Amira George

¿Qué pasa si a Sex and the City le quitas el glamour, los Cosmos, un par de años y le aumentas un par de kilos? La respuesta: Girls.

Esta serie retoma un poco de los elementos que hicieron grande a Sex and the City a finales de los 90’s y principios de este siglo: tenemos a un grupo de cuatro amigas, muy diferentes entre ellas, compartiendo sus vidas (sociales, laborales y sexuales) en Nueva York.

Tenemos a la aspirante a escritora, Hanna. La sexualmente activa, Jessa. La virginal, Shoshanna. La mujer idealista, Marnie. Pero, a diferencia de Carrie y sus chicas, las nuevas girls no viven en Manhathan si no en Brooklyn, y en vez de luchar por encontrar el amor en sus treintas, buscan encontrarse en sus veintes.

Sin embargo, uno de los primeros aspectos que me atraparon cuando vi el primer capítulo, además de lo especial del guión, fue Hannah, la protagonista.

“¡Gracias a Dios, una mujer que se ve como yo!” fue mi primer pensamiento al verla en la pantalla. Un tanto llenita, el cabello alborotado, vestimenta x, relación enfermiza, problemas económicos, tics nerviosos, complejos con su peso. La que no se sienta identificada con esto, miente, no hay más.

La serie comienza cuando los papás de Hannah deciden dejar de apoyarla financieramente, como una forma de incentivarla para buscar un trabajo real. Esto lleva a la pobre chica de 24 años a buscar cómo mantenerse, mientras sostiene una relación enfermiza, posesiva, incluso humillante en ocasiones, pero que simplemente la hace feliz. Repito, la que diga que no ha pasado por ahí, miente.

Junto a ella tenemos a Marnie, su mejor amiga y roomate, quien se encuentra atrapada en una relación demasiado amorosa con su novio de toda la vida. A Jessa, una chica inglesa liberal, consciente de su sexualidad y dispuesta a aprovecharla a cada paso. Y Shoshanna, la prima de Jessa que a sus 22 años sigue viviendo en un mundo color de rosa, muy rosa, y virgen.

Con ellas tenemos a sus parejas, estables, inestables, presentes, ausentes, pero que ayudan a agregar lo que sería el quinto personaje de la serie: el sexo.

La serie, producida por HBO, es escrita, dirigida y protagonizada por Lena Dunham, quien a sus 27 años ya tiene dos Globos de Oro en la bolsa por este programa, para el cual la joven cineasta ha tomado episodios de su propia vida -lo cual me hace preguntarme si esa relación con Adam fue real, porque si es así, somos víctimas del mismo mal.

En las dos temporadas que hay del programa se pasa de la comedia negra al drama, desde el jefe de que le gusta tocar y masajear a sus empleadas hasta el trastorno obsesivo compulsivo de la propia Hannah.

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