Lado B

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Volvieron a salir a las calles a retomar su paso. Las consignas no quedaron atrás, es más, se fueron sumando otras que reflejan la realidad de un país que albergará el Mundial de Futbol el próximo año y las Olimpiadas  en 2016.

Los medios internacionales cifran el número de participantes en 50 mil, todos ellos motivados por la “gota que derramó el vaso”, el aumento en las tarifas de transporte público, sin embargo, desde que iniciaron los preparativos para estas las justas deportivas, el desalojo y la represión de las autoridades a algunos sectores de la sociedad se incrementó.

En Sao Paulo, decenas de miles de personas volvieron a manifestarse la noche del martes por la legendaria Avenida Paulista, la principal arteria de la ciudad. Y aunque el número de marchantes resultaba inverosímil, mayor sorpresa causó la madurez cívica con la que casi la totalidad de los manifestantes acudió al llamado, sólo un pequeño grupo asedió el ayuntamiento de la ciudad.

La concentración comenzó pasadas las cinco de la tarde, cuando el alcalde de la ciudad, Fernando Haddad, marchó al aeropuerto de Congonhas para reunirse con Lula da Silva y la presidenta Dilma Roussef, quien viajó a São Paulo para analizar el problema sobre el terreno, dio a conocer El País.