Lado B

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Foto: Marcos Moreno.

El modo de viajar más barato y el más asequible, las pequeñas zodiacs o “barcas de juguete o neumáticas”, se venden a mayor precio en el mercado negro marroquí. Lo saben los migrantes subsaharianos que sólo lo intentarán, tratarán de dejar atrás a sus familias, así como la pobreza, la falta de oportunidades y la violencia de sus países.

Tan sólo una barca de 400 kilos, que valdría 100 euros, se puede adquirir por 350. Las más grandes, de 500 kilos, pueden llegar a venderse por 500 euros; sin embargo, a pesar de los precios, un grupo de entre siete o nueve personas puede juntarse para pagarlas: los amigos se juntan, cotizan, compran sus chalecos y lo intentan.

“Dicen que en la zodiac lo peor es que se te duerman las piernas por eso la posición del cuerpo es muy importante. Para mitigar el cansancio, a ratos ambos pies van dentro de la embarcación y en otros momentos uno de los pies va fuera, sumergido en el mar”, relata la periodista Helena Maleno de Periodismo Humano.

Cabe recordar que en octubre de 2012 el Salvamento Marítimo de Marruecos recuperó 14 cadáveres, tres de ellos mujeres, y rescató con vida a 18 personas de una barca neumática o zodiac, que llevaban días buscándola en el mar de Alborán y que estuvo 36 horas a la deriva.

La realidad de las “barcas de juguete”, como las llaman los medios españoles, es un cúmulo de historias de vida diferentes; aunque todos los pasajeros de las «toys» comparten algo, la esperanza de un futuro mejor y un pasado atravesado por las violaciones de derechos humanos.

Muchos de ellos nunca pensaron que ese camino tan peligroso sería el que les llevaría a Europa.

Salieron de sus países buscando una vida digna, con un compromiso de mejorar  la situación de sus  familias y comunidades.  Procedentes de contextos marcados por la pobreza, la falta de oportunidades y la violencia; destacando países en conflicto, y una fuerte violencia de género, se encontraron con un tránsito migratorio en el Norte de África tremendamente hostil.

Los candidatos subsaharianos a la inmigración hacen constante referencia al aumento de la represión policial en países como Marruecos, donde dicen los inmigrantes, las agresiones, muertes y violaciones se han incrementado en los últimos años.

Tánger  ha visto aumentada su población de  migrantes desde el año pasado. Un trasiego de personas procedentes de otros lugares de Marruecos para intentar el cruce por una vía, la del Estrecho, que se ha convertido en la única esperanza para muchos con pocos medios de subsistencia. “Imagínate si quieres ir en coche es carísimo, hay que sobornar a las policías de ambos lados y yo no lo puedo pagar. Así que lo único que puedo hacer es esto”, dice Pier.

Por la noche hay movimiento en los barrios, es el momento  de intentarlo. Una vez llegas a la playa, cada grupo se dispone a inflar la zodiac y a depositarla en el agua. Algunos son ya interceptados en ese punto por las autoridades marroquíes, pero muchos otros logran entrar, y comienza el momento de remar.

Continúe leyendo el reportaje de Helena Maleno publicado en  Periodismo Humano en el siguiente link.