Tomada de Historias Cienciacionales

Historias Cienciacionales

Un equipo internacional de físicos, químicos e ingenieros ha inventado una cámara digital inspirada en los ojos de los insectos. Se compone de una superficie en forma de media esfera cubierta de ciento ochenta “omatidios artificiales”, lo que permite una visión de 160 grados, con pocas aberraciones, una gran agudeza de percepción del movimiento y una profundidad de campo que se acerca al infinito.

Este tipo de diseño en las cámaras era inaccesible porque los materiales con los que se hacen los lentes y los fotodetectores son rígidos y no se pueden colocar en una superficie curva. (Historias Cienciacionales probó esta afirmación, para que tu escepticismo no te lleve a romper tu cámara, y tristemente la respalda.)

La innovación técnica a la que llegó el equipo de investigadores, provenientes de universidades y centros de innovación tecnológica de China, Corea del Sur, Singapur y Estados Unidos, es la construcción de materiales ópticos elastoméricos (es decir, hechos de polímeros elásticos, parecidos a un lente de contacto) y fotodetectores de silicio deformables. Estos materiales pueden fabricarse en una superficie plana y después adaptarse a la media esfera. Cada “omatidio artificial” produce una imagen única del objeto, que después es integrada y reconstruida con modelos matemáticos ópticos.

Al fin, lo que todos queríamos: podremos subir a Instagram una foto de nuestro desayuno desde el punto de vista de una mosca. Yupi.

Aquí una explicación más detallada (en inglés).

Y aquí el artículo publicado en Nature.

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