Ya fueran “Jóvenes con Agüera” o “Jóvenes con Tony Gali”, ambos grupos se dedicaron a repartir microperforados, vasos cerveceros, propaganda de los candidatos y un sinnúmero de objetos promocionales a la ciudadanía.

Cabe mencionar que el gran número de jóvenes que apoyó durante la campaña a los candidatos recibió pagos de entre 150 y 200 pesos el día, según reconocieron algunos de ellos al ser entrevistados por este reportero.

Sobresale el caso del grupo de apoyo a la candidatura del ex rector, pues la gran mayoría de los jóvenes involucrados forman parte de Antorcha Campesina o Antorcha Popular.

“A quién recurre Enrique Agüera si no es a Antorcha Campesina, a Antorcha Popular. A la Antorcha ubicada en Balcones del Sur, en esta parte de la ciudad con presencia en el Transporte, ya no sólo en el trabajo informal, sino también de los comerciantes; a esta estructura que ha sido señalada por un conjunto de organizaciones, tanto campesinas como urbanas independientes, como una maquinaria paramilitar”, apunta el antropólogo Gustavo López.

Y agrega: “a mi lo que me preocupa es que un actor político que se encuentra dentro del ámbito universitario le haya abierto un espacio a una estructura que ha generado una fractura dentro del tejido social en comunidades del sur y del norte del estado. Eso ha sido un acto de extrema irresponsabilidad por parte de uno de los candidatos en su afán por construir una base fuerte. La prueba es que tenemos en la 24 Sur y San Claudio un campamento de la  candidatura de Enrique Agüera, pareciera que refrendando su visión patrimonialista de la universidad, pensando la universidad como parte de su patrimonio”.

En el caso del candidato de la coalición Puebla Unida, sumado a los jóvenes que inundaron los cruceros de la capital, recibió un apoyo importante de los medios de comunicación, consideró el politólogo Diego Velázquez: “se ha notado en los medios de comunicación, ya que aquellos que están cooptados por el gobierno del Estado, manifestaron su apoyo, manifestaron sus críticas hacia el candidato del PRI y efectivamente este círculo rojo local hizo su trabajo como se acostumbra”.

El voto de la BUAP y Enrique Agüera

Bajo la premisa de “hacer en el municipio lo que se hizo en la universidad”, la campaña de Enrique Agüera cargó con los diez años que mantuvo la rectoría de la máxima casa de estudios del estado; sin embargo, el papel que ha jugó socialmente la institución y los conflictos internos que se generaron en ese periodo también son parte de la historia del ex rector.

En esos diez años que mantuvo la rectoría de la BUAP el ahora candidato de la Alianza 5 de Mayo la universidad logró mejoras en infraestructura, pero tambien fueron un reflejo de su gestión casos de poca apertura a catedráticos o a universitarios, hechos que generaron “un desapego que tuvo la universidad con la sociedad desde finales de los años 80’s”, considera Diego Velázquez Caballero.

Y agrega: “hay que recordar que la universidad de dividió por el propio protagonismo que el ex rector mantuvo a lo largo de su administración, y que no toda la universidad se planteó de manera homogénea al lado de Enrique Agüera”.

“En el caso de Enrique Agüera, incluso lo noto como un voto, por un lado, que tiene que ver con este control político, autoritario y antidemocrático que ejerció en la universidad durante diez años y que era continuidad del proyecto de Enrique Doger y José Doger. No les caracteriza la democracia, ni la apertura, ni la pluralidad a ninguno de los tres ex rectores; incluso gran parte de que se haya devastado la vida académica en términos de órganos colegiados ha sido gracias a los tres. A partir de estas figuras académicas, hemos encontrado más bien clientelas. Desgraciadamente el medio académico se ha visto permeado, los procesos de movilidad, la ausencia de un escalafón transparente se compensa con esas cuotas, con esos mecanismos”, señala Gustavo López.

Y agrega: “he platicado con gente de otras universidades y su perspectiva es que la BUAP es un bloque monolítico que está con Enrique Agüera, y no es cierto. Es decir, no es un bloque monolítico la BUAP, es un bloque muy heterogéneo, y existe un sector muy crítico respecto a los diez años de quehacer como rector de Enrique Agüera”.

Morris3La zoología política

“Más allá de la animalezca política, es importante ver un fenómeno ya viejo que constantemente se comprueba, y que es el hecho de que los partidos políticos ya no son los canales para que la ciudadanía exprese sus demandas, o su opinión sobre la política o para que la ciudadanía en realidad se conecte con el Estado”, asevera Velázquez Caballero.

Y agrega: “hemos visto que son los movimientos sociales, las protestas populares, es la escasísima sociedad civil que de vez en cuando aparece, la que de verdad presenta demandas concretas y exigencias importantes a quienes gobiernan”.

Para Gustavo López es importante reconocer que el surgimiento de la zoología política, obedece a la apatía que ha permeado proceso electoral, ya sea porque ninguno de los candidatos ha logrado convencer  a la ciudadanía o porque el órgano encargado de las elecciones se ha mostrado “supina ignorancia” en la materia.

“Cuando vemos errores garrafales, actitudes tan poco serias como las del mismo presidente de la Comisión Electoral, planteando cosas fuera de foco, como que los votos de un candidato pueden sumarse a otro, y que decimos ‘pero por favor, si la máxima autoridad electoral, tiene estos desplantes de supina ignorancia en torno a legislación electoral, qué está pasando, algo está pasando en el Estado y en el munidipio’”.

Y aunque la zoología política, surgida en Xalapa y con repercusiones en varios estados en los que se llevarán a cabo elecciones, ha sido una de las constantes en esta contienda electoral, aún no ha dejado que su peso se refleje en los resultados.

 “No se ha posicionado en torno al proceso electoral en Puebla. No hay esta vinculación con otros sectores de la sociedad, porque aunque frágil, la masa crítica de la sociedad poblana existe. Y cierto, obviamente por la misma virtualidad de la aldea, esto de que no tenga una estructura sistemática, no puede lograr este vínculo y por supuesto pasará el proceso electoral y el Gato Morris se irá diluyendo, irá perdiendo su posición corpórea”, señala Gustavo López.

Para el politólogo Diego Velázquez el fenómeno del candigato Morris aún no logra salir de las redes sociales, sin embargo reconoce que este tipo de  acciones cada vez más representan los mecanismos para que la ciudadanía se apropie de las calles y externe sus necesidades, ante partidos políticos que “están plenamente agotados. Vemos cada vez más un pragmatismo electorero extremo, y eso genera que de pronto, como en el caso del ‘candigato Morris’, los ciudadanos evalúen negativamente a los políticos, a los partidos políticos y a los gobernantes”.

Y agrega: “la sociedad ha encontrado que el único mecanismo para que los políticos autistas escuchen, es la calle, porque el voto no sirve. Y los partidos políticos comparten este autismo. Han generado un quiste burocrático que solamente quiere llegar al poder, es esa pandilla de pillos de la que hablaba Ignacio Aguirre,  a quienes no les importa lo que la sociedad necesite”.

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Autor Lado B
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